La inversión colectiva tiene una serie de ventajas que la hacen muy atractiva para los inversores. Los partícipes de un fondo de inversión se pueden beneficiar de los conocimientos especializados del gestor del fondo, pueden acceder a oportunidades de inversión que no están al alcance de los inversores particulares y, además, el riesgo se reparte, por lo que la inversión de cada uno no depende excesivamente de la evolución de empresas concretas.
Según explica Fidelity, como los fondos invierten generalmente en diferentes activos subyacentes, te pueden ayudar a diversificar el riesgo de tu inversión. Si inviertes en un reducido número de empresas a través de tus acciones, tu dinero estará sujeto a la evolución de dichas compañías. Si inviertes en un fondo, tu dinero se invertirá en decenas de empresas, lo que te hará menos dependiente del éxito o fracaso de una empresa concreta y dará lugar a una cartera diversificada.
Sin embargo, el problema puede llegar a la hora de elegir un fondo. ¿Cómo elegir entre los miles de fondos que existen en el mercado? Desde Fidelity consideran que hay cuatro factores que todo potencial inversor debe tener en cuenta a la hora de elegir un fondo.
El primer factor es la edad del fondo. ¿Quieres un fondo con una trayectoria consolidada o entrar pronto en un fondo lanzado recientemente? Un fondo consolidado tiene una trayectoria y permite comprobar su evolución, pero hay que recordar que las rentabilidades pasadas no son promesa o garantía de rentabilidades futuras. Sin embargo, un nuevo fondo te permitirá beneficiarte de su crecimiento desde el comienzo.
Otra de las consideracion que debemos tener en cuenta es el mandato del gestor actual. Que un fondo consiga un rendimiento bueno y constante a menudo depende de que el gestor lleve algún tiempo a los mandos del fondo. Sin embargo, desde Fidelity recuerdan que debemos tener cuidado si estamos buscando «gestores estrella», ya que éstos pueden cambiar de trabajo.
El tercer factos son los ratings independientes. Las empresas como Morningstar o Standard & Poor’s otorgan ratings (calificaciones) independientes a los fondos en función de su rendimiento, su solvencia y la coherencia de su gestión.
Por último, debemos vigilar las comisiones. Los expertos de Fidelity recomiendan identificar y analizar cuidadosamente todas las comisiones del fondo. Debemos fijarnos, por ejemplo, en si las comisiones anuales de gestión son excesivas o si existen penalizaciones por retirar tu dinero.
Cuando estemos decidiendo dónde invertir, conviene analizar los objetivos de un fondo y la trayectoria de su gestor, pero es igual de importante no pasar por alto otro factor clave: las comisiones. Algunos fondos, como los que replican un índice bursátil, poseen comisiones relativamente bajas. En otros son más elevadas porque ponen en práctica unos conocimientos de inversión concretos y un análisis exhaustivo. Las comisiones que se cobran en productos como los fondos de inversión pueden repercutir sobre sus rentabilidades, por lo que es importante que entiendas qué pagamos.