La imprecisión del Banco Central Europeo (BCE) durante su reunión de la semana pasada respecto a cuánto subirá los tipos en septiembre ha dejado a los mercados inquietos. En consecuencia, el BCE ha convocado una reunión tras ver cómo las primas de riesgo de Italia y España hayan comenzado a subir, y las bolsas europeas a caer, siendo las periféricas las más afectadas.
Según explican los analistas de Banca March, las rentabilidades exigidas a los bonos de Italia o España han alcanzado esta semana niveles no vistos desde 2014, por encima del 4% en el caso de la deuda italiana a diez años y del 3% en el de la española al mismo plazo (véase gráfico inferior). “Esta mañana las rentabilidades exigidas a los bonos italiano y español caen con fuerza, el euro avanza ahora frente al dólar, esperando alguna medida concreta con la que evitar la temida fragmentación de los mercados a estilo de crisis pasadas, y los futuros europeos también suben, en torno a un 0,6%”, señalan desde la entidad.
En este sentido, ¿qué medidas podrían calmar a los mercados de renta fija europea? En opinión de los analistas de Banca March sería importante lanzar un mensaje de total flexibilidad en las reinversiones de cupones y vencimientos de deuda comprada bajo el PEPP (Pandemic Emergency Purchase Programme) que se creó para luchar contra la pandemia. “De esta manera los vencimientos de deuda core comprados durante el Covid se podrían sustituir por la compra de periféricos para limitar la ampliación de diferenciales. También sería favorable la creación de un fondo para emergencias, sin que fuera necesaria su aplicación, que trasmitiera al mercado que el BCE tienen capacidad aprobada para luchar contra potenciales ampliaciones”, añaden.
Esta reacción del mercado de bonos era justamente lo que el BCE pretendía evitar y por eso, la semana pasada, insistió en su compromiso para evitar la fragmentación en la transmisión de su política monetaria, de ahí el plan de reinversión flexible de los reembolsos del principal de los valores en el marco del programa relacionado con la pandemia (PEPP). Sin embargo, todavía no se han hecho públicos muchos detalles importantes.
Según explica Alvise Lennkh-Yunus, director de calificaciones soberanas y del sector público de Scope Ratings, la incertidumbre sobre la flexibilidad con la que el BCE puede reinvertir en los bonos soberanos de la eurozona está exacerbando la volatilidad del mercado en los países altamente endeudados, especialmente en Italia, ya que los continuos déficits requieren una mayor financiación por parte del sector privado a medida que el BCE pone fin a sus compras netas de activos.
“Desde el punto de vista de la política económica, el escenario adverso podría mitigarse probablemente si el BCE aclarara su compromiso de utilizar las reinversiones de forma flexible en todas las jurisdicciones y en todo el tiempo. En escenarios más estresados, el BCE también podría anunciar un nuevo programa para evitar una mayor fragmentación de los tipos de interés, como ya están pidiendo algunos participantes en el mercado, o, alternativamente, reactivar un programa antiguo, concretamente el programa de Transacciones Monetarias Directas (OMT) del BCE.
Por su parte, Simon Harvey, Director de Análisis de Mercado FX en Monex Europe, reconoce que esta reunión de urgencia ha ayudado a que el euro remonte, ya que es posible que el BCE anuncie medidas para cerrar los diferenciales de los bonos periféricos. Actualmente, el diferencial entre el Bund y el BTP a 10 años cotiza justo por encima de los 240 puntos básicos, en un momento en el que el balance del BCE va a dejar de ampliarse. La opción más probable para el BCE es definir lo que significa en la práctica su flexibilidad de reinversión: un artículo del FT de hace una semana sugería que el BCE tenía 200.000 millones de euros a su disposición, lo que no está fuera de sintonía con nuestra estimación de unos 20.000-30.000 millones de euros al mes.
“El BCE podría adelantar estas reinversiones para comprar bonos periféricos y reducir los diferenciales, pero esto sólo será una medida temporal, ya que las compras de ahora se harán a costa de las compras de después. En este sentido, el BCE solo puede dar una patada a la lata si las condiciones de crecimiento se recuperan y las presiones inflacionistas disminuyen, lo cual es una gran petición en el entorno actual. A sabiendas de ello, existe la posibilidad de que el BCE tenga que hacer algo más y anunciar la nueva herramienta de lucha contra la fragmentación que ha mantenido en secreto durante los últimos meses. Aunque la burocracia tiende a obstaculizar al BCE, es probable que acontecimientos inciertos en el mercado, como una rápida ampliación de los diferenciales de los bonos periféricos y una Reserva Federal mucho más agresiva, sean suficientes para reunir a un Consejo de Gobierno fragmentado tras esbozar los parámetros de una nueva herramienta. Todavía está por determinar si se anunciará hoy o no”, concluye Harvey.
Para Olivier de Berranger, director de inversiones y director de gestión de activos de la gestora francesa La Financière de l’Echiquier, era previsible que la subida de tipos de julio que ha anunciado el BCE genere tensiones en los mercados financieros a corto plazo, pero insiste en que “es necesaria para estabilizar las condiciones a más largo plazo”. En segundo lugar, apunta que la decisión de dejar de comprar deuda pública incrementará “el riesgo de que se produzca un repunte significativo del coste de financiación de los Estados, fuertemente endeudados en muchos casos”.