La industria de la gestión alternativa ha reinventado su oferta y su negocio, tras la crisis financiera de 2008, para adaptarlos a las demandas de transparencia y seguridad de los inversores y también a una realidad de mercado llena de retos. En los últimos años se están produciendo cambios estructurales significativos, fruto de las lecciones aprendidas en el pasado. “Los inversores descubrieron en 2008 que la liquidez y la preservación de capital no son gratis, que tienen un coste en la rentabilidad, aunque a largo plazo se obtenga la recompensa”, explica Fabrice Cuchet, miembro del Comité Ejecutivo y Responsable de Gestión Alternativa de Dexia AM, en el marco de la XIII Conferencia sobre Gestión Alternativa, bajo el título “El fin de los excesos: ¿Un nuevo entorno para la gestión alternativa?”
Esa toma de conciencia ha llevado a una mayor institucionalización de la industria, y a un cambio en las demandas. “En 2008, menos de la mitad de los inversores eran institucionales y ahora representan más de dos tercios de la industria”. En la medida en que la volatilidad global ha disminuido, el inversor institucional no busca retornos de doble dígito, sino entre el 5% y el 10%. “Las expectativas han cambiado para algunos jugadores, una vez han entendido los costes que supone asegurar una cartera”. En este sentido, habla de una alineación entre los intereses de los gestores y los clientes y una mayor oferta en función de las demandas específicas (por un lado de aquellos que quieren altos retornos y están dispuestos a capturar la prima de la iliquidez y los que prefieren asumir costes de coberturas y preservar capital y admiten menores rentabilidades). El experto también menciona que la industria afronta un momento de presión en las comisiones.
Para dar respuesta a esas demandas, y también como consecuencia de las exigencias regulatorias, la oferta ha evolucionado, aportando en sus productos mayor transparencia, control de riesgos, diversificación y liquidez. “El 30% de los fondos ofrecen una liquidez inferior a una semana en 2013, frente a un 2% en 2008. La oferta se ha diversificado más y las estrategias long/short no representan más que el 27% del sector, frente al 41% en 2008”, explica.
Capacidad de ofrecer altos retornos
Pero, a pesar de esos cambios que hacen a los inversores más conscientes de los costes de la preservación del capital o la liquidez en las rentabilidades, el experto no cree que la industria alternativa haya perdido su capacidad de ofrecer los mismos retornos que en el pasado. Y menos aún, en un entorno en el que Cuchet es optimista, pues los fundamentales se imponen de nuevo a las incertidumbres políticas. “El alejamiento de los riesgos sistémicos desde la intervención de Mario Draghi en julio de 2012 y el retorno de los fundamentales, su corolario, como principal motor de los mercados, es favorable a las gestiones de convicción y a la gestión alternativa”. El gestor vislumbra el fin del ciclo alcista en los bonos y un mejor escenario para los activos de riesgo, que verán una progresiva entrada de dinero, sobre todo en acciones europeas. Y, considera también que, en un potencial entorno de tipos alcistas en EEUU, este tipo de gestión puede ofrecer buenos resultados, como ha hecho a lo largo de la historia, pues crea dispersiones capaces de ser aprovechadas por las diferentes estrategias. Entre las que pueden ir bien, destacan las de event driven, long/short de crédito o global macro.
Cuchet también justifica las peores rentabilidades en el pasado frente a otros activos. “De los seis periodos de retrocesos de más del 10% en las bolsas mundiales desde 2002, se han constatado cinco entre 2008 y 2012. Es decir, ¡uno al año! Es en estos momentos cuando los gestores alternativos hacen su trabajo: reducen los riesgos para cumplir su objetivo de preservación del capital… y lógicamente se quedan sin el rebote, a menudo rápido, de los activos de riesgo que se produce a continuación”. Por eso, y ante el hecho de que la industria ha tenido peor comportamiento que otros activos tradicionales, defiende que hay que relativizar los rendimientos del sector y considerar que, con respecto al nivel de los tipos de interés, siempre ha dado retornos un 3% o 4% por encima desde 2002.
Una pausa regulatoria
Después de haber abogado desde 2009 por una mayor disciplina reglamentaria y una mayor transparencia, Dexia AM anticipa ahora una pausa a nivel reglamentario.“ Después del tsunami reglamentario de los últimos años, hemos entrado en una fase de desarrollo, tanto en la implantación de la nueva Directiva AIFM para los fondos no UCITS, como en el marco del nuevo esquema de compensación de productos derivados OTC con EMIR en Europa”, dice Cuchet, convencido de que UCITS VI tardará aún bastante tiempo en llegar. Como respecto al éxito de la Directiva Alternativa Europea, que el 80% de las gestores está aún a la espera de implementar, sin prisa, cree que todo dependerá de que los inversores favorezcan los productos de gestoras con este pasaporte frente a los offshore, pero también está convencido de que en algunos casos las entidades no tendrán otra opción que cumplir la directiva, sobre todo si quieren vender en países que han prohibido los anteriores regímenes de venta (los private placement), como Alemania, o que podrían hacerlo en el futuro.
Como tendencia, vislumbra que grandes entidades que ya cumplen con UCITS se adhieran a la marca alternativa, algo que no les resultará complicado, si bien “no hay que subestimar esta fase que requiere fuertes inversiones y decisiones estratégicas”. Pero serán las entidades no UCITS las que tengan que hacer mayores esfuerzos y sobre las que recaigan mayores costes, que pagarán junto a los inversores. “Para las entidades que no cumplan con UCITS o no sean europeas y quieran vender fondos alternativos en Europa, cumplir la directiva alternativa costará más. Igual pasa con EMIR: las que antes trabajaban con colaterales tendrán menos que implementar que las que no lo hacían”, apostilla.
Por su parte, Dexia AM ha elegido el doble reconocimiento UCITS/AIFM para sus sociedades de gestión con base en Francia, Bélgica y Luxemburgo y presentará su dosier para el reconocimiento AIFM en los primeros meses de 2014.