Durante la crisis del COVID-19, se produjo una gran aceleración de la transformación digital en la economía mundial. Según los datos recogidos por Statista, se prevé que el gasto mundial en transformación digital aumente de los 1,3 billones de dólares registrados en 2020 a 2,4 billones en 2024.
La pandemia favoreció a compañías de la nueva economía pertenecientes a sectores como el comercio electrónico, los pagos digitales y el ocio por internet, pero también a muchas empresas de la viaje economía, que hicieron su transición a la era digital.
En el presente artículo comentamos tres formas en las que las compañías innovadoras están aprovechando el potencial que ofrecen las tecnologías de nube para revolucionar sus propios sectores, creando crecimiento transformador.
1. Transformación de los sectores tradicionales con soluciones basadas en la nube
El sector agrícola, uno de los más tradicionales, está inmerso en un continuo proceso de transformación. Los drones conectados a la nube están impulsando la agricultura de precisión, lo que puede mejorar tanto la eficiencia como la sostenibilidad. La monitorización inteligente del ganado (por ejemplo, con dispositivos que controlen la actividad y la salud de una vaca), la maquinaria agrícola autónoma y los «edificios inteligentes» son otras soluciones viables basadas en la nube.
Estas tecnologías ofrecen un incremento de la eficiencia, lo que tiene un efecto sustancial en la mejora del rendimiento agrícola. Se calcula que la conectividad agrícola podría generar más de 500.000 millones de dólares del producto interior bruto mundial de aquí a 2030.
Las ventajas de las soluciones basadas en la nube no se limitan al sector de la agricultura. Cada vez son más las compañías de sectores tan diversos como el manufacturero, el del transporte o el de la energía que adoptan servicios en la nube con el fin de aumentar su agilidad y mejorar su posición competitiva.
Pero a pesar de la velocidad a la que las compañías comienzan a adoptar las soluciones basadas en la nube, es posible que las empresas y los gobiernos aún no sean conscientes de lo que la nube es realmente capaz de hacer.
2. Los macrodatos impulsan las ganancias de las energías renovables
El uso de los «macrodatos» (big data) ha crecido en importancia en los últimos años. En el sector de las energías renovables, los macrodatos se utilizan para predecir el tiempo y el consumo energético, con el fin de ayudar a las compañías a gestionar mejor la oferta y la demanda.
El rendimiento de los parques eólicos, por ejemplo, se puede optimizar con el análisis de los macrodatos. La dinámica de fluidos de los aerogeneradores es un problema complejo que las fórmulas matemáticas no pueden resolver con precisión. Sin embargo, los macrodatos, que están almacenados en la nube, pueden utilizarse para simular lo que ocurre con el viento que rodea los rotores de aerogenerador para ayudar a optimizar la eficiencia.
Para que un parque eólico tenga éxito financiero es fundamental saber cómo hay que cotizar un proyecto. Los ingenieros tienen en cuenta el «efecto estela» (la pérdida de rendimiento de un aerogenerador con respecto a otro situado en la misma línea de dirección del viento) para calcular el rendimiento energético de un proyecto potencial. Sin embargo, la pérdida energética provocada por el efecto bloqueo (la pérdida de rendimiento de un aerogenerador con respecto a otro situado en dirección contraria al viento) no se ha tenido en cuenta hasta hace poco.
La compañía especializada en energía eólica marítima Ørsted adaptó su metodología para calcular la pérdida por interacción de las turbinas, lo que le ha permitido aplicar una mayor disciplina en su proceso de licitación de proyectos. La disciplina financiera, junto con las simulaciones basadas en la nube para crear algoritmos predictivos que optimicen la eficiencia, ha ayudado a la compañía a convertirse en líder del sector.
3. Soluciones médicas pioneras que no se limitan a mejorar la salud y salvar vidas
La aplicación de tecnología al sector sanitario ha obtenido un gran reconocimiento durante la pandemia de COVID-19. Una de las principales razones que permitió la rápida distribución de las vacunas entre las poblaciones radicó en la nube.
En la década de 1990, la capacidad para descodificar el ADN del virus COVID-19 nos habría llevado meses y habría costado en torno a 1.000 millones de dólares. Este plazo se redujo de forma espectacular durante la pandemia (de hecho, se produjo de forma prácticamente instantánea una vez que se dispuso de la tecnología) y el proceso costó menos de 100 dólares. Una vez descifrada, la secuencia de ADN del COVID-19 estuvo disponible en la nube, y los equipos de inmunología de todo el mundo pudieron comenzar a trabajar en el descubrimiento de una vacuna viable.
La aplicación de la tecnología en la nube no se limita a la fase de descubrimiento de fármacos. En los ensayos clínicos del COVID-19, se utilizaron los macrodatos para seleccionar a los candidatos que iban a participar en los ensayos y comprender la información que se desprendía de los resultados.
Algunas compañías del sector de la biotecnología cuentan con recursos propios en los ámbitos de la computación en la nube y los macrodatos, pero muchas otras acuden a empresas externas. Thermo Fisher Scientific es conocida por suministrar instrumentos al sector sanitario, pero también ha subcontratado capacidad en la nube para almacenar 40 exabytes de datos relativos al genoma humano3 . La posibilidad de ofrecer este servicio a las compañías biotecnológicas le permite acceder al poder de transformación de la nube.
En busca de compañías con potencial de crecimiento a largo plazo
En el futuro, las compañías tecnológicas seguirán impulsando la economía digital y transformando el contexto empresarial a escala mundial. Pero no todas las empresas que se embarquen en un proceso de transformación digital van a tener éxito.
Los equipos directivos innovadores y la solidez de los balances son solo dos de los atributos que también son importantes a la hora de identificar compañías con potencial de crecimiento a largo plazo. El análisis fundamental sigue siendo clave para entender el verdadero valor de una empresa.