Durante este año 2022, algunos actores financieros han tenido un impacto significativo en los movimientos de los mercados, que muchas veces se pasan por alto pero que son extremadamente importantes a la hora de determinar tendencias. Por ejemplo, los denominados CTA, uno de los muchos brazos de los llamados fondos de cobertura (Hedge Funds), según análisis de JP Morgan han logrado en promedio un retorno en lo corrido del año mayor al 25%, el cual de lejos los hace uno de los ganadores en un mundo de retornos negativos en su mayoría (el mismo informe de flujos de inversión de JP Morgan, muestra que el MSCI World al 30 de mayo, llevaba un retorno de -12.3%).
Para lograr este desempeño, los CTA han recurrido principalmente a dos estrategias: bienes básicos y carry trades. La primera no necesita mayor explicación, y en general con el comportamiento que hemos visto de bienes básicos como los energéticos, alimentos y algunos metales (por no entrar en el mundo más profundo de estos bienes básicos donde se comercializa casi que cualquier cosa) se entiende cómo estos actores (CTA) llevan tan buen retorno promedio en lo corrido del año. Sin embargo, hay otra parte, la de los FX carry trades que sí es un poco más compleja y que está teniendo una alta relevancia cuando uno mira lo que ha pasado en monedas como las latinoamericanas.
Vamos por partes: un carry trade en su forma más sencilla, es tomar prestado en una moneda “barata”, irse corto en activos en esta moneda y, paralelamente, “apostarle” a la moneda de mayor retorno por medio de activos en dicha moneda. Dicho lo anterior, si el dólar norteamericano tiene una tasa de interés más baja que una moneda latinoamericana, quizá un trader pide prestado en dólares, se acorta en activos en esta moneda, a la vez que se alarga en activos denominados en alguna moneda latinoamericana. Cuando el precio del interés en EUA sube, el trader debe cerrar posiciones, y eso tiene un impacto en las monedas latinoamericanas, en este ejemplo.
Viéndolo de esta manera suena relativamente sencillo hacer esto, aunque todos comprendemos que la complejidad de la operación por detrás tiene muchas aristas que deben ser cuidadas con detalle, porque así como las ganancias pueden ser cuantiosas, las pérdidas de una operación mal hecha puede ser inconmensurables.
Con base en esto, ahora sí entremos en detalle de cómo eso viene impactando a nuestras monedas latinoamericanas durante este año. El 2022 comenzó con una apuesta a favor de nuestras monedas, ya que las tasas de interés aumentaban más rápido que las tasas de interés de parte de la Fed. Eso llevaba a que la estrategia de irse largo en nuestras monedas funcionara bastante bien para hacer FX carry trades. Sin embargo, entrado abril con la perspectiva de que la Fed pudiera subir 75 p.b. la tasa de interés, el panorama cambió: ya no era tan atractivo estar largo en las monedas latinas, por lo cual muchas posiciones empezaron a cerrarse. Si se observa con atención el mes de abril, fue un mes de depreciación de las monedas de esta parte del mundo, muchas empezaron la primera semana del mes con esta tendencia (entre ellas el peso chileno, CLP; el sol peruano, PEN; y el real brasilero, BRL), mientras que otras, como el peso colombiano, COP, lo hicieron semanas más tarde (justo el día después del pago de dividendos de Ecopetrol, la empresa más grande del país).
Sin embargo, llegó el 4 de mayo, la Fed no subió 75 p.b. su tasa de interés, sino que lo hizo en ‘solo’ 50 p.b. y ahí empezó un mes diferente: obsérvese con mucha atención el comportamiento de las monedas latinoamericanas desde justo antes de la mitad de mes (una semana exacta después de la reunión del comité de política monetaria de la FED el 4 de mayo), y todas, sin excepción, empezaron a valorizarse. Y justo esta tendencia coincide con el hecho de esa decisión de tasa de interés.
Así las cosas, hay grandes jugadores por detrás de la tendencia de las monedas latinoamericanas que explican su comportamiento, más allá de los titulares de prensa. Estas tendencias fuertes por detrás, es lo que yo denomino “las noticias de mercado financiero de mar profundo”.
Ahora bien, la pregunta es de aquí para adelante qué puede suceder, y la respuesta pasará, necesariamente por el diferencial del aumento de tasas que se espere entre EUA y los países latinoamericanos. En la medida en que vaya bajando la inflación, se irán acomodando las expectativas de tasas de interés en una parte del mundo y en la otra, y la clave aquí es quién subirá proporcionalmente más la tasa: si la Fed la sube pero a un ritmo menor de lo que esperan los mercados, podríamos seguir viendo una apreciación de nuestras monedas locales (siempre y cuando nuestras tasas de interés aumenten al ritmo esperado, claro está); pero si ocurre lo contrario, que nuestros bancos centrales se empiecen a ajustar más lentamente, veremos con mucha seguridad una nueva etapa de deshacer FX carry trades y nuestras monedas nuevamente se devaluarán.
Esta dinámica de los CTA con figuras como carry trades durará mientras exista el ajuste de tasas de interés (ya cuando las tasas lleguen a un punto en el cual no se muevan, no habrá incentivo para hacer este tipo de figuras…las mismas existen y dan retorno en lo dinámico, no cuando las cosas se vuelven estáticas); y permita que se logren retornos como el 25% que llevan acumulados. Siempre, siempre, hay alguien que saca ventaja de las condiciones de los mercados financieros; en esta oportunidad, es el mundo de las altas finanzas, aunque ya volverán actores ‘menos sofisticados’ a lograr beneficios extraordinarios.
Columna de opinión de Manuel Felipe García Ospina, vicepresidente Wealth Management de Skandia Colombia. Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor, y no representan necesariamente la visión de Skandia sobre los temas tratados