“A río revuelto, ganancia de pescadores”, dice el refranero español. Pero en la industria de gestión de activos, este dicho no se suele cumplirse porque cuando el río está revuelto, pocos son los pescadores que logran ganancias. Para Horos AM, gestora de value investing, ellos son uno de esos pescadores que saben sacar provecho de lo revuelto que está “río” en el contexto actual.
“Creemos que ha habido tres grandes focos que han llenado de volatilidad el mercado: Donald Trump y su disputa comercial con China, las dudas sobre la economía china y el Brexit”, apunta Javier Ruiz, director de inversiones de Horos AM, antes de desgranar cada uno de estos focos.
Sobre Trump, destaca que es la primera vez en la historia que hay un presidente en Estados Unidos con un discurso tan agresivo como el actual. “Lo que no sabemos aún es cuál será las consecuencia de toda esta guerra comercial y a quién le pesará más. Algo que conecta con el que consideramos es el segundo foco que volatilidad: las dudas sobre la economía china. Estas dudas las llevamos arrastrando cinco años por la eterna preocupación por el crecimiento apoyado en la deuda, pero es la primera vez que vemos un crecimiento de la deuda menos saludable. Esto explica la caída de las materias primas en 2018”, afirma Ruiz.
Sobre el tercero de los focos, el Brexit, considera que sigue siendo complicado prever un final. “Es motivo de volatilidad porque no sabemos si Theresa May, la primera ministra británica, tiene capacidad para realizar el plan que está preparando y por lo tanto, no se puede hacer muchas estimaciones”, añade.
Estrategia de inversión
Frente a este balance de 2018, y teniendo en cuenta que casi ha sido imposible tener resultados positivos en cualquier activo, pareciera que hay pocas opciones de inversión para este año, pero es este contexto donde el equipo de Horos AM considera que pueda sacar mayor provecho. De cara a este año, el equipo de Horos AM apuesta por la renta variable ya que, según apunta Ruiz, “si miramos el índice S&P 500, históricamente, ha dado rentabilidades”.
“Hemos visto en las caídas que ha experimentado el mercado una oportunidad para invertir. Para ello nuestro criterio de selección sigue basándose en cinco aspectos clave: empresas que entendamos, con un balance financiero sólido, que tengan ventajas competitivas, con una fuerte dirección y gestión del negocio, y empresas que tiene un margen de seguridad o potencial. Gracias a estas caídas y a nuestra construcción de la cartera, hemos logrado ampliar el potencial de nuestros fondos”, explica Miguel Rodríguez, gestor de Horos AM. La gestora señala que, a raíz de estas caídas, sus dos principales fondos, Horos Value Iberia y Horos Value Internacional, están casi totalmente invertidos.
Entre las temáticas que encuentran más atractivas, la gestora sitúa a las pequeñas y medianas empresas. “No es que concretamente vayamos buscando este tipo de empresas, pero en los últimos años y tras el análisis que hacemos, nos damos cuenta que muchas de estas compañías cumplen con los criterios que son relevantes para nosotros. En particular aquellas firmas que parecen estar castigas u olvidadas por los analistas. Además, coincide que muchas de estas empresas son familiares”, matiza Rodríguez.
La visión de Rodríguez se materializa en las posiciones de sus fondos. En el caso Horos Value Iberia sus principales apuestas son las empresas pequeñas y familiares y las compañías olvidadas u odiadas. Y, en el fondo Horos Value Internacional destacan las plataformas tecnológicas líderes del mercado, las materias primas (en particular el petróleo, el cobre y el uranio) y, de nuevo, las pequeñas empresas olvidadas de los mercados emergentes.
Otro ejemplo que la gestora pone de cómo sacar ganancia de este río revuelto es aprovechar el Brexit. “Tenemos en cartera una inmobiliaria británica que además cuenta con un negocio de tasación. Pese a que hablar del sector inmobiliaria en el contexto del Brexit no suene atractivo, consideramos que la firma tiene una muy buena gestión del capital y que cumple con nuestros criterios”, concluye Rodríguez.