La Fundación Edad y Vida, en colaboración con la Obra Social La Caixa y Deusto Business School, ha reunido a expertos de distintos ámbitos para reflexionar sobre el significado del envejecimiento en las sociedades actuales.»Estamos ante un gran cambio y España es uno de los países que lo va a experimentar con mayor intensidad, ya que en españa dentro de doce años una de cada cuatro personas tendrá más de 65 años», ha avanzado Pilar Gil, periodista científica.
El envejecimiento es, en esencia, una megatendencia que nos ha descubierto nuevos conceptos, como la gerontolescencia, es decir, personas que ya no están en el mercado de trabajo pero que se encuentran con energía, fuerza y curiosidad por el mundo y aún tienen mucho que aportar. Otro de esos conceptos es el edadismo o la discriminación por una simple cuestión de edad. “El envejecimiento es una oportunidad, pero nuestras estructuras sociales, mentales, culturales no están preparadas para afrontarlo, por lo que esta tendencia debe entrar en el debate público” añade Gil.
La jornada también ha contado con la presencia de Victoria Zunzunegui Pastor, profesora honoraria de la Escuela Nacional de Sanidad, la cual ha hablado sobre la salud y la prevención de las enfermedades asociadas a la vejez. “El gran reto es la prevención del deterioro cognitivo y físico. Para ello necesitamos invertir dinero y en España no lo hacemos”, ha afirmado.
Hay diversos causas, como los malos hábitos o factores económicos, que aumentan nuestras posibilidades de padecer enfermedades relacionadas con la vejez. Sin embargo, Zunzunegui ha puesto mayor énfasis en las pensiones de jubilación bajas. “El mayor motor de discapacidad y fragilidad es tener pensiones insuficientes. Si queremos una sociedad longeva y sana tenemos que darles dinero para que puedan vivir bien”, ha afirmado.
Del mundo desconocido de las residencias a la figura del «cuidatoriado»
Otra de las vertientes del envejecimiento es el papel de los cuidadores, figuras clave en una sociedad envejecida y una asignatura pendiente para nuestro país. De hecho, el problema se agrava a raíz de los recientes casos de maltrato a personas mayores por parte de personal sanitario en residencias. «El sector residencial es un mundo totalmente desconocido, apenas hay estudios de la adecuación de la formación de los trabajadores, sus condiciones laborales o la satisfacción de los cuidadores», ha afirmado la experta María Ángeles Durán. Este drama tiene, no obstante, otra realidad. «Existe una nueva clase social de trabajadores, el «cuidatoriado», que trabaja en condiciones infames y sin seguridad social ni ningún tipo de seguridad laboral», ha concluido.