Es época estival en el Hemisferio Norte y momento para elegir destino de vacaciones: Europa para un verano lleno de historia, Latinoamérica para disfrutar de un clima más fresco, África para días llenos de aventuras o Asia para dar rienda suelta al viajero exótico que llevamos dentro. Las infraestructuras hoteleras sorpenden cada día más por su ubicación imposible, sus originales formas y por sus servicios mejorados.
Sobre todo por el primer punto destaca el hotel Hanging Gardens, a solo unos 30 minutos del centro espiritural y cultural de Bali, Ubud. El hotel es una obra maestra de ingeniería que se levanta majestuoso en medio de la selva de la isla, una construcción imposible a distintas alturas, aprovechando la inclinación del terreno, con una piscina de lujo en lo alto que muestra que, a veces, el sector de real estate puede crear entornos con verdadera magia.
Inmerso en el coracón de la selva de Ubud, este hotel del lujo de cinco estrellas, que ocupa 3,2 hectáreas, cuenta con 38 villas privadas y suites, cada una con su propia piscina de granito, con la jungla justo debajo del agua. Cada villa está diseñada con los tejados tradicioanles de Alang Alang, en armonía con la naturaleza.
El hotel, que cuenta con una gran piscina de dos niveles con cascadas, mira de frente a la jungla donde los monos juegan en las palmeras, con el susurro del río Ayung justo a sus pies y el templo Hindu Dalem Segara enfrente de las instalaciones.
Su renovado restaurante sirve platos tradicionales indonesios además de cocina de otros países asiáticos y también con influencias occidentales y mediterráneas, elaborados con vegetales que crecen en el pueblo vecino y con pescado fresco obtenido directamente de la Bahía de Jimbaran. También cuenta con un spa de lujo que combina ingredientes naturales y técnicas ancestrales para crear terapias de belleza y tratamientos que rejuvenecen el cuerpo y llenan de energía el alma.
Para moverse en un terreno muy inclinado, cuenta con un funicular que transporta a los huéspedes en los diferentes niveles de terrazas de la propiedad, llenos de jardines con flora y fauna local, como cocoteros, plantaciones de café u orquídeas, que crean un paraíso tropical.