En las últimas décadas el sector financiero ha experimentado un aumento considerable de nuevos productos financieros. En Europa actualmente se distribuyen más de 40.000 fondos de inversión y desde el punto de vista de un inversor la elección se convierte en una cuestión más que complicada. Con el propósito de contribuir en la definición de unos parámetros que faciliten al inversor final esta tarea, nació el International Advisory Board (IAB) de Inversis. Entre sus objetivos está, además, detectar la forma más eficiente a la hora de entender y valorar la evolución de un gestor de fondos.
Uno de los recientes estudios supervisados por este órgano asesor, por ejemplo, puso de manifiesto que la elevada experiencia de los gestores de fondos de inversión no garantiza unos mejores rendimientos. “Este estudio se realizó sobre fondos americanos en los cuáles el gestor había sido el mismo durante los últimos diez años, aunque hay que tener en cuenta que, en EE.UU., por la madurez del mercado, es bastante fácil encontrar gestores que siguen activos con 70 años como es el caso de Warren Buffet”, explica Guendalina Bolis, presidenta del IAB durante una entrevista con Futuro a Fondo.
El documento concluye que los gestores con mucha experiencia son menos propensos a asumir riesgos lo que se traduce, en teoría, en una menor rentabilidad y una mayor limitación de pérdidas. Bolis señala como encontrar gestores que estén al frente del mismo fondo durante un período de diez años es mucho más difícil en Europa. “Esto quiere decir que la muestra de gestores con la que se ha hecho el análisis son muy buenos. En caso contrario no seguirían al frente del fondo”, afirma.
Una situación que se traduce, por otro lado, en que los gestores más jóvenes, quienes no cuentan con un elevado patrimonio o no tienen un elevado “track record” con independencia de su edad, son más propensos a asumir un riesgo mayor o, en palabras de Bolis, “un mayor afán por alcanzar el éxito que, con el paso del tiempo, se va reduciendo”.
Se produce, no obstante, una paradoja al valorarse muy bien que el gestor tenga mucho “track record” y valorarse, sin embargo, muy mal que tenga mucho patrimonio. “Pero el gestor va a alcanzar mucho patrimonio cuando tiene mucho track record y cuando lo ha hecho muy bien en el pasado. Dentro del IAB tenemos una discusión sobre cuáles son precisamente los criterios que premian y los que no a la hora de seleccionar un buen gestor. El ideal sería un track record medio que permita demostrar que el gestor es bueno, pero sin excesivo patrimonio porque en ese caso no puede seguir implementando su estrategia”, argumenta Bolis.
El dato nos puede llevar a pensar que, en un entorno como el actual donde es necesario asumir más riesgo para obtener retorno, la elevada experiencia del gestor juegue en nuestra contra. A juicio de Bolis, esto afecta fundamentalmente a los inversores en renta fija y señala el ejemplo del “inversor español que cuenta con un depósito al 3% y pueda incurrir en pérdidas muy superiores a su perfil si su gestor ha asumido más riesgo dentro del universo de renta fija para mantener esa rentabilidad, sin embargo, en la renta variable esto no es así”.