Dado el importante crecimiento de los roboadvisors -aquellos que usan algoritmos informáticos para proporcionar servicios de asesoramiento de inversión digitalmente-, la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC) ha presentado dos publicaciones con información y orientación sobre estos, dirigidas a la industria de servicios financieros y a los inversores, respectivamente.
Una primera publicación pretende guiar a los roboadvisors –dadas sus características únicas- con sugerencias sobre las obligaciones de información legal, adecuación y cumplimiento normativo en virtud del Investment Advisers Act de 1940.
La segunda publicación es un boletín para inversores, editado por la Oficina de educación y defensa de inversores de la SEC, y dirigido a inversores individuales, a los que proporciona información que pudieran necesitar para tomar decisiones informadas si considerasen la utilización de roboadvisors. Entre los puntos que el inversor debe consideran destaca: el nivel de interacción humana que el inversor considera importante; la información que el roboadvisor utiliza en la formulación de recomendaciones; el enfoque del roboadvisor para invertir; los honorarios y cargos involucrados.
«Con la mejora de la tecnología y los profundos cambios que provoca en la industria de los servicios financieros, es importante que los reguladores evalúen su impacto en los mercados estadounidenses y ofrezcan orientación completa a aquellos que participan en el mercado», declara Michael Piwowar, presidente en funciones de la SEC. «Esta información está diseñada para ayudar a los inversores a aprovechar las oportunidades que las fintech pueden proporcionar, a la vez que garantiza equidad y protege a los inversores».
Los roboadvisors, como asesores de inversiones registrados, están sujetos a las obligaciones sustantivas y fiduciarias del Advisors Act (Ley de asesores). La guía actualizada señala que puede haber diferentes medios para que un roboadvisor cumpla con sus obligaciones para con los clientes bajo el Advisors Act y que no todos los asuntos tratados en ella serán aplicables a todos los roboadvisors.
En España, la CNMV todavía no ha dado un paso en esta dirección a pesar de que el ascenso de estas herramientas es imparable. De hecho, Feelcapital, el primer robo advisor español, ha alcanzado recientemente los 10.000 inversores con un patrimonio cercano a los 900 millones de euros bajo asesoramiento. Para Antonio Banda, CEO de Feelcapital, la diferencia fundamental estriba en el nivel de cultura financiera de uno y otro país: “En EEUU llevan años tomándose muy en serio la formación financiera de los inversores, fundamental para promover la desintermediación bancaria. En España, por el contrario, han sido los bancos los que han capitalizado esta función, con los nefastos resultados que todos podemos ver”.
Recientemente, además, el organismo regulador ha dado luz verde a inbestMe, un cuarto operador en este mercado que opera de forma on line gestionando carteras de ETFs (fondos indexados cotizados) con herramientas automatizadas enfocadas a maximizar la diversificación y la personalización de las opciones de inversión.