Poca visibilidad. Incertidumbre. Riesgo político. Estas palabras se escuchan frecuentemente en la industria financiera chilena, mientras los inversionistas esperan al borde del asiento el próximo gran hito de la turbulenta historia política reciente del país andino: las elecciones presidenciales y parlamentarias del domingo 21 de noviembre.
A días de los comicios, destacan las figuras de Gabriel Boric, diputado del Frente Amplio que representa una de las propuestas más hacia la izquierda de la contienda, y José Antonio Kast, abanderado y fundador del Partido Repúblicano, que representa el alma más extrema de la derecha chilena. En medio, las figuras de la senadora Yasna Provoste, considerada como de centro izquierda, y Sebastián Sichel, figura de centro-derecha, se perfilan como posibles sorpresas.
En los precios de los activos se ve el resquemor. Si bien el rechazo en el Senado a la iniciativa de un cuarto retiro de fondos previsionales le dio una tregua a los activos locales, en las últimas sesiones, el golpe en los mercados es innegable.
El tipo de cambio, que había logrado bajar de los 800 pesos por dólar la semana pasada, se ha empinado un 4% esta semana, ubicándose en un máximo histórico sobre los 830 pesos al cierre de esta nota. A la par, el S&P IPSA –índice benchmark de la bolsa local– ha perdido cerca de 6% de su valor desde el 11 de noviembre, su punto álgido más reciente.
Impacto en el mercado
Detrás de estos movimientos en los activos locales, dicen actores locales, parece haber un pronóstico de una victoria para Boric. “A pesar de una recuperación tibia que se vivió en la última semana, igual las valorizaciones son extremadamente bajas respecto a lo histórico”, comenta el gerente de Renta Variable de Toesca Asset Management, Rodrigo Rojas. Esto, señala, es porque los precios tienen internalizada una victoria del candidato frenteamplista.
Desde Euroamérica, el director de Estudios de Inversiones, Luis Felipe Alarcón, concuerda con el diagnóstico. Para el ejecutivo, tras la caída en la bolsa hay una proyección de un escenario en que gana un candidato no considerado como pro-mercado. Esto, agrega, le suma a la incertidumbre generada por la Convención Constituyente que trabaja actualmente en la construcción de una nueva Carta Magna para el país andino.
Si bien los mercados de monedas y renta fija también se han visto afectados por la incertidumbre, Alarcón destaca que también se han visto afectados por una dinámica de flujos desfavorable –con el Ministerio de Hacienda suspendiendo la venta de dólares y una reducción de la venta por parte de extranjeros– y la fuga de afiliados de AFP del fondo E, el vehículo más conservador, que invierte principalmente en renta fija local.
Escenarios posibles
Si bien Boric parece llevar la delantera desde levantarse como el candidato con más preferencias en las primarias presidenciales, los inversionistas también ven con resquemor quién lo acompañaría en una eventual segunda vuelta.
Considerando una serie de comentarios controversiales y rechazo a ciertos aspectos de su programa, “hay analistas de mercado que estiman que, con el crecimiento de Sichel y eventual caída de Kast, pudieran eventualmente quedar los dos afuera”, explica Guillermo Araya, gerente de Estudios de Renta 4.
En esa línea, el ejecutivo indica que “no cuadra” el plan del candidato de recortar impuestos –con bajas propuestas para el IVA y los impuestos corporativos– con el aumento de las demandas sociales que evidenciaron las protestas de 2019 en Chile. “Veo un ambiente de muy poca paz social (si gana Kast). Un alza en el mercado sería muy transitoria. De marzo en adelante, lo veo muy riesgoso”, señala Araya, agregando que ve una potencial victoria como “el escenario más riesgoso de todos”.
Además, están las elecciones parlamentarias, con las que hay aún menos claridad que en la contienda presidencia. Para Rojas, de Toesca, la corrección reciente de los activos locales muestra más aversión al riesgo por el Congreso que por La Moneda, “porque no hay mucha información”.
Según indica el ejecutivo, la Cámara de Diputadas y Diputados del país tomó un rol más protagónico en ojos de los inversionistas luego de que impulsaran las tres ventanas de rescates de fondos previsionales durante la pandemia. Los inversionistas, indica, ven que los parlamentarios “no están dentro de las reglas que se conocían antes”, agregando que “se ha perdido algo de la institucionalidad que caracterizaba a Chile”.
Principales preocupaciones
Dentro de la industria local, una de las principales incógnitas es la forma en que se estructurará el sistema de pensiones y, en consecuencia, cómo se podría ver afectado el sistema financiero. Esto porque se le ha atribuido al sistema de AFP el desarrollo y profundidad del mercado de capitales chileno, pese a su tamaño relativamente pequeño.
Para Araya, de Renta 4, “el sistema de AFP es algo que ya se acabó”, considerando que ve la probabilidad de una victoria de Sichel o Kast como “muy baja”.
Ahora, si eso afectará la configuración del mercado de capitales local o no, depende de con qué se reemplace. Si es que se entrega la gestión de los activos a un ente estatal –como han propuesto algunos candidatos–, por ejemplo, el ejecutivo ve que el funcionamiento del mercado podría no verse impactado, “siempre y cuando se cree una entidad estatal independiente”.
Desde Toesca, Rojas concuerda con el diagnóstico. “Si al final le cambiamos el nombre a las AFP y son otros entes que van a seguir invirtiendo el ahorro de las personas, podría ser igual de bueno”, señala, mientras que si se genera un sistema de reparto donde “se va a invertir de una forma muy distinta a la que hemos conocido hasta ahora”, eso podría ser negativo.
En una arista más secundaria, el ejecutivo indica que las propuestas tributarias también tienen en alerta a los inversionistas.
Otra preocupación relevante es qué sucederá con el balance fiscal, ante el aumento de las demandas sociales. “Sobre Boric existe el temor, más allá de él, de la gradualidad de su programa. Ocho puntos del PIB es algo fuerte”, indica Araya.
En esa línea, el ejecutivo también expresa preocupación por la reducción de ingresos al Fisco en un potencial gobierno de Kast. La rebaja al IVA le costaría 2.000 millones de dólares al gobierno, mientras que el recorte de impuesto a la renta para empresas significaría una recaudación de 4.000 millones de dólares menos.
Otra variable clave para el mercado es el escenario político que quedaría tras los comicios. “También se ve con bastante resquemor la combinación de un gobierno más radical de izquierda, con lo que está pasando en la Convención Constituyente. Ese mix puede ser muy complicado para los activos locales. Un ejecutivo alineado con las mayorías de la Convención puede ser una mezcla bastante tóxica en términos políticos y de estabilidad”, comenta Alarcón, de Euroamérica.