Ya lo decían los clásicos: Mens Sana in Corpore Sano. Ahora sabemos por qué. A través de una resonancia magnética que mide la elasticidad de los órganos (MRE), se ha descubierto que las personas que están en buena forma tienen un hipocampo más firme y elástico, la zona del cerebro que se asocia a la memoria.
Las aplicaciones médicas de este tipo de resonancia (MRE), pueden permitir un diagnóstico precoz en los estados iniciales de enfermedades neurodegenerativas como la demencia y el Alzheimer, cuya incidencia está subiendo de forma constante en el mundo occidental.
Los autores del estudio se han basado en observaciones ya contrastadas, de que las personas de edad avanzada con problemas cognitivos así como los niños con desarrollo lento tienen un tamaño del
hipocampo más pequeño. También se ha observado que los adultos jóvenes que hacen ejercicio de forma habitual tienen mejor memoria que los que no lo hacen, pero no se ha encontrado diferencia en el tamaño de su hipocampo. Esto ha llamado la atención a los científicos de University of Illinois en Urbana-Champaign, autores de este estudio en colaboración con Northeastern University en Boston y University of Delaware.
“Dado que el tamaño es una medida bruta de la integridad estructural del hipocampo, decidimos utilizar la resonancia (MRE), que proporciona más datos cualitativos sobre los cambios asociados con la memoria”, explica Aron K. Barbey, profesor asociado de Psicología y Bioingeniería de Illinois University of en Urbana-Cahmpaign.
Para realizar el estudio, situaron una almohada bajo la cabeza del individuo que generaba ondas magnéticas que viajan a través del hipocampo. El MRE mide como cambian las ondas según se mueven a través del cerebro proporcionando una medición extremadamente precisa sobre la consistencia del tejido: suave, duro y tieso, o firme y elástico.
Un hipocampo sano es como una almohada firme que recupera su forma natural en el momento en el que dejas de presionarla, en contraste con una almohada blanda en la que se queda marcada la forma del dedo
En el estudio, que se publicó en el número de marzo del revista NeuroImage, participaron 51 adultos sanos: 25 hombres y 26 mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años. Midieron su desempeño en pruebas de memoria, así como sus niveles de forma física, y utilizaron el MRE para medir la elasticidad de su hipocampo. Comprobaron que los que estaban en mejor forma física también gozaban de un hipocampo más elástico y obtuvieron mejores resultados en las pruebas de memoria. “El MRE ha resultado ser una herramienta fantástica para demostrar la importancia de un hipocampo sano en adultos jóvenes y los efectos positivos del ejercicio para la memoria”, concluye Barbey.
Así que si percibimos que nos cuesta retener datos, o nos preocupa perder memoria con la edad, la solución puede estar en ir más al gimnasio. De hecho, nunca es pronto para empezar. Otro estudio, en este caso realizado con ratones, ha demostrado que los animales jóvenes con acceso a una rueda de ejercicio gozaban de mejor memoria y mayor actividad en las neuronas generadas en edad adulta. Este estudio, publicado en eNeuro sugiere que el ejercicio regular cuando somos niños puede protegernos frente a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer cuando envejecemos.
Referencia: Hillary Schwarb, Curtis L. Johnson, Ana M. Daugherty, Charles H. Hillman, Arthur F. Kramer, Neal J. Cohen, Aron K. Barbey. Aerobic fitness, hippocampal viscoelasticity, and relational
memory performance. NeuroImage, 2017; 153: 179 DOI: 10.1016/j.neuroimage.2017.03.061 National Institute of Biomedical Imaging and Bioengineering. Firmer, fitter frame linked to firmer, fitter
brain." ScienceDaily