Con la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles bajo el cinturón, Chile se ha ubicado como uno de los emisores soberanos líderes en deuda ESG. Y hacia delante, en Pictet Asset Management esperan que sigan impulsando este mercado, considerando la visión del país y sus necesidades.
En un comentario de mercado firmado por Mary-Therese Barton, jefa de Renta Fija Emergente, la gestora destacó que, pese a las volatilidades, el mundo de los bonos ESG emergentes mantiene su popularidad, tanto entre inversionistas como emisores.
En ese contexto, el país andino tiene una posición particular.
“Vemos a Chile como un ejemplo de un emisor con un claro foco en sostenibilidad, y esperaríamos que esto se mantenga, dada su meta estratégica de reducir sus emisiones de carbono y también las presiones sociales que se han instalado después de los efectos de la pandemia”, escribió Barton.
Es más, un área que ha abierto el país es la emisión de algunos de sus papeles ESG en moneda local. En un contexto en que el grueso de este mercado está denominado en dólares o euros, “esto podría ser un área de crecimiento interesante”, comentó la ejecutiva.
Bonos ESG emergentes
En comparación con el año pasado, la emisión de bonos ESG ha disminuido, pero esto podría estar relacionado con la dinámica de la pandemia de COVID-19, según Pictet. Con la vacunación reduciendo la necesidad de medidas extraordinarias –y su financiamiento–, la presión por colocar deuda ha disminuido.
Esto, agregan, también se puede ver reflejado en los tipos de bonos de denominación ESG que se están emitiendo. Mientras que los papeles sociales cayeron frente a 2021, la emisión de bonos verdes aumentó cerca de 12% este año y la de papeles de sostenibilidad –cada vez más populares, especialmente para el segmento de emisores corporativos– subió 40%.
“Esperamos que el crecimiento de bonos ESG en los mercados emergentes siga. Estudios de Pictet Asset Management y el Instituto de Finanzas Internacionales sugiere que la emisión anual de bonos ESG en mercados emergentes podría llegar a 360.000 millones de dólares para 2023”, señaló Barton.
Esto, agrega, ayudaría a que estas economías consigan parte del capital que necesitan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles establecidos por las Naciones Unidas para 2030.
“Con todo, esta tendencia debería ayudar a los mercados emergentes a desarrollarse y volverse más sostenibles, lo que es una buena noticia tanto para esas economías como para los que invierten en ellas”, agregó la jefa de Renta Fija Emergente de Pictet.