La situación vivida a raíz de la pandemia del COVID-19 ha incrementado el interés de los ciudadanos y su concienciación por lograr un desarrollo sostenible a nivel mundial. Era una tendencia que se observaba en años anteriores, pero que en 2020 ha cobrado gran protagonismo. En pocas palabras, invertir en sostenibilidad se ha convertido en un aspecto relevante como destino del ahorro.
La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es una tendencia que busca contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad teniendo en cuenta valores éticos, sociales y medioambientales en las carteras de inversión, sin perder de vista la rentabilidad obtenida.
El 25 de septiembre de 2015, los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible con el objetivo de impulsar las acciones, comportamientos y valores orientados a mejorar las condiciones de nuestro planeta y la vida de todos los que habitan en él. Este plan de acción está compuesto por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU en su compromiso conjunto para mejorar el futuro.
Con motivo del quinto aniversario de la adopción de la Agenda 2030 – y con diez años más por delante para continuar trabajando en todos sus puntos –, desde el Observatorio Inverco han elaborado un documento con algunas claves para que los ciudadanos puedan contribuir, a través del ahorro que han destinado a la inversión, a cumplir con los ODS de las Naciones Unidas.
1. Inversión en Fondos siguiendo criterios ASG/ESG
Los factores ASG, también conocidos como principios ESG por su nombre en inglés, constituyen un conjunto de criterios no financieros que se establecen como pautas a tener en consideración durante el proceso de toma de decisiones de inversión. Estos criterios se dividen en tres grandes grupos: ambientales, que engloban aspectos como el cambio climático, emisiones tóxicas o energías renovables; sociales, como la consecución de los derechos humanos, condiciones de trabajo dignas, diversidad e igualdad o acceso a la información; y de gobierno corporativo, como poner fin a la corrupción, favorecer la ética empresarial o fomentar la transparencia.
A través de la inversión siguiendo criterios ASG es posible observar a largo plazo el impacto cualitativo y cuantitativo que tendrá esa acción sobre la consecución de los ODS. La importancia de los criterios ambientales, por ejemplo, se encuentra directamente relacionada con el objetivo de proporcionar agua limpia y cuidar de los ecosistemas. En el caso de los criterios sociales, su importancia en la inversión persigue los objetivos relacionados con la educación, la igualdad y la erradicación de la pobreza, mientras aquellos relacionados con el buen gobierno potenciarán el crecimiento económico y la innovación.
2. Invertir en fondos siguiendo la estrategia de exclusión
Este tipo de inversión socialmente responsable excluye de su cartera todas aquellas empresas cuya actividad esté asociada a comportamientos poco éticos o que influyan negativamente sobre el medioambiente y la sociedad. De esa forma, tan solo selecciona aquellas empresas cuya acción impulse el desarrollo sostenible y, a largo plazo, colabora en el cumplimiento de alguno de los 17 objetivos pautados por la ONU.
3. Inversión de impacto
Esta tendencia de inversión se caracteriza por orientar todas las decisiones de inversión hacia fondos que impulsen un impacto positivo sobre la sociedad, la economía, la política y el medioambiente. El principio fundamental de este tipo de inversiones consiste en obtener algún tipo de retorno financiero abordando al mismo tiempo una problemática social o medioambiental.
Desde su aprobación en 2015, en línea con la inversión de impacto han surgido nuevas tendencias que tienen como principal cualidad seguir alguno de los ODS planteados por la ONU. Algunos ejemplos de este tipo de inversión son aquellos enfocados en compañías que trabajan para impulsar el acceso a la educación en todas partes, poner fin a la pobreza, favorecer el acceso a una vivienda digna o llevar energía y agua potable a zonas en situación de vulnerabilidad económica.
4. Los fondos temáticos
Los fondos temáticos son en general fondos de renta variable global especializados que invierten en determinadas industrias que se benefician de dichas megatendencias. Por tanto, invierten en empresas ligadas a temáticas específicas como eficiencia energética, salud, medioambiente o innovación, aplicando criterios ASG en la selección de dichas compañías.
