Según el último estudio de Cerulli Associates, titulado Exchange-Traded Fund Markets 2021: Reaching a Growing Investor Base, 2022 será un año de transición para los ETFs. El documento concluye que los proveedores de este tipo de fondos darán un fuerte impulso a los ETFs activos, además de seguir analizando cuál será el enfoque de estos nuevos lanzamientos y las ventajas que pueden ofrecer a los inversores.
Lo que desvela el estudio es que los ETFs activos son una gran oportunidad por su transparencia, frente a estrategias menos transparentes, beta o la oferta tradicional de fondos pasivos. Según indican las conclusiones, el 70% de los proveedores de ETFs encuestados están desarrollando o planeando desarrollar ETFs activos transparentes. Con 266.000 millones de dólares en activos que abarcan múltiples clases de activos y una trayectoria de crecimiento constante, los ETFs activos transparentes son ya una categoría bien construida y su desarrollo se ha visto estimulado recientemente por la legislación sobre ETFs.
Sin embargo, Cerulli señala que de los 104.000 millones de dólares de exposición activa a la renta variable, solo una parte corresponde a productos de renta variable verdaderamente activos, ya que una parte importante se destina a ofertas temáticas y de tipo estratégico.
En segundo lugar, el informe defiende que los gestores también pueden tener éxito con ofertas semitransparentes, ya que el 50% de los encuestados están desarrollando o planean desarrollar ETFs activos semitransparentes. “Como las participaciones se solapan y el número de participaciones entre el mismo producto en dos estructuras puede variar significativamente, esto puede dar lugar a la dispersión del rendimiento. Esto también complica el análisis coste-beneficio, requiriendo una due diligence adicional por parte de los asesores y las oficinas de origen”, explican.
“Los gestores que se planteen lanzar ETFs activos también deberían estar atentos a la estructura de doble clase de acciones utilizada por Vanguard, que sale de la patente en 2023«, afirma Daniil Shapiro, director asociado. En un análisis anterior de Cerulli, la firma concluye que el 38% de los emisores están considerando al menos ofrecer productos con esta estructura. “Teniendo en cuenta el interés de los gestores en ofrecer productos de forma independiente, sin duda se puede ganar algo de simplicidad al tener la misma exposición disponible para la venta a través de dos estructuras, evitando así algunas de las preocupaciones mencionadas anteriormente sobre las diferentes exposiciones en lo que se espera que sea el mismo ETFs semitransparente», añade Shapiro.
En opinión de Cerulli, se observa que mientras los emisores y los gestores de fondos de inversión tratan de identificar su enfoque de entrada en el mercado -ya sea mediante el lanzamiento de un producto transparente o semitransparente, una conversión o una estructura de doble clase de acciones-, muchos siguen adoptando un enfoque de espera para ver qué empresas ganan, mientras que otros hacen apuestas.
«En última instancia, aunque la oportunidad activa transparente puede ser la más importante para la captación de activos, los gestores también pueden tener éxito a través de ETFs semitransparentes con el enfoque de distribución adecuado. Las conversiones deben ser consideradas en circunstancias únicas, mientras que los desarrollos relacionados con la estructura de doble clase de acciones deben ser monitoreados», concluye Shapiro.