En lo que va de año, 2022 ha traído una gran incertidumbre que los inversores deben sopesar a la hora de posicionar sus carteras de renta fija. Con el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, los inversores buscaron refugio en los títulos de deuda pública, pero conforme el efecto inflacionista derivado del aumento de los precios de la energía fue palpable, la atención del mercado volvió a centrarse en las medidas que tomarán los bancos centrales para hacerla frente. En este contexto, una estrategia de renta fija flexible diseñada para abordar las distintas fases del ciclo de mercado sería equiparable a un pantalón desmontable que cubre las piernas cuando baja la temperatura en las noches de verano, pero que permite ir en bermudas cuando suben. Continuando con nuestra sección de fondos de armario, que se realiza de forma independiente por parte del equipo de Funds Society -utilizando información pública y datos de rentabilidad y riesgo proporcionados por VDOS-, hemos seleccionado la estrategia AXA WF GLOBAL STRATEGIC BONDS.
Durante gran parte del primer trimestre del año, los inversores de renta fija se han tenido que enfrentar a un entorno de mercado de “tormenta perfecta” en el que apenas hubo activos en los que esconderse. En fases como esta, es más importante que nunca centrarse en los objetivos a largo plazo y en cómo construir y gestionar la cartera para ofrecer la mejor oportunidad de alcanzarlos. Así lo expresa Nick Hayes, principal gestor de la estrategia AXA WF Global Strategic Bonds desde su lanzamiento en mayo de 2012.
Para el experto, el principal objetivo de una estrategia de renta fija de rentabilidad total sin restricciones es ofrecer una atractiva rentabilidad ajustada al riesgo a lo largo del ciclo. Su cartera puede modificar su asignación en activos de renta fija para tratar de estar en la parte correcta del mercado en el momento adecuado. Esta flexibilidad permite a la estrategia aprovechar las oportunidades en todo el espectro de la renta fija.
Al dividir el universo de inversión en tres categorías, “defensiva”, “intermedia” y “agresiva”, el equipo gestor puede diversificar entre riesgos de tipos de interés y de crédito teniendo en cuenta que existe una correlación baja e incluso negativa entre estos dos principales facto res. Esto ofrece la oportunidad de gestionar activamente el equilibrio entre ambos según las condiciones económicas y de mercado y las valoraciones imperantes.
Inevitablemente, habrá periodos en los que estas correlaciones se rompan y todas las clases de activos se muevan en la misma dirección al mismo tiempo. Este comportamiento se ha observado en el pasado durante el taper tantrum de 2013- 2015, brevemente durante la crisis de marzo de 2020 y de nuevo durante el primer trimestre de 2022. Si bien las estrategias con un objetivo de rentabilidad total a largo plazo no pueden garantizar rentabilidades positivas en todos los entornos y siempre sufrirán descensos cuando todas las clases de activos pierdan valor, sí pueden ofrecer un enfoque de flexibilidad, diversificación y gestión activa para mitigar cierta volatilidad sin perder de vista los objetivos a largo plazo.
Una de las principales ventajas del enfoque sin restricciones del AXA WF Global Strategic Bonds es su capacidad de guiarse por las convicciones. Esto implica que el equipo gestor construye una cartera con las mejores ideas de inversión que se encuentran alineadas con los objetivos a largo plazo, al tiempo que tácticamente responde a la volatilidad del mercado en el corto plazo. En última instancia, esta fidelidad hacia las convicciones es más beneficiosa para los inversores que tratar de proteger la cartera de toda volatilidad a corto plazo. Históricamente, esto se ha reflejado en un menor nivel de volatilidad que los fondos competidores, aunque a veces pueda suponer un rendimiento inferior en ciertos momentos del ciclo.
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