La semana pasada se celebró el evento ODDO BHF Live, una serie de encuentros de dos días de duración en el que gestores, personalidades del mundo de la política y representantes del entorno empresarial discutieron el futuro de la economía y el mundo de las finanzas a nivel internacional, en el marco del XXV aniversario del ODDO BHF Forum. Entre los debates celebrados, uno de los más interesantes fue el centrado en el futuro de la industria alimentaria, donde cuatro representantes de compañías que llevan la innovación por bandera discutieron aspectos como el desarrollo de tecnología para minimizar el desperdicio de comida, el futuro de la carne de laboratorio y de la alimentación vegana o las ventajas de la incipiente industria de los huertos urbanos.
‘¿Cómo afectará la revolución alimentaria a nuestras comidas diarias?’ fue el título de este interesante debate que contó con la presencia de Matthieu Vincent, socio de DigitalFoodLab; Guillaume Fourdinier, cofundador y CEO de Agricool; Clément Bonhomme, cofundador y CEO de Foodles; Anastasia Hofmann, cofundadora y CEO de KITRO, así como de Clément Maclou, gestor de cartera de renta variable temática de alimentación en ODDO BHF.
Fue precisamente este último el encargado de dar el pistoletazo de salida al debate. Para Maclou el futuro de la industria se dirime en torno a dos importantes retos: ¿cómo alimentar a una población creciente?, ¿cómo están evolucionando los hábitos de consumo de los clientes?
Para el gestor de ODDO la sociedad está al borde de una revolución de la alimentación que implicará estrechamente aspectos como la concienciación de los consumidores con el medioambiente y el bienestar animal, los productos saludables, la optimización de la producción y la tecnología.
Desde el punto de vista de la industria, prosiguió, hay dos importantes problemas y oportunidades que marcarán la agenda en el futuro próximo: el desperdicio de alimentos y la evolución de su envasado, sumamente contaminante.
Cultivos urbanos en contenedores
Si el envasado es contaminante, no lo es menos el transporte de alimentos, responsable de una buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero. Guillaume Fourdinier, CEO de Agricool, trabaja para evitarlas. Su empresa ha llevado el concepto del cultivo en ciudades al siguiente nivel: un modelo de negocio basado en la creación de huertos en grandes contenedores donde a los vegetales se les provee artificialmente con las condiciones óptimas para su desarrollo.
Gracias a la tecnología, este tipo de granjas ‘indoor’ permite suplir la creciente demanda de productos ecológicos y de kilómetro cero (hasta un 95% de los franceses los demandan) reduciendo drásticamente la huella de carbono y aumentando la calidad gracias a un menor tiempo de entrega desde la cosecha, aclaró Fourdinier.
Este mercado, aunque aún está dando sus primeros pasos, ya ha atraído una inversión de 300 millones de dólares durante el año pasado en Estados Unidos, pero necesita desarrollarse mucho más para ofrecer soluciones a retos como el escaso espacio y el alto coste de la producción, encarecida por la tecnología y los precios del suelo en el que se asienta.
La proteína vegetal se frena pero tiene futuro
Si los cultivos urbanos suponen una solución inteligente para incrementar la calidad y la sostenibilidad de la producción, el desarrollo de una dieta completamente vegana tiene el potencia de revolucionar por completo la forma en la que nos alimentamos.
Está previsto que el sector de las proteinas vegetales alcance un valor de 15.000 millones para el año 2025, lo que convierte este nicho en una tendencia de inversión sostenible, según Maclou, que advirtió no obstante que no hay que esperar “una evolución linear” de la misma. Por ejemplo, según explicó, tras el auge absoluto de este tipo de dieta durante el primer año de la pandemia, durante el 2021 se produjo una “normalización” de este mercado, con descensos en la demanda.
Para lograr que la tendencia se consolide, para el gestor de carteras es indispensable que se cumplan dos requisitos: una mayor educación de los consumidores con respecto a la alimentación basada en vegetales y una paridad en los precios con respecto a los productos cárnicos.
Hamburguesas de laboratorio
En este sector, la innovación se centra en el desarrollo de un producto que permitirá a cientos de miles de personas preocupadas por los derechos de los animales o por el medio ambiente disfrutar de la carne sin sentir remordimientos.
DigitalFoodLab es una empresa que está en la vanguardia del desarrollo de la carne sintética y actualmente trabaja en la creación de su primera hamburguesa comercial. A pesar de los denodados esfuerzos del sector “aún estamos lejos”, según explicó el socio de la empresa, Matthieu Vincent, quien situó el horizonte para la comercialización de la carne cultivada in vitro en 5 años.
Otra de las tendencias prometedoras con respecto a la alimentación en el futuro es la mejora del aprovechamiento de los alimentos. Cuando se habla de sostenibilidad en la alimentación normalmente pensamos en disminuir el consumo de productos cárnicos o la distancia que recorren nuestros alimentos hasta llegar a nuestra mesa, pero tal y como señaló Anastasia Hofmann, cofundadora y CEO de KITRO, el desperdicio de comida representa entre el 8% y el 10% de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.
Tirar comida a la basura no solo contamina, sino que sale muy caro. Tanto como 2,6 billones de dólares al año en todo el mundo. Unos datos aún más inquietantes si tenemos en cuenta que de toda la comida desperdiciada, dos tercios son evitables, ya que están destinados a consumo humano, según los cálculos de Hofmann.
Inteligencia artificial para reducir el malgasto de comida
Su empresa, Kitro, trabaja desarrollando soluciones tecnológicas que, mediante la inteligencia artificial, permiten disminuir la cantidad de comida desperdiciada en la hostelería, si bien el grueso de los alimentos malgastados se encuentra en los hogares, ya que hasta un 11% del total que se produce termina en la basura de nuestras casas, explicó la cofundadora de la empresa.
Todos los participantes coincidieron en que las dietas vegetarianas serán algo completamente normal el día de mañana, un futuro en el que también jugarán un importante papel la mejora de la eficiencia mediante la tecnología y la diversificación de los alimentos, ya que tal y como apuntó Clement Maclou, actualmente la ingesta calórica humana se sustenta en tan solo 15 tipos diferentes de cultivos.
La revolución alimentaria, una tendencia de largo recorrido
Para Maclou, la revolución alimentaria es una maratón antes que un sprint y los inversores, conscientes de ello, están apostando por tendencias de largo recorrido como la introducción de proteína vegetal o la reducción del uso de plásticos en el envasado y su sustitución por materiales alternativos.
La firma no ha querido perder el tren del cambio en la industria y mantiene una política clara con respecto a sus inversiones en el sector basada en la implantación de políticas ESG y la asesoría con expertos y empresas. Con respecto a las compañías a evitar, ODDO BHF mantiene cuatro líneas rojas: los organismos modificados genéticamente, el consumo de pescado salvaje, el uso de fertilizantes químicos y la carne procesada.