La posibilidad de una retirada de los estímulos cuantitativos por parte de la Reserva Federal estadounidense provocó todo un tsunami en el comportamiento de los inversores a lo largo del mes de junio. Frente a los meses anteriores, en los que la decisión dominante fue dirigir el capital principalmente hacia fondos de renta fija, en junio los temores sobre una reacción negativa de los mercados a la decisión de la autoridad monetaria americana se acentuaron y los inversores decidieron reembolsar su capital en esos fondos. De hecho, sacaron dinero de fondos de todo tipo excepto de los mixtos.
Según los últimos datos de Lipper Thomson Reuters correspondientes a junio, los productos de renta fija sufrieron salidas por valor de 28.000 millones de euros (más de 36.000 millones de dólares). Y eso, tras haber captado en mayo 21.000 millones y haber registrado en abril el récord de 30.000 millones, según datos de la organización europea de la industria de la gestión, Efama, debido a una búsqueda de rentabilidad que llevó a los inversores a abandonar posiciones en liquidez. De hecho, estos fondos han sido a lo largo de 2013 los más populares para los inversores y, pese al dato de junio, en el primer semestre han logrado captar 81.000 millones netos. “La tendencia positiva en los fondos de renta fija ha llegado a su fin con el anuncio de Bernanke”, reconocen Christoph Kart, especialista de Lipper para Alemania y Austria, y Detlef Glow, responsable de análisis para la región EMEA.
“La Fed ha sido y sigue siendo uno de los catalizadores principales sobre el sentimiento del inversor”, explica Javier Flores, responsable del servicio de estudios y análisis de Asinver. Para el analista, la subida radical de los tipos largos en los últimos meses (de más de 100 puntos en el último trimestre) ha sorprendido a parte del mercado y afectado principalmente a estrategias mayoritarias, como aquellas de fondos de renta fija con filosofía de comprar y mantener. Por eso ha provocado una reordenación de carteras que califica de «en ocasiones precipitada». “Estamos actualmente en ese momento de cambio de paradigma, que se ha manifestado con retiradas de fondos –sobre todo de renta fija- y vuelta a posiciones de liquidez”, dice, y que muestra que los inversores están de nuevo en modo de esperar y ver.
Las declaraciones de Bernanke también afectaron a la evolución de los fondos monetarios en junio, que sufrieron el mayor flujo de salidas en lo que va de año, 34.900 millones, mientras los de renta variable vieron salir 10.000 millones. La única clase de activo que resistió el mensaje de la Fed fueron los fondos mixtos, en los que los inversores suscribieron 3.500 millones. Con estos datos sobre la mesa, la industria europea de fondos sufrió reembolsos netos de 70.400 millones en el mes, lo que reduce la cifra de flujos positivos en lo que va de año a 109.600 millones.
El impacto emergente
Además de la influencia de la Fed, el foco de inestabilidad en los mercados emergentes también provocó salidas en los fondos de deuda. Así, entre las categorías que más sufrieron reembolsos están los fondos de mercados emergentes (5.400 millones de salidas), junto a los de alta rentabilidad (4.800 millones). De los fondos europeos de deuda corporativa estadounidense de alta rentabilidad salieron también 4.600 millones de euros. Con todo, algunas categorías registraron suscripciones netas: los fondos de bonos europeos con baja duración captaron 1.600 millones, así como los de renta fija flexible (1.500) y los especiales (1.000 millones), según Lipper.
Reversión de la tendencia
A pesar todo, las primeras estimaciones de julio hablan de una vuelta de la tendencia positiva, con entradas en fondos de renta fija de 5.000 millones, de 5.600 en mixtos y de 11.000 en los de bolsa. “Pasado ese primer momento, no olvidemos que en última instancia la actual subida de tipos largos responde a una mejoría de las perspectivas económicas a nivel global, por lo que parece razonable una vuelta de los inversores a los fondos”, comenta Flores. El dinero se dirige sobre todo a fondos mixtos y de renta variable, lo que podría mostrar el renovado temor a las pérdidas en renta fija; y ese miedo convertirse a su vez en el catalizador de la tan esperada gran rotación.
El experto cree que una referencia importante es el bono a 10 años americano: “En tanto se mantenga por debajo del 3,5% el mercado puede absorberlo sin cuestionar la viabilidad de la posición. Sin embargo habrá que estar atentos al momento en que claramente se supere al alza el 3% y cuando se alcance el 3,5%. Ahí podríamos volver a ver cierto nerviosismo entre algunos gestores importantes”, vaticina.
Fondos de asset allocation
Debido a esta búsqueda de activos capaces de ofrecer atractivas rentabilidades, ya sea en deuda o en bolsa, los fondos de asset allocation europeos fueron los más vendidos en junio, con entradas de 4.400 millones de euros. Muchos de ellos tienen objetivos de retorno absoluto. Entre los grupos, BlackRock fue el que más vendió (1.700 millones), seguido por Banco Popolare Società Cooperativa (8.000 millones) y Standard Life (7.000).
Por países, los inversores retiraron dinero de los fondos en Francia (28.100 millones) y Alemania (2.700), afectados sobre todo por la salida en fondos monetarios. Los inversores llevaron el dinero a los fondos en España (1.600), Italia (600 millones) y Grecia (300 millones).