Un fondo de distribución o de reparto es aquel que reparte entre sus inversores los dividendos generados en un periodo de tiempo específico.
Los inversores que invierten en este tipo de fondos reciben los dividendos de forma periódica, ya sea de forma trimestral, semestral o anual.
El importe de los mismos, dependerá del conjunto de los dividendos que repartan las empresas que forman la cartera del fondo.
Un fondo de distribución se parece a un depósito en que todos los beneficios que se generan pasan a la cuenta del inversor, debiendo pagar éste los impuestos que correspondan a Hacienda.