Puede que piense que carece de importancia, pero la presentación, variedad y colores que están presentes en nuestra alimentación tienen mucho poder sobre nuestro estado de ánimo. Según un artículo publicado en la web Blue Zones, que recoge las conclusiones del libro de Lani Muelrath «The Mindful Vegan», las investigaciones confirman que las dietas basadas en vegetales están asociadas a estados de ánimo más saludables. De hecho, un plato que acumule gran variedad de coloridos vegetales ya nos predispone a estar en un mejor estado de ánimo.
Los alimentos clave en la búsqueda de ese bienestar emocional son aquellos con propiedades antioxidantes ya que son compuestos químicos bioactivos protectores de la salud y la enfermedad producidos por las plantas.
Un estudio reciente realizado entre casi mil hombres y mujeres analizó el impacto en el estado de ánimo de la introducción de antioxidantes en la dieta. Aquellos que comieron tres o más porciones de frutas y vegetales al día reportaron un optimismo significativamente mayor que aquellos que comieron menos. Además, el consumo de verduras también aumenta las vitaminas B en su dieta, lo que afecta positivamente a su estado de ánimo.
Otro reciente estudio realizado cinco veces en el transcurso de nueve años se centró en el impacto de la ingesta de frutas y verduras en la depresión, la ansiedad y los trastornos de salud mental.
Los resultados fueron consistentes en las cinco olas: el mayor consumo de frutas y verduras se asoció positivamente con una reducción de la depresión, menos angustia psicológica, menos problemas de ánimo y ansiedad, y una mejor salud mental percibida.
Una gran encuesta en Suiza confirmó esta significativa asociación entre el mayor consumo de frutas y verduras y la reducción de los niveles de estrés. Las personas que comieron menos de las cinco raciones al día tuvieron una mayor probabilidad de sufrir estrés y ansiedad que las que no lo hicieron.
Un estudio reciente sobre la salud de la mujer en Australia descubrió que la depresión era más reducida entre las mujeres que simplemente comían más de dos frutas al día. Y este beneficio aumentó al acompañarlo de una mayor ingesta de verduras.
Además, de acuerdo con la investigación, la ingesta reducida de productos animales tiene beneficios para el estado de ánimo además de los que conlleva una ingesta diaria elevada de frutas y verduras.
En resumen, la dieta occidental, caracterizada por un consumo escaso de alimentos vegetales, pero con un alto contenido de productos animales, está asociada con un mayor riesgo de depresión.
La explicación está en la inflamación del cuerpo provocada por el ácido araquidónico, que se encuentra solo en productos de origen animal y es un precursor de la inflamación.
La investigación muestra que los altos niveles de ácido araquidónico promueven cambios en el cerebro que pueden alterar el estado de ánimo.
Al comer pollo, huevos y otros productos animales con alto contenido de ácido araquidónico, se desencadenan una serie de reacciones químicas en su cuerpo que producen inflamación. Cuando la inflamación llega al cerebro, siguen los sentimientos de ansiedad, estrés, desesperanza y depresión.
No es de extrañar que las personas que evitan la carne y los productos animales informen un estado de ánimo más feliz y positivo. Y los alimentos vegetales -al rescate, una vez más- naturalmente reducen la inflamación debido a su alto contenido de antioxidantes, siendo los antioxidantes uno de los agentes antiinflamatorios más poderosos de la naturaleza.
De manera que, aunque le suene a «tomadura de pelo», la próxima vez que se disponga a comer una ensalada repleta de coloridos vegetales no se extrañe si su estado de ánimo mejora.