El Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Colombia ha acometido una importante modificación que afecta a la administración de los fondos de inversión y a la actividad de custodia de valores, respectivamente. Estas modificaciones son el resultado de un trabajo coordinado de más de un año y medio con distintos actores del mercado financiero colombiano.
El ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, Mauricio Cárdenas, afirmó este lunes que estos decretos permitirán a los colombianos acceder de manera más fácil, segura y confiable, al mercado de valores. “Estas normas tienen por objeto dinamizar esta industria que en el mundo es uno de los medios más eficientes para canalizar el ahorro de las personas y empresas hacia los mercados de capitales”, aseguró el funcionario.
En este sentido, el Ministerio expidió los Decretos 1242 y 1243 de 2013, los cuales modifican el Decreto 2555 de 2010, en relación con la administración de los fondos de inversión colectiva y con la actividad de custodia de valores, respectivamente.
Los principales aspectos regulados por los decretos son los siguientes:
• Con el fin de que el común de la población pueda acceder a los fondos de inversión colectiva, como un mecanismo eficiente y seguro de ahorro de sus recursos en el mercado de capitales, se permite la especialización de las diferentes actividades necesarias para el funcionamiento de dichas figuras (gestión, administración, distribución y custodia). Esto permite reducir los costos para los inversionistas y brindar un mayor acceso a este tipo de productos.
• Los inversionistas podrán acudir a las sociedades comisionistas de bolsa, sociedades fiduciarias y sociedades administradoras de inversión con el fin de invertir sus recursos en fondos de inversión colectiva. En dichas entidades se realizarán los estudios pertinentes en cuanto a su perfil de riesgo y demás aspectos que permitan determinar la inversión más adecuada para cada inversionista, protegiendo adecuadamente sus intereses.
• Se facilita el proceso de autorización y distribución de los fondos de inversión colectiva que invierten en activos tradicionales como los son las acciones y los bonos, creando un canal más rápido en el que la Superintendencia Financiera de Colombia autoriza familias de fondos para este tipo de productos.
• Para fondos que invierten en activos no tradicionales (facturas, commodities, sentencias judiciales, entre otros), sobre los que la mayoría de los inversionistas no tienen un entendimiento profundo, se amplían los estándares del deber de asesoría especializada, la cual debe ser prestada por parte de las entidades que realizan la distribución de los fondos de inversión a cada uno de los inversionistas que lo requiera y de manera individualizada. Estableciéndose casos especiales como los fondos con algún tipo endeudamiento por encima del monto de los recursos de fondo (apalancamiento), en los cuales se limita el tipo de cliente que puede acceder a ellos.
• Con el fin de proteger los recursos de los inversionistas y evitar que sean utilizados para cumplir operaciones de las sociedades administradoras o de otros clientes, se introduce en la regulación nacional la actividad de la custodia de valores, la cual implica la obligación de contratar con una sociedad fiduciaria la custodia de los valores de los fondos de inversión colectiva. Esta novedad, pone al país en línea con estándares internacionales de seguridad y transparencia en el manejo de recursos de fondos.
• Adicionalmente, con el fin de incentivar la implementación de la figura de la custodia en el mercado de valores, se establece la posibilidad de ser ejercida voluntariamente en la administración de recursos de terceros por parte de sociedades comisionistas de bolsa y en los fideicomisos de inversión administrados por sociedades fiduciarias.
El Gobierno colombiano espera que esta reforma permita acelerar el desarrollo de esta importante, pero aún pequeña industria, que hoy maneja activos cercanos al 6% del PIB, una cifra reducida frente a otras economías de la región como Chile en donde los fondos manejan el 15% del PIB, o Brasil en donde alcanza niveles similares a los de economías avanzadas con un 60% del PIB.