Pregunta: ¿De qué manera su fondo formula una política con respecto a la sostenibilidad?
Respuesta: Los orígenes de nuestra política de sostenibilidad se remontan a la polémica emisión del reportaje Zembla acerca de las bombas de racimo en marzo de 2007. Provocó que el Consejo se concienciara y que debíamos tomar medidas.
Al principio se trató solo de “exclusión”, pero ya en 2008 vimos que había que hacer algo más. En un mundo ideal no quieres excluir a ninguna empresa, quieres colaborar con ellas. En ese momento también nos fijamos en el papel que los inversores institucionales jugaron en la crisis financiera desde esta perspectiva. En el período previo a la crisis el ejercicio del derecho de voto en las juntas de accionistas era inexistente. Si no se toman medidas correctivas en estas reuniones, no es de extrañar que la Dirección comience a comportarse como si fueran los propietarios. Es una especie de “barra libre; ellos disfrutan de los beneficios, pero no las perdidas.
P: Entonces, ¿podríamos decir que su actitud fue algo así como; ustedes deben mirarse al espejo?
«Nuestra industria sólo considera su deber fiduciario. En otras palabras, obtener el mayor rendimiento posible dentro de un límite riesgo aceptable»
R: Efectivamente. Muchos fondos tomaron la actitud de «no hay nada que podamos hacer». Pero mirado con retrospectiva, habrían podido emitir su voto.
A partir de entonces se produjo un interesante cambio desde “no votar”, a “votar”. Pero se basaba en el supuesto de que el Consejo estaba al corriente de todo. Lo que estamos viendo desarrollarse ahora – por lo menos en los grandes fondos – es la introducción de directrices de voto individual. Ya sea que voten ellos mismos o usando un representante, sus votos son emitidos de acuerdo a una política de voto definida. La pregunta ahora es ¿qué va a hacer la mayoría, incluidos los inversores sobre índice?
Iniciamos la primera fase de nuestra política de inversión en sostenibilidad en 2008. Ahora estamos en la siguiente fase, un proceso en donde el Consejo está más involucrado.
P: Entonces, el primer paso dado fue, en realidad, un movimiento defensivo ante un evento externo, pero ahora es una postura proactiva.
R: Si, así es. Presenté un borrador para un plan multi-anual en el que se trataba de obtener una reacción del Consejo e incrementar su participación. Y funcionó.
P: ¿Qué llevó al Consejo a adoptar una postura más activa?
«Todavía hay una percepción de que la sostenibilidad es a expensas de la rentabilidad»
R: En parte se debió al aumento de la notoriedad, la toma de conciencia de que la SI podría desempeñar un papel importante. Pero sigo echando de menos la escasa presión desde las partes interesadas. Todo está tranquilo en ese frente. Sinceramente creo que debería haber más presión por parte del regulador y el gobierno. Pienso que todavía subyace el hecho de fijarse más en el “retorno”.
Lo extraño es que las empresas ya están tratando con todo tipo de normas en materia de sostenibilidad, pero nuestra industria sólo considera su deber fiduciario. En otras palabras, obtener el mayor rendimiento posible dentro de un límite riesgo aceptable. En el pasado, esto se interpretó exclusivamente en términos de rentabilidad financiera y riesgo. Pero el asunto importante aquí es que los «riesgos no financieros” pueden tener enormes consecuencias financieras.
P: ¿Cree que aún hay poca atención a la cuestión desde el ámbito del regulador y los políticos?
R: No sólo eso, si como consecuencia de una política de sostenibilidad pionera, te desvías de los esquemas de referencia convencionales, tienes un problema.
P: ¿Tiene que mantener provisiones más elevadas debido a esa toma de riesgo mayor?
R: Estamos hablando de una definición de riesgo similar a la utilizada por el regulador. El riesgo de mercado se considera que es un riesgo, pero sobre el cual el regulador no puede influir. Todo lo que se desvía de aquel se considera que es un riesgo que puede ser influenciado. Este estado de cosas solo cambiará si lo hace la opinión pública, que mira hacia la regulación como algo muy importante. Pero tan pronto como les afecta personalmente, hay una tendencia a hacerse el ”miope” y buscar atajos. Todavía hay una percepción de que la sostenibilidad es a expensas de la rentabilidad. Nadie considera los riesgos asociados a lo insostenible. La cuestión principal no es si queremos invertir de manera sostenible, se trata de si queremos seguir invirtiendo de manera no sostenible.
P: ¿Observa resistencia a la inversión en sostenibilidad como consecuencia de la situación financiera actual?
R: El Consejo es consciente de que es importante, pero hay tantos otros problemas que son más urgentes en este momento… tomará su tiempo.
P: Ratios más bajos de financiación, oportunidades perdidas, ¿son estas las cuestiones ahora?
