Inspirados por el debate en torno al rol fiduciario de los asesores financieros en Estados Unidos, un grupo de socios chilenos y norteamericanos lanzaron este año una plataforma que se define como “el primer mercado fiduciario del mundo”. Se trata de Altafid, una fintech que busca revolucionar la industria de la asesoría, partiendo por América Latina.
La compañía es una plataforma tecnológica de asesoría financiera apoyada por un motor de inteligencia artificial. Según explica Vito Sciaraffia, CEO y socio fundador de Altafid, se trata de un servicio de asesoría completo, incluyendo la arista de inversión y la de servicios financieros. La idea, explica en entrevista con Funds Society, es conectar a los inversionistas con la industria tradicional de la forma más eficiente posible.
Una vez que las personas crean un usuario en la plataforma, ésta le asigna a los clientes un Wealth Consultant en base a sus necesidades individuales, elegido según los criterios incorporados en el motor tecnológico. En el caso de que las personas ya tengan un asesor, señala Sciaraffia, la firma conecta con ese asesor y se asegura de aplicar sus estándares fiduciarios para ellos.
Mientras que el Wealth Consultant prepara una propuesta de planificación financiera en base a instrumentos de inversión globales, construido a medida según las metas de los clientes, la plataforma también hace una selección de los proveedores de servicios tradicionales que más conviene para los inversionistas individuales, incluyendo brokers, bancos y custodios.
Sciaraffia enfatiza en que Altafid no maneja instrumentos propios y no tiene la autorización para mover recursos de sus clientes u ejecutar transacciones, sino que se encuadran como un asesor de productos y de servicios financieros.
El modelo de la fintech, según explica su principal ejecutivo, permite a los inversionistas que tienen un patrimonio de 100.000 dólares –el monto mínimo para operar en la plataforma– acceder a una asesoría al nivel de la recibida por instituciones que administran más de 100 millones de dólares.
La plataforma vivió un lanzamiento simultáneo en seis países de la región: Chile, Perú, Colombia, México, Brasil y Estados Unidos; y cuentan con clientes a lo largo de la región.
Actualmente, tienen una cobertura completa de los productos globales, comenta, incorporando a gigantes de la industria como Pershing y BlackRock.
Mecanismo fiduciario
Con el rol fiduciario en el corazón del modelo, Sciaraffia describe un mecanismo que permite alinear los resultados de los asesores y la plataforma con la del cliente, a través de la tecnología.
Una vez que el Wealth Consultant diseña una recomendación de planificación financiera para un cliente, es contrastada por el motor de inteligencia artificial con la oferta similar disponible. Si es que el motor arroja alternativas mejores que las seleccionadas, el asesor debe explicar su selección. En el caso de que Altafid considere que la respuesta es “insatisfactoria”, describe el CEO de la firma, no se entrega la recomendación al cliente.
Además, el ejecutivo destaca que la firma cuenta con un pacto de accionistas, “para que no hayan desvíos, porque lo que nosotros ganamos está alineado con lo que el cliente gana”.
En esa línea, asegura que los asesores de la firma están en perpetuo proceso de revisión de los nuevos productos y soluciones financieras que aparecen en la industria. “Cualquier cosa nueva que aparece, evaluamos si es mejor que lo que estamos ofreciendo. Si la respuesta es sí, armamos un convenio con esa empresa y negociar el menor precio posible para el cliente”, indica.
Inicio latinoamericano
Los socios fundadores de la compañía son los chilenos Sciaraffia, Gonzalo Maturana y Carla Fava, y los estadounidenses Joseph Lahti y Asad Durrani. Por lo mismo, no sorprende que el puntapié inicial del despliegue regional se hiciera en Chile.
“Es una revolución que nosotros estamos partiendo, y lo queremos partir desde Latinoamérica, porque muchos de nosotros somos de Latinoamérica y creemos que ahí podemos hacer una real diferencia”, dice el CEO de la fintech.
El modelo ha tenido una buena llegada, en un principio. Apoyados por la presencia de más de 1.000 asesores en la plataforma, Altafid cuenta actualmente con activos bajo asesoría en torno a 1.000 millones de dólares. En Chile en particular, han conseguido 950 millones de dólares en compromisos para los próximos 12 meses, avanzando a duplicar su monto actual.
A futuro, la plataforma financiera planea ampliar su oferta para incluir el ahorro previsional. “Nos estamos adaptando a la realidad particular de todos los países”, adelanta Sciaraffia, buscando las áreas en que los activos están “atrapados”, como el modelo de AFP en Chile. La idea, dice, es operar como asesor dentro de ese marco específico con su modelo, dentro de los próximos seis meses.