Según el último informe Lyxor Money Monitor elaborado por Vincent Denoiseux, responsable de Análisis y Soluciones ETF en Lyxor, octubre se reveló un mes muy favorable para los activos de riesgo, como demuestra la revalorización en un 6,9% del S&P 500, que cerró en un nuevo máximo histórico.
El documento concluye que pese a los crecientes temores sobre la inflación, tanto la renta variable como la renta fija registraron unos sólidos flujos. En concreto, los ETFs captaron 10.400 millones de euros, con lo que los flujos acumulados en lo que va de año se sitúan en un nivel récord de 138.000 millones de euros. Por tipo de activo, se observa que los ETFs de renta fija y renta variable recaudaron 900 millones de euros y 9.700 millones de euros, respectivamente. Esto supone que los ETFs de renta variable recibieron alrededor de la tercera parte de los flujos totales hacia renta variable.
Bien a través de fondos abiertos o de ETFs, el informe sostiene que en el caso de la renta fija “los inversores siguieron otorgando preferencia a exposiciones bien diversificadas en los mercados desarrollados. Los sectores de tecnología, energía y financiero también gozaron de vientos a favor”. En el caso de la renta fija, los fondos y los ETF recaudaron, en su conjunto, unos flujos netos de activos por valor de 26.400 millones de euros. “Los flujos se concentraron principalmente en exposiciones defensivas, mientras que las que invierten en mercados emergentes y deuda de high yield perdieron terreno”, matizan.
Universo ETF
Sobre las tendencias dentro del universo de ETFs, el informe recoge varios datos muy significativos. Por ejemplo, los ETFs ESG mostraron un renovado impulso con unas entradas de flujos de 6.500 millones de euros, es decir, más de la mitad de los flujos totales hacia ETFs registrados en octubre. Y los ETFs Smart Beta captaron 700 millones de euros, correspondiendo al factor quality la mayor parte de los flujos totales. “Esto es indicativo de una creciente prudencia entre algunos inversores”, matiza Lyxor en su informe.
La segunda de las grandes tendencias que muestra el documento es la inversión temática que, en su opinión, está conformada por una gran oferta de productos. En concreto, Lyxor considera que este segmento de activos busca aprovechar tendencias seculares como:
- El cambio en el poder económico mundial: la supremacía económica del mundo occidental se está difuminando, mientras que China y otras economías en desarrollo están pasando de modelos económicos basados en la producción a modelos basados en el consumo; los países en desarrollo también exportan cada vez más capital e innovación.
- Cambios sociales y demográficos: los países presentan diferentes evoluciones demográficas y algunas poblaciones están experimentando un rápido envejecimiento e incluso menguando. Esto podría limitar la mano de obra y ejercer una creciente presión sobre los sistemas de atención sanitaria. Algunas economías son todavía jóvenes y están creciendo, lo que supone la generación de mercados laborales y de consumo de mayor magnitud.
- Rápida urbanización: en los años cincuenta, el 30% del mundo vivía en ciudades. En la actualidad, esta cifra alcanza el 55%, y se vaticina que llegará al 68% de aquí a 2050. Una expansión de tal calado precisa que se realice una ingente inversión en infraestructuras inteligentes1. Se espera que el número de megaciudades (es decir, ciudades con más de 10 millones de habitantes) se incremente de las 33 que había en 2018 a 43 en 20301.
- Avances tecnológicos la inteligencia artificial (IA), la automatización, los sensores y otros ámbitos de la I+D están catapultando la productividad; surgen nuevos sectores y se reconfiguran los antiguos; la tecnología móvil, la computación en la nube, el análisis de datos, Internet y el aprendizaje automático seguirán transformando nuestro mundo.
- Cambio climático y escasez de recursos: el calentamiento global, las condiciones meteorológicas extremas y la subida del nivel de los mares ponen en aprietos los métodos tradicionales de agricultura y pesca; la escasez de recursos se revela un problema crítico, sobre todo en materia de agua limpia y energía; y la necesidad de soluciones sostenibles reviste ahora más importancia que nunca.
“Estas megatendencias no pueden calificarse como temas de inversión propiamente dichos, ya que estos conceptos no son directos ni lineales. Ahora bien, se pueden identificar varios temas de inversión como los siguientes: energías renovables, agua, robótica y la inteligencia artificial, digitalización, movilidad del futuro, tecnología disruptiva y millennials. Algunos de estos temas pueden superponerse en una exposición y se puede ofrecer una amplia gama de soluciones para abordar cada tema”, explican desde la entidad.
El informe sostiene que cada solución de inversión que se brinde en el mercado debe reflejar tres aspectos clave: convicción (elevada exposición al tema), diversificación (para mitigar el riesgo derivado de un solo título) y liquidez (algunos títulos relacionados con estos temas son de pequeña capitalización).
“Los fondos expuestos a estos temas han exhibido una rentabilidad anual media brillante. No obstante, esto no refleja la alta dispersión de las rentabilidades entre los diferentes fondos por cada exposición. Así, por ejemplo, temas de inversión como la economía digital o las tecnologías disruptivas han exhibido en promedio un comportamiento muy sólido; Sin embargo, una mirada más atenta a la rentabilidad registrada por los fondos dentro de cada exposición denota una fuerte dispersión en la rentabilidad, evidenciada por las rentabilidades mínima y máxima publicadas para estos temas de inversión”, explican.
El gráfico muestra que existe una enorme heterogeneidad en lo que respecta a las inversiones temáticas y la subsiguiente rentabilidad. Según el análisis que realiza Denoiseux en este informe, “una fuerte dispersión de la rentabilidad referente a un tema de inversión similar pone de relieve la necesidad de diversificación y de transparencia por parte de las soluciones de inversión ofrecidas en el mercado”. El informe concluye que todas estas tendencias están demostrando que el interés de los inversores en buscar maneras de capturar el crecimiento a largo plazo esperado en estos temas seculares está creciendo.