Es probable que la Reserva Federal considere que la economía estadounidense está lo suficientemente fortalecida como para comenzar a reducir su programa de relajación cuantitativa, afirma el Economista Jefe de Robeco, Léon Cornelissen.
Los mejores datos económicos son buenos augurios
La mejoría de los datos relativos al PIB y al empleo sugiere que la mayor economía del mundo se ha recuperado lo suficiente como para que la Reserva Federal estadounidense comience a reducir su programa de relajación cuantitativa (QE3). Se espera un veredicto tras la reunión mensual de la Reserva Federal de los días 17 y 18 de septiembre.
La economía estadounidense creció a un ritmo anualizado del 2,5% en el segundo trimestre, tras una importante revisión al alza desde la cifra registrada inicialmente, del 1,7%. En conjunto, la revisión confirma que Estados Unidos demuestra gran resiliencia a juzgar por los grandes recortes del gasto público.
Los datos relativos a los salarios no agrícolas (publicados el 6 de septiembre) fueron menos alentadores, pues en agosto se crearon 169.000 puestos de trabajo, menos de lo esperado. Sin embargo, esta cifra no cambia la perspectiva para la reducción del programa de relajación cuantitativa. La tasa de desempleo retrocedió al 7,3%, su nivel más bajo desde diciembre de 2008.
«La economía mundial muestra una fortaleza inesperada»
“Probablemente, la Reserva Federal considere que la economía estadounidense está lo suficientemente fortalecida como para poder anunciar después de su reunión de los días 17 y 18 de septiembre el comienzo de la reducción de sus compras mensuales de 85.000 millones de dólares”, afirma Cornelissen. Y el banco central probablemente reiterará su intención de finalizar su programa billonario de QE – el mayor de la historia – a mediados de 2014, asegura.
El mundo se recupera
“La economía mundial muestra una fortaleza inesperada”, afirma Cornelissen. “La economía europea ya no está en recesión; en Japón, el crecimiento es moderado; y China muestra signos de fortaleza inesperada, probablemente como consecuencia, una vez más, de las anteriores medidas anteriores de estímulo convencionales”.
Las elecciones alemanas del 22 de septiembre no suponen un factor de elevado riesgo, aunque todavía queda por ver la postura del Gobierno entrante sobre cuestiones clave para la estabilidad de la Unión Europea, como la legalidad de los rescates.
No obstante, los mercados emergentes continúan siendo problemáticos, y aumenta el riesgo de errores políticos en determinados países importantes, afirma Cornelissen. La retórica china ha virado para confirmar el objetivo de crecimiento del 7,5% para 2013, y los indicadores sugieren que la recuperación económica de Japón está cobrando fuerza, dirigiendo un nuevo foco de interés al próximo movimiento del Gobierno de Shinzo Abe con la ‘abenomía’.
Persiste el riesgo de Siria
“Un factor de riesgo importante para la economía global es la escalada de las tensiones en Oriente Medio, aunque no esperamos que el conflicto en Siria llegue más lejos”, afirma Cornelissen. En su lugar, el riesgo de intervención militar de Estados Unidos en Siria, en combinación con la ya difícil situación que se vive en Egipto, podría tener efectos colaterales para la renta variable y las materias primas, especialmente en el precio del petróleo.
Como consecuencia de la situación de Siria, la posible volatilidad causada por la Reserva Federal y otros problemas geopolíticos, nos mantenemos neutrales en renta variable y materias primas, afirma Cornelissen.
“Los buenos rendimientos que hemos visto en el mercado de renta variable hasta el momento han sido generados en gran parte por la expansión múltiple y no por el aumento de beneficios, lo que deja menos margen al alza desde una perspectiva de riesgo/beneficio”, afirma.
Cree que la retirada de liquidez excesiva por parte de la Reserva Federal podría aumentar la volatilidad de los mercados de acciones, al menos inicialmente, ejerciendo presión sobre el rendimiento.
Perspectiva negativa para los bonos del Estado y el sector inmobiliario
Respecto a otras clases de activos, nuestra perspectiva es negativa para el sector inmobiliario, pues cualquier subida en los tipos de interés que provoque la disminución del programa de la Reserva Federal significaría menores rendimientos para esta clase de activo, debido a su sensibilidad a los tipos, afirma Cornelissen.
“Mantenemos la opinión positiva sobre los bonos de alta rentabilidad”, afirma. La rentabilidad de esta popular clase de activo se ha recuperado desde la desorganización del mercado en junio, cuando los inversores huyeron de los activos de riesgo. “Pero mantenemos nuestra perspectiva negativa para los bonos del Estado. El entorno actual de tipos de interés reales bajos o negativos hace perder atractivo a la deuda soberana respecto a las clases de renta fija de mayor rentabilidad”, afirma.
Léon Cornelissen es el economista jefe de Robeco desde el 2009. Es responsable de la visión global de la economía y de los mercados financieros.
Leon empezó su carrera en la industria de inversión en 1990 como miembro del equipo de Tesorería de Robeco. En 1994 dejó la firma para unirse a IRIS (Institute for Research and Investment Services), antiguo joint venture de análisis de Robeco y Rabobank, dónde comenzó a trabajar como analista de renta fija. También se unió al grupo de dirección que estaba preparando Robeco para la transición al euro.
Cuenta con un Master en Finanzas por la Erasmus University de Rotterdam.