R: Por supuesto. Los fondos de pensiones de las empresas más pequeñas tienen en su mayoría un apoyo muy limitado. Carecen de un enfoque, el Consejo no tiene apoyo y los miembros tienen muchas otras responsabilidades. Se tiende a que prevalezcan los asuntos del día a día. Durante los últimos años hemos asistido a bastantes ejemplos de cómo el valor de determinadas compañías se veía afectado por factores no financieros. Así que la mayoría de las empresas están dispuestas ahora a entablar un diálogo.
P: ¿Se le acercan las partes interesadas?
R: Raramente. En un reciente taller para nuestros consultores de pensiones comentaban que reciben alguna pregunta sobre este tema una o dos veces al año. La conciencia sostenible no es tan fuerte. No existe un debate sobre cómo debería ser nuestra sociedad dentro de 50 años.
P: ¿Le gustaría ver un debate de principios sobre nuestro futuro?
R: Tengo la sensación de que la sociedad está enfocada hacia el beneficio de las grandes empresas. ¿No debería ser al revés? Por ejemplo los bancos, que debe servir a la industria y a los negocios. Y los clientes. Pero el “rescate” ha supuesto todo lo contrario. ¿Qué es lo que ha cambiado? ¡Absolutamente nada! En tanto en cuanto no haya una discusión sobre esto en nuestra sociedad, no haremos ningún avance.
P: ¿Qué debe ocurrir para cambiar este estado de cosas?
R: Me temo que algo serio tiene que suceder. El desastre nuclear en Japón es un ejemplo obvio. Después de Fukushima, el debate nuclear quedo más o menos acabado. La gente simplemente lo rechazó. Nuestro ‘ Fukushima ‘ podría ser el 50% de tasa de desempleo entre los jóvenes, como ocurre en España. En última instancia, habrá un precio que pagar. Pero no creo que lo dejemos llegar hasta ese punto.
P: A pesar de la falta de interés, ¿Cómo se comunica con las partes interesadas sobre este tema?
R: En primer lugar a través de la página web. Pero también tenemos un boletín y una revista. El nivel de interés es realmente bajo, y no creo que esté relacionado con la composición de la industria del transporte. Los conductores son tan conscientes o inconscientes de la sostenibilidad como el resto de la población. Hay muchas iniciativas sostenibles en el sector del transporte, como la conducción económica o la reducción de C02. Los conductores tienen sus corazones en el lugar adecuado. Pero no ven la conexión con sus pensiones.
P: ¿Qué piensa usted acerca de la «competencia» para recaudar más activos de forma que los costes se pueden reducir en la medida de lo posible? Después de todo, los inversores sobre índices buscan su propio punto de referencia para pagar menos. Y me pregunto si un inversor sobre índice tendría interés en invertir en una política de ESG, en la aplicación de esa política y su reporte.
«Si exprimes todo hasta la última gota, no esperes conseguir calidad»
R: Creo que la regla general es que “obtienes por lo que pagas”. Si exprimes todo hasta la última gota, no esperes conseguir calidad. Las mejores carnes no las encontrarás en la tienda de descuento. Entiendo el enfoque en los costes, pero hay una diferencia entre pagar los costes por hedge funds, GTAA y mandatos de capital privado (del 2% de comisión fija + comisión de rentabilidad del 20%, o el 3% de comisión fija + comisión de rendimiento del 30%), a pagar 4, 5, 6, o 20 puntos básicos para un mandato sobre índice.
El tema es; si se paga tan poco por un mandato, los riesgos serán, en última instancia, mucho más altos que el hecho de haberte ahorrado un par de puntos básicos. Es el típico caso del penique sabio y la libra tonta. Pero no me mal interprete, por supuesto que tenemos que hacer lo que podamos sobre los costes. Las tarifas pueden ser reducidas. Por debajo de un nivel crítico, sin embargo, esto será a expensas de la calidad.
P: ¿Cómo ve el futuro? ¿Qué avances se puede esperar?
R: Sobre todo limitaciones por lo que respecta a la implementación. El principal obstáculo que observo son gestores totalmente escépticos. Luego están los gestores que dicen que les gustaría hacer algo, pero no hacen nada. Y, por supuesto, el regulador, cuyo objetivo parece cada vez más cortoplacista. Esto, en combinación con la fascinación por la inversión sobre índice, es motivo de preocupación. Si no va a haber ningún marco legal para la inversión en sostenibilidad, el panorama no es alentador que digamos.
Martine Menko es responsable de inversiones del Fondo de Pensiones holandés para el sector del transporte, que aglutina a toda la industria privada holandesa para el transporte por carretera, principalmente de camiones y conductores de autobús, con unos activos bajo gestión de aproximadamente 14.200 millones de euros. Está enfocada en inversiones alternativas, sostenibilidad y la integración de los criterios ESG en la cartera.
Esta entrevista fue publicada originalmente en «The Search for Sustainable Returns. Pension Funds managers in conversation with Robeco”, 2013.