Los “chiringuitos” financieros son entidades que ofrecen y prestan servicios de inversión sin estar registradas en la autoridad supervisora correspondiente (CNMV en el caso de España). Por lo tanto, no están autorizadas para operar en el mercado.
El riesgo de estas entidades radica en que, en la mayoría de los casos, la aparente prestación de tales servicios es sólo una tapadera para apropiarse del capital de sus víctimas, con la promesa de que lograrán una alta rentabilidad con la inversión de sus ahorros. Aunque, a veces, se puedan recibir resultados positivos durante los primeros meses, luego la empresa desaparece y no devuelve el dinero a sus clientes.
La CNMV, junto con sus homólogos europeos, ejerce una monitorización constante y una labor de control, con la emisión de alertas nacionales e internacionales todas las semanas. El regulador aconseja extremar las cautelas, ya que estas entidades son muy activas en zonas turísticas del litoral español como la Costa Brava, la Costa del Sol, la Costa Blanca y las Islas Baleares.
El perfil de los afectados apunta a profesionales y jubilados tanto españoles como extranjeros, dispuestos a invertir sus ahorros. El mensaje que se transmite a las potenciales víctimas es que pueden obtener mayores rendimientos de los que lograrían en el mercado convencional.
Diversas redes han sido desmanteladas en los últimos años por la Policía Nacional. Como ejemplos, un “chiringuito” que operando desde Benidorm estafó a inversores de Alemania, Austria, Eslovenia y Holanda; la red de “boiler rooms” en Málaga y Barcelona que defraudó a 5.000 personas, o la estafa de inversión en Marbella, que fue investigada por Scotland Yard debido a que las víctimas procedían del Reino Unido, que supuso la detención de 50 personas.
¿Por qué hay que aumentar las cautelas?
Durante el verano aumenta la afluencia de turistas en el litoral español en general. En este período existe un mayor riesgo de ser contactado por un “chiringuito” financiero, aunque el peligro perdura durante todo el año. Las llamadas telefónicas y los correos electrónicos son seguidos de contactos cada vez más agresivos para captar a las víctimas. Los grandes hoteles o los centros sociales de reunión son puntos en los que los “chiringuitos”, suelen desplegar su actividad.
El modus operandi es casi siempre el mismo: primero llaman o contactan por correo electrónico para tantear a los clientes, presentándose como entidades autorizadas. A continuación, realizan un segundo contacto para ofrecer productos financieros con una propuesta clara de inversión. Una vez captado el cliente con técnicas agresivas, la transacción se lleva a cabo.
Los métodos más recurrentes para cerrar el negocio fraudulento en esta temporada, son invitaciones a reuniones “sin compromiso” o a jornadas informativas en hoteles donde se encuentran los potenciales clientes. En ocasiones se ganan la confianza de los clientes hablando en su idioma (inglés, francés, alemán, ruso, etc.) y también, a través de páginas web atractivas y con abundante información, que muestra las empresas cotizadas con las que supuestamente trabajan.
Ante la sospecha de las víctimas o a partir de la alerta de la CNMV, los responsables de la entidad desaparecen sin dejar rastro.
¿Qué hacer?
Si le contactan, informe a la CNMV para actuar lo antes posible. Puede llamar al teléfono de atención al inversor de la CNMV 900 535 015 o enviar una consulta mediante el formulario que puede encontrar en la Sección del Inversor de la CNMV.
Además, compruebe si la entidad está registrada o si ha sido objeto de advertencias a través de la página web de la CNMV www.cnmv.es. Ante cualquier incidente sospechoso de fraude, además de informar a la CNMV, denuncie lo ocurrido a la Policía o al Juzgado correspondiente.