Pese al escenario de incertidumbre marcado por las crecientes tensiones geopolíticas y los riesgos económicos que se vislumbran en el horizonte, los expertos en la industria de servicios financieros de la consultora estratégica Oliver Wyman y el banco estadounidense Morgan Stanley estiman que el sector de la banca mayorista (corporativa y de inversión) puede incrementar sus ingresos agregados en hasta 70.000 millones de dólares en los próximos tres años desde los niveles de 2019, antes del estallido de la pandemia y de adentrarse en la actual fase de volatilidad.
Ambas firman analizan tres posibles escenarios en su estudio anual sobre la banca mayorista, “Clima, criptografía y competencia en el ciclo actual”. Según este, y tomando en cuenta el escenario más plausible de todos, si el sector sabe aprovechar las oportunidades que se derivan de los seis cambios estructurales que se están dando actualmente en los mercados globales, sus ingresos podrían aumentar hasta los 596.000 millones de dólares en 2024 (desde 525.000 millones en 2019).
“Existe un riesgo considerable de que la inflación interrumpa el crecimiento económico y la guerra en Ucrania plantea la posibilidad de una nueva era de mayores tensiones geopolíticas y desglobalización. La gran pregunta a la que se enfrenta la industria es si los ingresos y ganancias podrán mantenerse. Nosotros vemos razones para la esperanza y creemos que la banca mayorista será capaz de sostener el crecimiento de los ingresos y también el RoE, en este caso por encima del 10% registrado en los últimos años”, afirma Pablo Campos, CEO de Oliver Wyman para España y Portugal.
Principales cambios en los mercados
Según identifica el documento, son seis los cambios en el mercado que apuntalan el potencial de generación de ingresos de la industria bancaria mayorista en los próximos tres años y que la llevará a salir de la pandemia en mejor forma de la que entró. En primer lugar la demanda de servicios bancarios mayoristas de clientes corporativos, que está creciendo de forma sostenida desde 2012 y se prevé que supere los 300.000 millones de dólares en los próximos años, lo que representa un potencial de incremento de los ingresos de más de 25.000 millones de dólares.
En segundo lugar, se apunta a la normalización de los tipos de interés. “Se espera un retorno global a los niveles normales de los tipos de interés a medida que los bancos centrales eliminen los estímulos monetarios extraordinarios presentes desde la crisis financiera, lo que podría generar hasta 25.000 millones de dólares en ingresos”, apunta el documento en sus conclusiones.
La tercera tendencia que señalan es la demanda de los mercados privados. Según explican, hay un largo camino por delante en cuanto al cambio estructural en la demanda de servicios bancarios mayoristas en los mercados privados, que comporta un mayor potencial de crecimiento en el crédito privado sistemático. “La oportunidad neta proyectada es de más de 5.000 millones de dólares solo en crédito privado, impulsada por el aumento de las asignaciones de fondos de pensiones y aseguradoras en los próximos tres años”, afirman.
El informe apunta además a la volatilidad macro y argumenta que los ingresos por operaciones macroeconómicas han avanzado en este principio de 2022 a medida que aumentan las presiones inflacionistas y cambia la política monetaria en todo el mundo. Los expertos no anticipan un retorno a los ingresos extraordinarios que el negocio generó en 2009 (135.000 millones de dólares), pero sí que estiman que las nuevas oportunidades podrían materializaste en ingresos por valor de más de 5.000 millones de dólares en la ventana 2022-2024.
Lo mismo ocurre con la quinta tendencia: la volatilidad de las materias primas. “La comercialización de materias primas ha experimentado una notable recuperación en los últimos dos años. Los ingresos de los bancos que han mantenido este negocio aumentaron desde 6.000 millones de dólares en 2019 a 12.000 millones de dólares en 2020 y 2021 (por año). Con la actual volatilidad en el mercado, se prevé que este cambio cíclico tenga al menos 1-2 años más de recorrido, lo que representa una oportunidad de más de 5.000 millones de dólares”, indica el informe en sus conclusiones.
Por último, destaca como tendencia clave las oportunidades onshore en China. Según sus consideraciones, la liberalización en curso del sector financiero ha abierto la puerta a las principales instituciones financieras mundiales en este ámbito. “La mayoría de los actores globales han respondido estableciendo negocios onshore de propiedad total que proporcionarán acceso a oportunidades en la economía más grande del mundo. De manera conservadora, se estima que este cambio puede generar ingresos a la banca mayorista por más de 5.000 millones de dólares hasta 2024”, matizan.
