Los bonos ligados a la inflación son aquellos en los que el pago del cupón o el reembolso final aumenta con la inflación o disminuye con la deflación. La mayoría de los bonos vinculados a la inflación son bonos emitidos por entidades soberanas.
Cuanto mayor sea la tasa de inflación y mayor sea el horizonte de inversión, más erosionará la inflación su poder adquisitivo al vencimiento del bono. Por lo que esta vinculación ayuda a los inversores a cubrir el riesgo de inflación en sus carteras.
Los principales inversores de los bonos ligados a la inflación son planes de pensiones y compañías aseguradoras, que tienen la necesidad estructural de invertir en activos que compensen la pérdida de su valor debido a la inflación.
En caso de deflación, los intereses pagados por los bonos vinculados a la inflación se reducen en la cantidad de deflación. Sin embargo, la mayoría de los emisores soberanos ofrecen protección del principal contra la deflación al vencimiento.