El término “megatendencia” refiere a todos aquellos cambios estructurales de largo plazo que afectan a la economía, a las empresas, a los consumidores y a la sociedad en el futuro. Es el caso, por ejemplo, de la importancia de cuidar el medioambiente y mitigar el impacto del cambio climático o de la aplicación de nuevas tecnologías en los modelos de negocio, nos referimos a industrias en las que se mueven compañías que muestran un alto potencial de crecimiento en el medio y largo plazo. Estas tendencias se desarrollan paralelamente a los ODS e indican el camino que seguirá la sociedad en el futuro. Por ello, a través de fondos temáticos se puede invertir no solo en aquellas empresas relacionadas en la lucha contra el cambio climático que tendrán un impacto positivo en el cuidado del ecosistema y el descenso de la contaminación, sino también en los nuevos avances tecnológicos que ayudarán a promover la innovación en la industria, las ciudades sostenibles y el consumo responsable.
5. Fondos solidarios
En la línea de la ISR, los inversores tienen la oportunidad de dirigir sus inversiones hacia los llamados fondos solidarios, una categoría dentro de los fondos en la cual, si bien no se invierte necesariamente siguiendo los criterios ASG, se ceden parte de los beneficios o las comisiones obtenidas a organizaciones o entidades con fines sociales. Estas donaciones pueden ser realizadas desde la gestora o bien el partícipe puede determinar el porcentaje de los beneficios que destinará a las asociaciones.
Las iniciativas seleccionadas a las que irá destinado este capital dependerán de la gestora y las compañías podrán conocer con anterioridad quiénes serán los beneficiarios de esa inversión, de manera que puedan escoger el fondo que más les encaje en línea con los principios y valores de su empresa.
6. Fondos que invierten en bonos verdes
Los bonos verdes consisten en instrumentos de financiación ofrecidos por bancos, empresas y administraciones públicas a los inversores a cambio de una rentabilidad y cuya cantidad se destina únicamente a la financiación de proyectos que contribuyan al desarrollo sostenible, como aquellos que fomenta el uso de energías renovables y reducen los efectos del cambio climático.
La Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés) ha publicado una serie de principios a seguir por estos vehículos de inversión, entre los cuales destaca la transparencia durante todo el proceso, la comunicación clara y gestión de los fondos obtenidos a través de terceros y la publicación de indicadores de rendimiento que apoyen la inversión realizada. Asimismo, se han establecido una serie de categorías que engloban las diversas temáticas de los bonos verdes, entre las cuales se encuentra la prevención de la contaminación, el impulso del transporte sostenible, la eficiencia energética o el desarrollo de infraestructuras ecológicas.
Estas categorías se establecen en línea con algunos de los ODS y, por ende, a través de este tipo de vehículos de inversión los ahorradores refuerzan su compromiso con principios como la defensa del medioambiente, el suministro de agua limpia y energía a regiones emergentes, el desarrollo de ciudades ecológicas y sostenibles y la protección de la vida marítima y terrestre.
Al igual que las opciones mencionadas anteriormente, existe la posibilidad de acceder a este tipo de inversiones también a través de los ETF sostenibles.
En resumen, existe una gran diversidad de productos dentro del ámbito de los fondos de inversión que permiten a los ciudadanos tener una participación activa en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de sus ahorros destinados a la inversión.
¿Cuáles son las denominaciones más frecuentes que se pueden encontrar en los fondos de inversión o fondos de pensiones que invierten siguiendo criterios ODS?
La mayoría de los fondos que siguen los ODS suelen indicar en su nombre esta cualidad. Podemos encontrar los acrónimos ODS, SDG ISR (Inversión Socialmente Responsable) o ESG (Environmental, social and governance).
En ocasiones, el nombre de los fondos incluye palabras que describen su enfoque: medioambiente, inclusión responsable, compromiso sanitario, futuro sostenible, megatendencias, desarrollo sostenible, inversión sostenible, agricultura y agua, educación, tecnología, salud, innovación en transporte e impact green.