Se avecina un periodo de frío, con precios de la electricidad desbocados, inflación insurgente y consiguiente subida de tipos de interés. Pero hay claves, señaló Salvador Molina, presidente del Foro Ecofín, celebrado recientemente en Madrid, que sirven para orientar la entrada del nuevo año. El XIV Congreso Ecofin (patrocinado por CaixaBank, Ayuntamiento de Madrid, MAD Fintech e Iris Global) ha contado con más de 23 ponentes que han expuesto las claves para 2020.
David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI) explicó cómo, desde su análisis personal, la actual crisis de la pandemia del COVID ha dejado una huella en la economía de forma diferente de la que dejó la crisis financiera de 2013. El analista de AFI afirmó ante los asistentes del XIV Congreso Ecofin que se puede anticipar un escenario de tipos bajos en Europa con un crecimiento robusto en España, sobre todo a finales de 2022, del orden del 4,5% del PIB. Según desarrolló Cano, estas buenas previsiones se apoyan en un cambio respecto a las crisis anteriores, “ya que en este caso se puso la salud por delante de la economía. Y ese diagnóstico fue un acierto”, añadió.
Además, para el socio de AFI, la gran diferencia entre las dos crisis ha sido el tiempo de duración de la caída. Mientras el PIB cayó un 10% en los dos casos, con la crisis de las hipotecas subprime y las secuelas de la crisis financiera se tardó un año en perder ese 10%. Durante la pandemia, la caída del PIB se ha producido en unos meses. Por eso, considera que la recuperación se producirá antes, en este caso. De hecho, ya hay señales de recuperación que se han materializado. Cano señaló la revitalización de la demanda como principal factor de revulsión, cuya principal consecuencia ha sido el crecimiento del comercio mundial hasta unos niveles que no se han podido asumir y que han provocado cuellos de botella.
Por estas razones, la recuperación se producirá, comentó Cano, con una inflación que también se ha visto repuntar en este despegue de la actividad post COVID. Sin embargo, para el experto de AFI, el pico de subida de precios que se vive actualmente en España, próximo al umbral del 5% de subida, será coyuntural y el IPC terminará el año con una variación en torno al 2,5%. En parte, porque según Cano, a diferencia de crisis anteriores, el BCE ha cambiado de objetivo y, ahora, prima el crecimiento económico sobre el objetivo de un IPC contenido en el 2%.
Habrá un fuerte repunte de la inflación, por encima de las previsiones, pero Cano considera que la situación en España se sitúa en máximos y ahora debería revertir en una bajada de los precios. La subida se debe al aumento de la demanda pero también al coste de distribución y las materias primas; y se añaden el coste de derechos de misión de CO2. La combinación de estos factores ha provocado este pico, pero en marzo se asistirá a una atenuación de la inflación.
Además, descarta una subida de tipos en Europa, más bien al contrario, seguiremos con una política acomodaticia de tipos que mantendrá a la economía en un entorno de crecimiento robusto, cercano al 4,5%. Entre los puntos desfavorables de esta salida de la crisis generada por la pandemia, destaca el enorme déficit público que se ha generado.
“La evolución de la deuda con relación al PIB asusta porque nunca habíamos tenido un endeudamiento como el registrado desde el final de la segunda guerra mundial”, explicó Cano, que añadió: “Entonces, el tremendo crecimiento se extendió hasta los años 70. Ahora no se puede ser tan optimista”.
Para el socio de AFI, el crecimiento post pandemia en España y en la esfera global durará menos que el sucedió a la II Guerra Mundial. No se extenderá 30 años ni mucho menos. Sin embargo, se dan condiciones que pueden suponer un alivio a la lacra del endeudamiento que dejará este primer cuarto de siglo. En España, concretamente, aunque la deuda era menor hace 60 años, los españoles pagábamos más intereses, explicó el socio de AFI, que apuntó el siguiente dilema: “¿Qué es más importante la carga de intereses de la deuda o el endeudamiento público? Claramente la carga de los intereses”. Esto se ha producido gracias a la intervención del BDE que ha creado en 15 meses 1,6 billones de euros. “Lo que me interesa destacar es cómo el BCE ha dado a la ‘máquina del dinero’ y cómo lo ha trasladado a la economía real”, afirmó.
No es la primera vez, señaló Cano, ya se hizo en 2013, pero de forma más discreta, sin contar con el apoyo de Alemania, Austria, Suecia… Para el conferenciante del Congreso Ecofin, entonces Draghi tuvo que imponer su criterio. Hoy no ha habido esa resistencia.
Otra diferencia es que esta vez, la banca ha prestado a la economía real porque tiene liquidez, en la anterior crisis el crédito se esfumó. A esta corriente de facilidad de crédito, hay que añadir el papel del ICO, de los avales que han funcionado muy bien. El tercer factor ha sido que las grandes compañías se están financiando en los mercados de capitales. Gracias de nuevo al BCE que ha comprado 110.000 millones de euros en deuda corporativa.
Esto se traducirá en una baja competitividad de los depósitos, el principal producto de ahorro de los españoles, que se verán impulsados a invertir en otros productos que conllevan riesgo.
La integración tecnológica de Bankia y CaixaBank
Luis Carmona, director de Integración de Sistemas de CaixaBank, expuso en el XIV Congreso Ecofin, cómo el reto de la integración tecnológica entre Bankia y CaixaBank implicó un nuevo sistema de innovación en el que los equipos tecnológicos de Bankia y CaixaBank invirtieron en un tiempo récord un millón de horas de desarrollo.
Para realizar las simulaciones se recurrió a los empleados de ambas entidades. Según Carmona, este paso fue crucial, ya que, al levantar el telón, no podía producirse ningún fallo. La seguridad tenía que estar garantizada en las transacciones, en el funcionamiento de las aplicaciones de móvil y en los apuntes en cuenta, afirmó el representante de CaixaBank, que explicó que en este proyecto se contó con el mejor equipo de prueba posible. Se clonaron las dos aplicaciones de banca móvil y se entregaron a los empleados, con una salvedad, se dio a cada plantilla la aplicación de la otra entidad. “En realidad tuvimos 16.000 expertos en banca testeando las dos aplicaciones”.
Según señaló Carmona, esto no se habría podido hacer sino se hubiese acometido primero la fusión jurídica, lo que permitió tratar adecuadamente los datos personales de cada cliente. Fue fundamental, en este calendario complicado, cumplir con el plazo señalado, indicó Carmona, a lo que añadió que el corte de Bizum, previsto durante el finde semana, fue un éxito de planificación ya que se advirtió a todos los clientes y se restableció el sábado a las cinco de la tarde, mucho antes de lo previsto, explicó. “También, algo que nos advirtieron, fue tomar distancia del Black Friday por la gran cantidad de transacciones que se producen por impulso del consumidor en esos dos días”.