Estamos de resaca tras la la rueda de prensa de Ben Bernanke celebrada ayer que por fin aclara cuando y cómo va a amortiguarse el “Helicóptero Bernanke” así como en qué momento podemos esperar que la FED suba tasas de interés. Parece un buen momento para hacernos eco de una breve carta de “agradecimiento” dirigida al presidente de la FED que hace unos días publicó el siempre crítico inversor suizo Marc Faber, director de la firma de consultoría y gestión Marc Faber Limited.
La expansión cuantitativa crea excesos peligrosos en países y clases de activos
En esta carta, publicada a través de su blog, Faber reconoce que como tenedor de acciones, tiene mucho que agradecer a Bernanke. “La Fed ha inundado el sistema con liquidez. El problema es que esta liquidez no se transmite por igual a todo el sistema”, apunta al tiempo que añade que la expansión cuantitativa no tiene el mismo efecto en la actividad económica que en los precios de las acciones. “En cambio, crea excesos peligrosos en países y clases de activos”. Como ejemplos del efecto pernicioso de imprimir dinero indiscriminadamente cita la “colosal” burbuja bursátil del periodo 1999-2000 en la que el Nasdaq más que dobló demostrando la evidente desconexión entre el precio del índice y la economía real. La burbuja inmobiliaria de 2008 y la de las materias primas son otros ejemplos que según Faber fueron motivados por imprimir dinero de forma indiscriminada.
En esta ocasión, los programas de QE han conseguido que el dinero se filtre hacia activos premium: “acciones, bonos, arte, vino, joyas y residencias de lujo”, según apunta Faber. “Las casas de subastas de arte están viviendo ventas record, el precio de las residencias en los Hamptons subieron un 35% el año pasado. Sany Weill –ex directiva de Citigroup- compró un condominio en Manhattan por 43,7 millones de dólares en 2007. El año pasado lo vendió por 88 millones.”
Faber concluye que al imprimir dinero se benefician los que están más cerca del flujo de liquidez. “Pero no ayuda al trabajador de Detroit ni a la masa de la clase media. Lo que consigue es ampliar la brecha entre ricos y pobres. La mayoría pierde, mientras una minoría se beneficia”. Faber concluye con mea culpa. “A pesar de haberme beneficiado de esta política, no puedo aprobarla, ni como economista, ni como observador social”.
Marc Faber es el reconocido inversor inconformista que escribe cada mes el boletín de noticias relativas al mundo de la inversión The Gloom Boom & Doom Report y autor del best-seller Tomorrow’s Gold: Asia’s Age of Discovery.