Mientras que el 21% de los españoles dice no contar con ningún tipo de ahorro o inversión, el 28% afirma tener ambos. No obstante, existe una diferencia sustancial entre aquellos inversores que únicamente disponen de ahorros (el 46%) frente a aquellos que solo tienen inversiones (4%).
Según la nueva edición del Global Investment Survey realizado por Legg Mason, para incrementar el capital asignado a fondos de inversión, el 34% de los encuestados en España afirma que sería necesario “un régimen tributario más favorable” y el mismo porcentaje afirmó que el factor clave sería poder contar con unas “comisiones más reducidas”. El factor señalado en tercer lugar, “una mayor transparencia en las comisiones”, resultó ser determinante para el 32%.
Respecto a su tolerancia general al riesgo, más de las tres cuartas partes de los inversores españoles (76%) se consideran “algo conservador” o “muy conservador” a la hora de invertir a largo plazo. En concreto, el 36% de los inversores españoles describe su tolerancia general al riesgo como “muy conservadora”, el porcentaje más alto de entre todos los países europeos participantes en el estudio. Esta percepción explica que, de media, asignen la mayor parte de sus inversiones a activos líquidos (28,6%) y renta fija (15%).
El estudio también revela que los españoles son los inversores europeos con el mayor porcentaje de inversiones asignadas a “inversiones no tradicionales”, como por ejemplo, las materias primas (casi el 10% de la cartera)
En cuanto a la distribución geográfica de sus activos, es destacable que algo más de la mitad de los inversores españoles (54%) cuenta con el 100% de sus inversiones en España. Este porcentaje les convierte, junto a los franceses, en los inversores que menos diversifican por región (el 55% de los franceses cuenta con el 100% de sus activos invertidos en su país). Preguntados por el mayor obstáculo a la hora de invertir fuera de su país de origen, el 21% señaló en primer lugar la “incertidumbre mundial”, mientras que el 16% considera que “no estar familiarizado con las oportunidades” es el obstáculo más importante.
Los españoles son los europeos que más esperan de sus inversiones
Pese a considerarse inversores conservadores, el estudio muestra que los españoles buscan obtener unos rendimientos altos de sus inversiones. De hecho, los españoles se sitúan entre los inversores europeos que buscan mayores tasas de rentabilidad, con una media del 7,20% y solo superados por los suecos, que buscan un 7,87%. Sin embargo, la tasa media de rentabilidad que los inversores españoles perciben es, en realidad, del 4,88%.
Javier Mallo, responsable de Legg Mason para España y Portugal, comenta: “La encuesta Global Investment Survey muestra que España cuenta con la mayor brecha de Europa en cuanto a la rentabilidad que los inversores esperan de sus inversiones y lo que obtienen en realidad. Mientras que la brecha de rentabilidad en Europa se sitúa en alrededor del -1,74%, en nuestro país alcanza el -2,32%. Estos datos muestran que todavía queda mucho trabajo por hacer a la hora de buscar y elegir el producto más adecuado para cada perfil de inversor. Además, creemos que la gestión activa seguirá desempeñando un papel clave para reducir esta brecha”.