Escenario más plausible
Según Oliver Wyman y Morgan Stanley, la banca mayorista se enfrenta, según el escenario más probable, a una resolución lenta de las actuales tensiones geopolíticas y presiones inflacionarias que frenará la recuperación económica en muchas economías, así como los niveles de actividad empresarial e inversora en el mercado.
En su opinión, este escenario puede limitar – pero no descarrilar – los cambios en el mercado que permitirán a los bancos mayoristas seguir generando ingresos y ganancias por encima de los niveles de 2012-2019. Esto favorecerá a los bancos con modelos operativos más eficientes que han posicionado al negocio para capturar nuevas fuentes de crecimiento.
“La banca mayorista es ahora mucho más resistente a los choques del mercado después del ciclo de reforma y reestructuración entre 2012 y 2019, tal y como vimos durante la pandemia de Covid-19. Lo que no se ha puesto a prueba aún son los esfuerzos que han hecho para construir tecnología y modelos operativos más ágiles, escalables y eficientes que puedan impulsar el rendimiento en cualquier condición del mercado”, añade Jaime Lizarraga, Socio de Financial Services de Oliver Wyman.
Escenarios menos probables
Los otros escenarios que analiza el informe son, según los expertos, menos probables. El primero (tormenta en ciernes) pasaría por un período más prolongado de incertidumbre geopolítica y graves trastornos económicos, lo que llevaría a fuertes caídas en los precios de los activos, deterioro de las condiciones crediticias e inflación.
Mientras que el segundo (marea creciente para todos los bancos) comportaría una rápida resolución de las tensiones geopolíticas y la presión inflacionaria en todo el mundo, apoyando una recuperación económica saludable en todos los mercados. En este caso se esperarían ingresos para 2022-2024 de alrededor de 600.000 millones de dólares y casi todos los bancos mayoristas funcionando bien.
Transición climática y activos digitales
Los expertos de Oliver Wyman y Morgan Stanley afirman, además, que los bancos mayoristas están preparados para gestionar y potencialmente beneficiarse de dos grandes disrupciones que se atisban en el horizonte: la transición climática y los activos digitales.
“La Transición Climática y la necesidad de reducir en un 50% las emisiones globales en apenas 10 años suponen una oportunidad para el crecimiento estructural en las fuentes de ingresos de la banca mayorista, pero capturar esta oportunidad requerirá que los bancos forjen nuevos roles, ingresen a nuevos mercados y naveguen cuidadosamente por sus compromisos Net Zero”, señala el informe.
Según las estimaciones de ambas firmas, la transición climática podría agregar entre 15.000 y 20.000 millones de dólares a las fuentes de ingresos de la banca mayorista en los próximos tres años a medida que la inversión en petróleo y gas se recupera a los niveles anteriores a la pandemia, mientras que la inversión en la red de infraestructuras, la energía renovable y otras iniciativas de descarbonización se aceleran significativamente, impulsadas por el apoyo de los gobiernos y el entusiasmo del sector privado
Respecto a los activos digitales, los expertos reconocen que, hasta la fecha, el mercado ha estado dominado por empresas ajenas a la banca tradicional, pese a tener la capacidad de generar hasta 16.000 millones de dólares en ingresos. En este sentido, si bien existe el riesgo de que los bancos mayoristas permanezcan al margen a medida que la nueva política y la regulación impulsen una mayor participación de los clientes institucionales, también tienen la experiencia y el modelo de negocio necesarios para prosperar en un mercado más regulado.
Para Oliver Wyman y Morgan Stanley, la banca mayorista tiene varias ventajas sobre los operadores «criptonativos»: más experiencia operando en un entorno regulado, modelos de negocio diseñados para ofrecer ganancias a medida que los márgenes se comprimen y los requisitos de capital aumentan, y un estatus de contraparte de confianza para clientes institucionales.
Este es el camino más probable para el mercado. Tomará tiempo en desarrollarse, pero se prevé que la oportunidad de ingresos directos en los próximos 3-5 años sea significativa, alcanzando potencialmente entre 14.000 y 16.000 millones de dólares. Se estima que el valor del mercado corporativo e institucional de activos digitales alcanzó entre 4.000 y 5.000 millones de dólares en 2021.