Hay hechos reales que inspiran películas. Y hay películas que nos inspiran en nuestra vida real. O, al menos, eso debieron de pensar los cineastas Charles Ferguson, Martin Scorsese o Adam McKay cuando dirigieron tres grandes producciones que nos han dejado algunas de las mejores lecciones sobre finanzas en la actualidad. ¿Todavía no sabes a qué películas nos referimos?
Paula Cabrito, experta en finanzas para el mercado español en Vivid, nos descubre cuáles son y qué podemos aprender de ellas para nuestro futuro como inversores.
Inside Job: un documental imprescindible con conceptos clave
Ganadora del Óscar al mejor documental en 2011, la película relata en cinco impresionantes capítulos el antes, durante y después del colapso del sistema financiero en 2008. De forma muy realista, esta producción narrada por Matt Damon investiga sobre las relaciones entre políticos, periodistas y otros profesionales vinculados a los mercados financieros. Explica la implicación de cada uno de ellos y los acontecimientos que llevaron a la crisis.
Si bien la película no tiene desperdicio, por la forma ultra precisa y didáctica en la que se exponen algunos de los mecanismos de las finanzas internacionales y las correlaciones entre ellos que condujeron a la crisis financiera de 2008; para los neófitos del mundo financiero, esta película tiene otro mérito: explica de forma clara y completa algunos conceptos útiles para cualquier inversor. Si quieres entender qué son los derivados, la titulización o la desregulación de los mercados financieros, este fascinante documental no te dejará lugar a dudas.
El lobo de Wall Street: cómo aprender a parar a tiempo
¿Quién dijo que no se podía hacer una película emocionante a los 71 años? Desde luego, Martin Scorsese no escuchó a esa persona, porque El lobo de Wall Street es una de sus obras más dinámicas y exitosas. Inspirada en una historia real, la película muestra el ascenso a la fama y a la fortuna de un agente de bolsa turbio y sin escrúpulos llamado Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio).
Vale, tal vez ésta, como Inside Job, no te inspire mucha confianza en Wall Street y el mundo financiero. Sin embargo, hay algunas lecciones que aprender de la película de Scorsese. La más obvia es que, aunque a veces resulte tentador tomar atajos, en cualquier momento podrían volverse en tu contra. Hay una razón por la que los mercados financieros están regulados y por la que existen instituciones como la SEC (Securities and Exchange Commission) estadounidense o la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) en España.
Sin embargo, también hay otros mensajes relevantes, como que a veces es mejor detenerse cuando se tiene ventaja. En un momento de la película, Jordan podría haber pagado una multa de 2 millones de dólares y haber sido excluido del sector financiero, pudiendo aún así retirarse con suficientes ganancias para no volver a trabajar, si así lo deseaba. En cambio, siguió adelante y recibió un castigo colosal. Lo mismo ocurre con las inversiones: en ocasiones hay que saber aceptar una pérdida, en lugar de obcecarse y perder más dinero.
La gran apuesta: las finanzas no están reñidas con la diversión
Se trata de la más reciente de los tres títulos y, apoyada en un reparto de lujo, cuenta la historia de un grupo de outsiders que, en 2005, se aprovecharon de la ceguera generalizada de los bancos de inversión, los gobiernos y los medios de comunicación para anticipar la explosión de la burbuja de las hipotecas de alto riesgo. Rodada con estilo documental, La gran apuesta destaca por su guion divertido y dinámico, que toma al espectador por sorpresa constantemente. ¿No estás ya deseando verla?
Te adelantamos que el principal punto fuerte de La gran apuesta es quizás la inteligente manera que tiene la película de explicar al público los instrumentos financieros más sofisticados. ¿Acaso no es más divertido escuchar a Selena Gómez en una mesa de póquer explicando qué son los CDO sintéticos, o ver a Margot Robbie en una bañera con una copa de champán hablando de cómo funcionan los bonos respaldados por hipotecas, que tener a un profesor universitario a primera hora de la mañana soltando una larga explicación? ¡La respuesta está clara!