Agosto viene con cambios. A principios de mes entró en vigor una actualización de MiFID II, bautizada como Green MiFID. Esta modificación requiere incluir preguntas adicionales en el test de idoneidad sobre las preferencias de sostenibilidad del cliente, preguntarle en qué medida quiere incluir productos sostenibles en su cartera y recomendar o adquirir productos que respondan a las preferencias.
En consecuencia, las recomendaciones que se formulen al cliente o las decisiones de inversión que se tomen para gestionar su cartera deben reflejar tanto los objetivos financieros como, en su caso, las preferencias ESG de dicho cliente.
Por otra parte, las entidades deben revelar, cuando proceda, información sobre las preferencias ESG de cada producto financiero antes de prestar servicios de inversión. También deben explicar a los clientes cómo se tienen en cuenta sus preferencias en materia de ESG para cada instrumento financiero en el proceso de selección utilizado para recomendarle productos financieros.
¿Qué preguntas deben incluir el test de idoneidad?
El primer paso será obtener el perfil inversor del cliente. Es decir, como punto de partida hay que valorar sus conocimientos y experiencia inversora previa, objetivos de inversión (incluyendo tolerancia al riesgo) y su situación financiera (incluyendo la capacidad para absorber pérdidas).
En cuanto a las preguntas sobre las preferencias de sostenibilidad, la ESMA propone el siguiente enfoque:
Una vez que se pregunte si el cliente tiene preferencias y la respuesta sea positiva, habrá que concretar en qué medida y sobre qué instrumentos tiene preferencias, taxonomía, SFDR o PIAS, y en función de su elección realizar cuestiones adicionales.
Si opta por proporción de inversión sostenible según SFDR o PIAS, habrá que preguntar si tiene preferencia ambiental, social o de gobernanza.
Si opta por SFDR o taxonomía, cuál es la proporción mínima que quiere. Para facilitar su elección, se podrán establecer rangos.
Si opta por tener en cuenta PIAS, se debe preguntar qué familia de PIAS o indicadores concretos quiere que se consideren y qué niveles considera adecuados.
¿Qué ocurre si el cliente no tiene preferencias de sostenibilidad?
Si, por el contrario, el cliente dice que no tiene preferencias de sostenibilidad o no responde a las preguntas sobre sostenibilidad, la entidad debe ser neutral y podrá ofrecer estos productos siempre que encajen en el perfil de riesgo.
Preferencias pero sin desarrollar
Por otro lado, si el cliente dice que sí tiene preferencias, pero no las detalle o desarrolla, la entidad debe tener políticas y procedimientos que definan qué hacer en estos casos.
Habrá que determinar por qué productos se optará y en qué proporción, e informar al cliente sobre su elección y el nivel de sostenibilidad de los productos que se le asignarán.