En los últimos cinco años la situación de la inversión con criterios ESG ha cambiado drásticamente. Las finanzas sostenibles han llegado a todas las áreas y la banca privada no se ha quedado atrás, tal y como han asegurado Ángel Borrego, Head of Discretionary Portfolio Management y Head of SRI & Impact Investing en BNP Paribas Wealth Management, y Álvaro Soldevilla, responsable de Gestión Discrecional de Carteras en Deutsche Bank, en un evento de Banca Privada de iKN Spain celebrado recientemente en Madrid.
Respondiendo a la pregunta de quién está empujando más la inversión sostenible, si el cliente o la entidad, los expertos consideran que va muy en paralelo. Respecto al cliente, consideran que la inversión sostenible es algo que está pasando de ser un segmento muy orientado al inversor profesional a que el cliente minorista represente más del 30% de la inversión sostenible.
Además, perciben un cambio, ya que hace años se pensaba que los millennials tenían más interés en estas inversiones, pero han visto que ha habido un cambio cultural importante en la inversión. De hecho, el porcentaje de inversores sostenibles por encima de los 55 años se ha duplicado y el porcentaje es más o menos homogéneo en todos los tramos de edad.
Según destacan, la “E” (medio ambiente) ha sido la principal protagonista, también porque la regulación ha cogido ese camino. Se considera que el primero de los problemas y el más urgente es el cambio climático y la necesidad de generar una economía más sostenible. El siguiente paso sería desarrollar una taxonomía para la parte social y de gobernanza, pero, según señalan los expertos, se está dejando para el final porque es la parte más complicada.
La oferta
A pesar de ello, en sus empresas sí que tienen en consideración estos dos pilares y admiten que hay que saber diferenciar sectores, habiendo algunos más relacionados con criterios medioambientales o sociales, aunque destacan que la gobernanza es más transversal. Sin embargo, alertan de que, a pesar de que la integración de políticas medioambientales y sociales alcanza más de la mitad de las gestoras españolas, en la gama de producto no se llega al 10% los fondos gestionados dentro del artículo 7,8 y 9 mientras que en el extranjero se llega a un 40%.
Con todo ello, los expertos ven que existe más tracción y que la inversión sostenible no es algo nicho en la banca privada. Sobre todo, destacan el desarrollo de la inversión temática y la inversión en megatendencias, las cuales suelen tener relación directa con los criterios ESG. Además, agradecen el esfuerzo que se ha dado a nivel regulatorio, el cual ha dotado a la industria de un cuadro más armonizado y se puede hablar de la integración de los criterios ESG en la toma de decisiones.
En cuanto al nuevo reglamento, los expertos lo ven como un pilar más para el desarrollo de este tipo de inversión y señalan que tendrá también una labor didáctica. Según explican, el reglamento busca sacar dinero de inversiones que no cumplan objetivos medioambientales, algo que implica ver las inversiones con otro punto de vista diferente.
Asimismo, alertan de que el reglamento es complejo e implica mucho trabajo en poco tiempo, con cambios y retrasos. Según admiten, habla de conceptos que son difíciles de comprender y exigen bastante formación tanto de la parte de las entidades como de los clientes.