Hay unas 3.500 empresas cotizadas en Japón, pero el seguimiento continuo de los brókers hacia ellas es más bien escaso. “El 42% de las grandes compañías y el 90% de las pequeñas no son analizadas de forma habitual, y existen muy pocos informes en inglés de las mismas. Ése es el motivo por el que apenas hay fondos extranjeros que hagan inversión “value” en este país asiático, según Marc Garrigasait y Luis Torras, gestores del fondo español de renta variable japonesa más rentable de 2017, el Japan Deep Value Fund.
Durante su conferencia-coloquio impartida en Value School, han destacado que en 2017 este fondo ha conseguido una rentabilidad del 37,4%. En opinión de Garrigasait y Torras, en Japón está prácticamente casi todo por hacer en cuanto a inversión “value”, pues los inversores y brokers se limitan a hacer análisis técnicos y no van más allá.
El mercado bursátil japonés lleva prácticamente casi 30 años en depresión, porque la confianza inversora de los nativos permanece estancada. Según afirmaron los gestores, sólo el 4% del dinero de los japoneses está en fondos de inversión y apenas el 8% de los particulares de este país invierte en fondos.
La única evolución que se ha registrado en la Bolsa japonesa ha venido de los inversores extranjeros, que en los últimos 40 años ha elevado su cuota desde una horquilla de entre el 5 y 10% hasta la actual de entre un 30 y un 40%.
Todos estos datos han hecho que un gran número de brokers japoneses haya desaparecido, con lo cual “hay un territorio de inversión enorme y virgen, con sus consiguientes peligros, pero también con unos márgenes de seguridad enormes para poder invertir”, afirmaron los gestores de Japan Deep Value.