Los bonos High Yield son activos de renta fija que ofrecen elevadas rentabilidades a los inversores, ya que los emiten compañías y Estados con una baja calificación crediticia (calificación BBB- según Standard & Poor’s o de BAA3 según Moody’s).
En contraprestación al riesgo que asume el inversor, estos bonos pagan un tipo de interés más alto. También se hacen llamar bonos basura.