Cuando los inversores se preocupan por la llegada de una recesión económica tienden a poner a buen recaudo su dinero refugiándolo en las clases de activos más seguras. Históricamente, esto significa invertir en renta fija y quedarse tranquila a la espera de que el temporal escampe. Sin embargo, hoy en día un inversor en renta fija puede estar literalmente perdiendo dinero si toma esta decisión y, por eso, se impone buscar alternativas de inversión seguras que consigan batir a la inflación.
Para Talib Sheikn, gestor del fondo Jupiter Flexible Income, la mejor alternativa son los fonfos de rentas, es decir, fondos que invierten en compañías que reparten dividendos y que proporcionan a los inversores una rentas periódicas. «La deuda en terreno negativo está forzando a los inversores a buscar alternativas más arriesgadas para sus inversiones. Desde mi punto de vista, los fondos de rentas son la mejor alternativa para la renta fija en este momento», ha afirmado durante un encuentro informativo.
Sin embargo, Sheikn niega la mayor y cree que la temida recesión se evitará en 2020. «Si bien los indicadores manufactureros en la zona Euro están deteriorándose de forma más significativa, quizás es demasiado pronto para hablar de recesión. Los datos están empezando a superar unas expectativas muy bajas», ha dicho.
En su opinión, la llegada de un nuevo liderazgo al BCE, cambiará el perfil de la autoridad monetaria desde lo económico a lo político. «Es hora de que la política fiscal tome el relevo a la monetaria. Lagarde tiene ese perfil y forzará a los gobiernos a ser más proactivos en materia fiscal», advierte Sheikn.
Las acciones «growth» han perdido brillo
Despejado el temor a una nueva recesión económica, Talib Sheikn, gestor del fondo Jupiter Flexible Income, apuesta de forma clara por la renta variable y recomienda a los inversores empezar a preocuparse por los fundamentales y las valoraciones de las compañías. En su opinón, las acciones estilo «growth», que han experimentado un fuerte rally en los últimos años, están perdiendo parte de su atractivo. «El estilo growth ha dejado de ser tan interesante desde la primera mitad de septiembre. Las primas de las acciones growth frente a las value están en su punto más alto desde la burbuja tecnológica», afirma.
La rotación hacia el value se aplica fundamentalmente a la renta variable europea, sobre todo a los bancos. «El BCE está poniéndolos en problemas, pero son ahora más solventes y rentables», señala este gestor. Y es que, como refleja el siguiente gráfico, los flujos de inversión hacia renta variable se están revirtiendo tras las fuertes ventas del año pasado.
No obstante, a juicio de Sheikn, «posiblemente haga falta una oleada de fuertes ventas en renta fija para alterar la preferencia por la calidad de los activos».