El mercado está caro y cada vez es más difícil ofrecerle al inversor conservador opciones para rentabilizar su dinero. Desde Renta 4 Gestora tienen claro que el reto de invertir en mercados caros pasa por estar en liquidez y por apostar por renta variable, mercados emergentes y deuda corporativa High Yield. Solo así se le puede ofrecer al inversor una rentabilidad que, al menos, cubra la inflación.
La gran incógnita es si el inversor conservador es consciente de que esta es la composición de cartera más rentable para los tiempos que corren. Miguel Jiménez, gestor de Renta 4 Gestora, cree que no y le preocupa, precisamente, que «cuando cambie el ciclo económico se produzcan fuertes reembolsos de los fondos conservadores».
Y es que al inversor conservador que, en los últimos años, ha huído del depósito y, en búsqueda de rentabilidad, ha abrazado los fondos de inversión, le esperan retornos más ajustados y asumir más riesgo. «Ha entrado una gran cantidad de dinero en fondos procedentes de depósitos y la única forma de rentabilizar ese dinero ahora mismo es con emergentes, high yield y renta variable», explica Jiménez.
La liquidez es otra de las características del Renta 4 Pegasus, el fondo conservador de Renta 4 Gestora, lo que Jiménez justifica «porque creemos que este mix es mejor que estar invertido al 100%».
En una estrategia en la que no entra ni la deuda pública y en la que hay que ser muy selectivos con la corporativa, Renta 4 Gestora opina que, en determinadas empresas, es preferible ser bonista que accionista. Es el caso, dice Jiménez, de Indra, Grifols o Netflix, «donde a no ser que creas que van a quebrar, te están ofreciendo rentabilidades interesantes entorno al 5%».
Al igual que con determinada renta fija corporativa, los mercados emergentes ofrecen rentabilidades más altas con un riesgo que compensa un elevado crecimiento que es «lo que lo cura todo», señala el experto. «Estamos incrementado posiciones en México, Colombia que ofrecen rentabilidades en deuda pública al 8% y son países que igual son más solventes que los desarrollados al no tener que sostener un Estado del Bienestar. Tienen mucho sentido para un 5% de la cartera y son una fuente de diversificación», añade.
En cuanto al efecto divisa, Jiménez cree que puede beneficiar al inversor en el caso de que cualquier evento en Europa que deprecie al Euro, tendría como consecuencia una apreciación de las inversiones fuera de Viejo Continente. Además, cree que estar invertido fuera de la zona Euro sin cobertura de divisa tiene sentido para un porcentaje de entre el 5% y el 10% de las inversiones.
En cuanto a la renta variable, a Jiménez no le preocupa el efecto que pueda tener en Bolsa la subida de los tipos de interés en EE.UU. y la rentabiliad del bono americano. «Si en dos años se pusieran al 5%, saldría mucho dinero de las bolsas, pero el mundo no está para subidas muy agresivas», explica. Eso sí, reconoce que ahora es momento de aprovechar la diferencia de tipos de interés entre EE.UU. y Europa que es «la mayor de los últimos 10 años».