La tasa de ahorro bruto de las familias españolas se redujo ligeramente en 2016 un 0,4% pero, por el contrario, aumentó la de las empresas, que lo hizo un 0,7%, hasta representar el 17,2% del PIB. Así se pone de manifiesto en la «Evolución de los flujos y los balances financieros de los hogares y de las empresas no financieras en 2016», publicado por el Banco de España.
Según dicho informe, pese a la reducción del ahorro bruto de las familias, los hogares lograron aumentar en un 2,5% la adquisición neta de los activos financieros, hasta alcanzar máximos de los últimos ocho años. La mayor parte de las inversiones en activos financieros se destinó a fondos de inversión, depósitos y seguros, y planes de pensiones, lo que supone una mayor diversificación que en 2015.
Las familias invirtieron, en el conjunto del año, una cuantía equivalente al 2,4% de su renta bruta disponible en este tipo de activos, una cifra inferior a la de los tres años anteriores. Por el contrario, el ahorro dirigido a depósitos creció hasta el 2,6% de su renta bruta disponible.
También fueron positivas las aportaciones a instrumentos de previsión social (seguros y planes de pensiones), por un importe del 1,9% de su renta, acercándose a las realizadas en 2014 (2%), que fueron, a su vez, las más altas desde 2009.
El informe también explica que por otra parte, continuó el proceso de desinversión en valores de renta fija iniciado en 2012, aunque esta vez la caída fue moderada, y apenas supuso el 0,2% de la renta bruta disponible. Por cuarto año consecutivo, las familias también redujeron su cartera de acciones y otras participaciones según indica el informe, que destaca que al cierre de 2016, la riqueza financiera bruta de los hogares creció alrededor del 2%.
En el caso de las empresas, su riqueza financiera bruta volvió a aumentar el año pasado, favorecida por la inversión de las compañías en activos financieros, aunque su avance, del 2,4%, fue menor que el observado en 2015, cuando alcanzó el 7%.
El citado informe del Banco de España también precisa que la tasa de ahorro bruto de las empresas aumentó ligeramente en 2016, 0,7%, hasta el 17,2% del PIB. «Por cuarto año consecutivo, volvió a aumentar la inversión neta en activos financieros de las sociedades no financieras, que alcanzó en 2016 un importe equivalente al 6,1% del PIB, la cifra más elevada desde 2010», concluye el informe.