El ahorro financiero (activos financieros) de las familias españolas a finales de 2016, según datos del Banco de España, se situó en 2,09 billones de euros, nuevo máximo histórico de cierre de año. Durante el año pasado, los hogares españoles han incrementado en 27.857 millones de euros su saldo de activos financieros (1,4% más que en diciembre 2015).
Al igual que el trimestre anterior, la revalorización de las carteras de los hogares provocó un nuevo aumento del saldo de activos en el último trimestre. No obstante, para el conjunto del año, el 100% del incremento de activos financieros correspondió a las adquisiciones netas por parte de las familias, que compensaron con amplitud la corrección del precio de los activos por efecto mercado, tras el mal comportamiento de las Bolsas en los primeros meses del año.
Así, la adquisición neta de activos financieros por parte de las familias alcanzó los 39.192 millones de euros, cifra superior a las registradas en los últimos nueve años y destacando un año más las inversiones netas positivas en Instituciones de Inversión Colectiva (16.833 millones de euros).
Por cuarto año consecutivo, el activo financiero de referencia para las familias españolas fueron las IIC (Fondos y Sociedades de Inversión). En estos cuatro años, las familias han multiplicado por más de dos las tenencias de Fondos de Inversión, siendo el instrumento financiero con mayor incremento de saldo en este período.
A finales de 2016, el volumen total de IIC (Fondos y Sociedades de Inversión) en cartera de los hogares asciende a 263.767 millones de euros, y ya representa más de un 12,6% del total del ahorro financiero de las familias. Se trata de un incremento del 5,1% respecto a un año antes. Por otra parte, como se observa en el siguiente gráfico, la inversión directa ha caído ligeramente hasta representar el 27,2% del ahorro total. En este sentido, destaca el desplome de la inversión en renta fija a corto plazo con un descenso superior al 66% respecto al año anterior.
La deuda de las familias continúa descendiendo
En 2016, las familias españolas continuaron su proceso de desendeudamiento, y sus pasivos financieros ya suponen menos del 70% del PIB nacional, lo que unido al incremento de los activos impulsó la riqueza financiera neta de los hogares hasta los 1,32 billones de euros, nuevo máximo histórico. En sentido contrario, la riqueza inmobiliaria continúa anclada en torno al 414% del PIB, muy lejos de los máximos de 2007.