Tras un 2018 en el que el reparto de dividendos a nivel mundial registró un nuevo récord histórico, en 2019 se prevé que la historia vuelva a repetirse. En una entrevista con Futuro a Fondo, Denise Kissner, especialista de producto de estrategias en dividendo de DWS, afirma que “el reparto de dividendos de las empresas se situará en alrededor de 1.500 millones de dólares, lo que equivale realmente el PIB de España y supone un crecimiento de entre el 3% y el 7% respecto al año pasado”. Este año puede ser, en opinión de Kissner, el último en el que se registren crecimientos récord en los dividendos empresariales. “Los dividendos que se abonarán este ejercicio corresponden al balance general del año pasado”, explica esta experta.
En el contexto actual de mayor volatilidad en los mercados, una estrategia basada en obtener retornos vía dividendos cobra sentido para el inversor más conservador. El DWS Invest Top Dividend pone el foco en aquellas empresas capaces de mantener una política estable de dividendos incluso durante las recesiones.
¿Y cuáles son esas empresas? Tal y como explica Kissner en el último año y medio ha aumentado el peso del sector energético y de materias primas tras el colapso del sector petróleo de hace unos años. “Ahora mismo estas empresas están muy baratas y están volviendo a abonar dividendo en efectivo del 5 el 6%”. Un ejemplo de ello es BHP Group, la segunda mayor posición del fondo actualmente.
A pesar de que compañías del sector tecnológico como Apple o Microsoft se encuentran entre las más generosas con sus accionistas, la cartera de un fondo como el DWS Invest Top Dividend se compone fundamentalmente de valores defensivos que permitan tanto reducir la volatilidad del fondo como proteger el patrimonio de los inversores, afirma Kissner.
La protección del patrimonio de los partícipes les lleva a invertir en compañías que reparten dividendo, “pero que se sitúan en el extremo inferior de la horquilla, entre el 1,5-3% hasta el 5-6%, descartando una rentabilidad por dividendo por encima del 7% porque eso no es sostenible a largo plazo y preferimos evitarlo”, explica.
¿Qué rentabilidad pueden esperar los inversores en esta estrategia?
Las estrategias de inversión en dividendos se caracterizan por ofrecer exposición al mercado de renta variable sin exponerse del todo a sus riesgos. Esto tiene sus pros y sus contras, como explica Kissner. “En un mercado alcista, no podremos superar el potencial de la renta variable, pero protegemos mejor el patrimonio en los momentos de corrección. Quizás no al 100%, pero el inversor perderá menos”, argumenta. En opinión de esta experta, este es principal motivo que hace atractivo este producto para el inversor conservador español.
Respecto a la rentabilidad que éste puede esperar, Kissner puntualiza que en esta estrategia contamos con dos fuentes de rentabilidad: la revalorización del mercado y la política de dividendos. Ésta última la sitúa entre el 3,5% y el 4%, mientras que la primera en un solo dígito, teniendo en cuenta el comportamiento del mercado en la última década.