Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la economía de México, la segunda más grande de América Latina después de Brasil, creció un 5% en 2021, tras desplomarse un 8,40% el año anterior debido a la pandemia de COVID-19, de acuerdo con cifras oficiales preliminares publicadas a finales de enero.
Por otra parte, el Banco Central de México (Banxico) informaba recientemente que el desequilibrio en los riesgos derivados de la inflación continúa creciendo en México, en un panorama en el que las principales economías del mundo hacen frente a una aceleración de los precios a corto plazo. Ante esta aceleración de los precios, los tipos de interés a nivel mundial han subido, especialmente en las economías avanzadas, lo que plantea riesgos para los mercados financieros, agregaba Banxico.
Puesto que el alza de la inflación está sucediendo a nivel global, México tiene a su favor dos factores que pueden apoyar su recuperación: su cercanía a la economía estadounidense y el Tratado de Libre Comercio (CUSMA) entre México, EE.UU. y Canadá, por una parte, y por otra el hecho de ser un importante productor de petróleo, ocupando la posición número 11 en el mundo, tras Kuwait y por delante de Venezuela.
La renta variable de la región latinoamericana ha tenido un comienzo de año relativamente superior al resto del mundo, llevando a la categoría VDOS de fondos de inversión de fenta variable internacional Latinoamérica a revalorizarse un 11,48% en el año. De esta categoría, uno de los fondos de mayor calificación, con mejor comportamiento tanto por rentabilidad como por volatilidad en los tres últimos años, es la clase AC de HSBC GIF Mexico Equity, al obtener una rentabilidad del 3,19%. En el último año se revaloriza un 34,92%.
Se propone como objetivo proporcionar un crecimiento de capital e ingresos a largo plazo invirtiendo en una cartera de acciones mexicanas. En condiciones normales de mercado invierte al menos el 90% de sus activos en acciones (o valores similares a las acciones) de empresas de cualquier tamaño, que tengan su sede o realicen la mayor parte de sus actividades comerciales en México. Puede invertir hasta el 10% de sus activos en otros fondos, incluyendo fondos de HSBC.
Se gestiona activamente, seleccionando sus valores en base a su análisis fundamental bottom-up de compañías. El equipo gestor está integrado por Erick Vega, Máster en Ciencias, director de Inversiones; Philippe Pequignot, CFA, CAIA; director de Renta Variable y gestor principal, y Ana Hernández; analista y operadora.
Philippe Pequignot es gestor de carteras de renta variable del equipo de Gestión de Activos de México desde junio de 2020. Philippe es también el ‘Campeón ASG’ de la oficina mejicana de la gestora y responsable de gestionar las carteras locales de renta variable, así como de ejecutar las operaciones y monitorizar la cartera de acciones de Estados Unidos. Philippe se incorporó a HSBC en 2017 como operador de acciones y analista fundamental y ha estado trabajando en el sector desde 2012. Anteriormente, Philippe fue especialista en productos financieros en Thomson Reuters y especialista de mercado en la Bolsa Mexicana de Valores. Tiene una licenciatura en Administración de Empresas y es CFA Charterholder y CAIA Charterholder.
El proceso de inversión pasa por cuatro fases principales. En la primera fase, con periodicidad trimestral, se valoran las compañías en base a criterios tanto fundamentales como ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno). La segunda fase consiste en la actualización y creación de modelos fundamentales y cuantitativos como flujos de caja descontados, rentabilidad implícita, o TIR implícita del mercado, entre otros. La información obtenida con el análisis se complementa con un contacto continuado con la dirección de las compañías y, adicionalmente, se analiza y se debate en las reuniones y comités de la gestora.
Se construye así una cartera que, con datos a 27 de febrero pasado, incluye entre sus mayores posiciones Grupo Financiero Banorte (8,50%), América Móvil (7,74%), Walmart de México (7,20%), Fomento Económico Mexicano (6%) y Grupo Aeroportuario del Pacífico (4,60%). Por sector, consumo básico (27,5%), financiero (16,40%), industrial (15%), servicios de comunicación (13,70%) y materiales (12,30%) representan las mayores ponderaciones en la cartera del fondo.
Se posiciona por rentabilidad entre los mejores de su categoría (primer quintil) en 2020 y 2021. A tres años, su controlado dato de volatilidad es del 27,89% y del 18,76% en el último año, situándose respectivamente por este concepto en el mejor grupo (quintil cinco) y en el segundo mejor grupo (quintil cuatro) de su categoría. A un año, su Sharpe es del 2% y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 20,29%. La suscripción de la clase AC de este fondo requiere una inversión mínima de 5.000 dólares (aproximadamente 4.495 euros), aplicando una comisión fija de 1,75%.
La clase AC de HSBC GIF Mexico Equity es elegible para clientes retail, profesional o contraparte elegible, así como para asesoramiento independiente -retail, profesional o contraparte elegible y para asesoramiento no independiente sin acuerdo de honorarios-, retail, profesional o contraparte elegible. También para asesoramiento no independiente con acuerdo de honorarios -retail, profesional o contraparte elegible; RTO sin acuerdo de honorarios-, retail, profesional o contraparte elegible; RTO con acuerdo de honorarios -retail, profesional o contraparte elegible y DPM-, retail, profesional o contraparte elegible.
El equipo gestor espera que la recuperación económica continúe, en línea con la de Estados Unidos, lo que debería traducirse en un crecimiento estable de las ganancias y posibles revisiones al alza de resultados empresariales. También esperan que continúe el entorno inflacionario real, lo que se traducirá en una política monetaria más restrictiva. Como se ha demostrado en el pasado, ambos factores benefician a la renta variable mexicana, dada la gran proporción de empresas financieras y con posiciones dominantes en la mayoría de los sectores, capaces de hacer frente a un creciente aumento de los precios. Existe una clara correlación entre el ROE (rentabilidad sobre recursos propios) de México y la inflación.
Esperan un apalancamiento operativo significativo en algunos sectores de México, dado el eficiente control de costes observado en los últimos dos años, combinado con una recuperación más rápida de lo esperado en volúmenes, tráfico y ventas. Finalmente, buscan compañías que ofrecen dividendos atractivos, que proporcionen diversificación y un colchón significativo a sus apuestas más arriesgadas. Esto es relevante teniendo en cuenta que algunas empresas pagarán más de un 8% de rendimientos por dividendos.
La rentabilidad de la clase AC de HSBC GIF Mexico Equity a lo largo de su historia, respecto al riesgo incurrido medido por volatilidad, especialmente en los últimos tres años, lo hace merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS y quefondos.com