Cuando los inversores españoles compran un fondo de inversión, buscan características como seguridad o rentabilidad. Sin embargo, un reciente estudio concluye que, a la hora de seleccionar un producto, no tienen en cuenta este último factor. En España la correlación entre las entradas de flujos de capital en una entidad y las rentabilidades totales generadas es de un 4,3%, una cifra muy baja y que quiere decir que por cada punto de rentabilidad que obtiene una gestora, solo se traduce en 0,04 puntos de crecimiento en activos vía flujos. Por su parte, la correlación entre la rentabilidad que obtiene el inversor (el llamado Investor Return) y de los flujos de dinero es casi dos veces y media mayor, del 10,2%. Es decir, a la hora de atraer dinero es mucho más importante la experiencia real que han obtenido los inversores con un determinado producto que la rentabilidad que aparece en la ficha comercial de cada uno de ellos.
Las cifras son bajas y por eso los autores del estudio, Martín Huete, director general adjunto de Caja España Fondos, y Javier Sáenz de Cenzano, director de Análisis de Fondos Morningstar Spain, explican que el inversor medio en fondos españoles no ha tenido como criterio principal la rentabilidad a la hora de hacer su selección de fondos, o de permanecer en los mismos en los últimos cinco años. En Estados Unidos la correlación entre rentabilidad total y entrada de flujos es del 30%, que, aun siendo también baja, multiplica casi por siete la correlación en España. Teniendo en cuenta el retorno obtenido por el inversor la cifra aumenta hasta alrededor un 50% en el gigante americano. Al analizar esos datos, los expertos concluyen que «la industria española irá por el mismo camino en los años venideros, y antes o después la rentabilidad será un factor relevante para determinar las gestoras que ganan o pierden cuota de mercado».
Teniendo en cuenta el primer factor, el retorno total, entre las que más rentabilidad ofrecieron están las gestoras de Bestinver, Inverseguros y Merchbank, con retornos cercanos al 9%, 7% y 5% respectivamente, pero las tres vieron caídas en sus activos, del 3% en el primer caso pero del 30% y hasta del 48% en los otros dos. Es la tónica general de la mayoría de entidades: entre las grandes, Santander AM y BBVA AM dieron rentabilidades positivas, de en torno al 2%, pero tuvieron crecimientos negativos. En el segundo caso, el estudio también muestra que, en una industria de fondos como la española, dominada por los bancos, un alto retorno al inversor no garantiza una alta captación de activos.
“La única explicación que encontramos a esto es la alta concentración bancaria del sector. Parece que, bien por decisión del inversor o bien por la capacidad de distribución de algunas gestoras, el inversor medio en fondos permanece cautivo y/o no hace una selección de producto exhaustiva, a pesar de encontrarnos en una industria donde la arquitectura abierta debería ir ganado peso”, explican los autores.
Las excepciones: March Gestión, Banca Cívica o Cartesio
En este marco genérico también encuentran excepciones, pues hay algunas gestoras que han sido capaces de traducir sus buenas rentabilidades totales en crecimiento de activos vía flujos en los últimos cinco años. Por ejemplo, Banca Cívica, absorbida recientemente por InverCaixa, obtuvo una rentabilidad total del 5,2%, y fue capaz de traducirla en un crecimiento de activos del 47%, según el estudio. También Cartesio transformó una rentabilidad del 4% en crecimiento del 22%, similar al de March Gestión, aunque sus retornos fueron del 2,4%. Banco Madrid Gestión de Activos también creció más de un 20% en activos vía flujos con un retorno casi plano, del 0,08% según los datos de Morningstar. Amundi Iberia, Aviva Gestión y Unicorp consiguieron crecimientos respectivos del 12%, 12,8% y 13,4% con retornos planos en el primer caso, y del 2% y 4% respectivamente. Otras entidades como EDM Gestión y KutxaBank Gestión vieron un crecimiento bastante más correlacionado con su rentabilidad, de algo más del 3% con retornos de en torno al 2%. Incluso hay gestoras que con retornos negativos lograron aumentar sus activos en el periodo comprendido entre julio de 2008 y finales de junio de 2013, como Welzia o Metagestión.
También hay entidades que han logrado traducir sus buenos números de retorno al inversor en un incremento significativo de su patrimonio. De nuevo, Banca Cívica (4,66% de rentabilidad y crecimiento superior al 47%), Cartesio (ha materializado un retorno del 3,3% en un crecimiento del 22%), March Gestión (retornos del 1,5% y crecimiento del 22%) o Fineco Patrimonios (crece el 28% con un retorno del 0,12%).
Los autores han usado rentabilidades absolutas y no en relación a competidores o índices, luego los resultados del ranking están sesgados por el tipo de producto que cada gestora ofrece y con un sesgo de supervivencia, porque los fondos que han desaparecido no se tienen en cuenta. No obstante, si bien las gestoras no tienen control absoluto sobre los productos que compran los inversores, sí tienen control sobre los productos que lanzan, cuándo los lanzan, cómo los promocionan, etc. “Si bien las gestoras no tienen control total sobre cuando los inversores entran y salen en sus fondos, sí que tienen cierto control: deciden sobre el diseño de los productos que ofrecen, cuándo los lanzan, qué reclamos hacen sobre los objetivos del fondo y qué marketing realizan. Porque en definitiva, los inversores vuelven a los lugares donde han tenido buenas experiencias, mientras que evitan aquellos donde han sufrido”, dicen los autores.
El estudio con respecto a la rentabilidad total evalúa la correlación entre el crecimiento vía flujos de las gestoras y la rentabilidad de sus productos, medida en términos de rentabilidad total anualizada y tomando en consideración los últimos cinco años. Para estudiar el retorno total y llegar a la rentabilidad media de cada gestora se ha ponderado la rentabilidad de cada fondo/sicav por el volumen actual de cada uno de ellos. Para el denominador del crecimiento se ha utilizado el volumen total de activos gestionados por cada gestora en fondos y sicavs a 30 de junio de 2013, lo que explica crecimientos menores al -100% en algunos casos. En el segundo estudio se ha elegido el retorno al inversor, para lo cual se ha ponderado la rentabilidad de cada fondo por el volumen del mismo en cada momento, es decir, teniendo en cuenta los flujos mensuales de entradas y salidas de dinero. En otras palabras, el retorno al inversor calcula el rendimiento del fondo a nivel agregado para todos los euros que se han invertido en el mismo a lo largo del tiempo, reflejando de mejor forma la experiencia real que han tenido los inversores en un determinado producto.