El mayor estudio que se ha realizado para investigar la incidencia genética en la osteoporosis y la el riesgo de fracturas óseas, publicado en thebmj, ha revelado que solo hay dos de los factores estudiados -la densidad mineral ósea (DMO) y la fuerza muscular- que pueden jugar un papel causal en el riesgo de sufrir fracturas osteoporóticas. Esta dolencia afecta a nueve millones de personal en el mundo cada año.
Sorprendentemente, otros factores de riesgo clínico como los niveles de vitamina D o la ingesta de calcio, que históricamente se han considerado claves en la prevención de fracturas, no predisponen directamente a la población general a las fracturas.
El Doctor Brent Richards, epidemiólogo genético en el Instituto Lady Davis del Jewish General Hospital, y profesor de Medicina en McGill University, asegura que según su estudio es mucho más importante fortalecer el hueso que administrar suplementos de vitamina D, “cuyo efecto positivo en la prevención de fracturas es poco probable”. Aproximadamente un 30% de las personas mayores de 65 años toman suplementos de vitamina D, porque ha venido siendo el tratamiento preventivo al uso en casos de osteoporosis.
Este estudio pone este tratamiento común en tela de juicio. También apunta a que los factores genéticos que conllevan niveles bajos de vitamina D no incrementan el riesgo de fracturas.
Un equipo internacional de investigadores ha colaborado para examinar los datos de más de 180.000 pacientes con osteoporosis y 377.000 individuos del grupo de control, pertenecientes al consorcio GEFOS (Genetic Factors of Osteoporosis), UKBiobank y a 23andMe. En el estudio han participado investigadores de la Universidad McGill, y del Centro Médico de la Universidad Erasmus en Rotterdam.
Según estos investigadores, lo fundamental para prevenir fracturas en casos de osteoporosis es incrementar, o al menos mantener, la densidad mineral ósea. Para ello, la mejor receta es el ejercicio, aunque también recomiendan que los pacientes que toman medicación contra la osteoporosis no dejen de tomar suplementos de vitamina D sin consultarlo con el médico.