Funds Society entrevista a Laurent Denize, director de inversiones de ODDO BHF AM, que habla sobre el futuro de la firma en la actual coyuntura económica, marcada en lo inmediato por una recuperación post-pandemia amenazada por problemas como el tapering o la crisis energética, pero que también ofrece oportunidades de inversión de la mano, por ejemplo, de los diversos planes de estímulo que se están poniendo en marcha. En este contexto la fusión de la firma con Metropole Gestión supone una firme apuesta por la inversión value como medio para adaptarse a la flexibilidad del mercado, según explica el experto, que también da cuenta de la decidida política adoptada por la gestora para reforzar la inversión temática, modalidad que está experimentando un auge tras la crisis en sectores como la tecnología, la sanidad y la ecología.
La operación corporativa más reciente ha sido la de la sociedad de valores Metropole Gestion. ¿Cómo mejora esta operación sus capacidades?
Con esta fusión hemos adquirido nuevos conocimientos, especialmente en el área de inversión value. Es un buen complemento al actual estilo de gestión de ODDO BHF AM, que se basa principalmente en estrategias de crecimiento. La experiencia value de Metropole Gestion nos permitirá ofrecer a nuestros clientes una nueva solución de renta variable adaptada a determinadas circunstancias del mercado, en las que este estilo de inversión obtiene mejores resultados.
¿Significa esto que ha llegado el momento de implementar una estrategia más enfocada al estilo value en sus carteras?
Al menos, estamos entrando en un periodo en el que los valores growth vuelven a cotizar con una prima histórica respecto a los valores cíclicos o con descuento. Las empresas cíclicas, en particular, se beneficiarán de los planes de estímulo que se están poniendo en marcha, especialmente en Europa. La normalización de los tipos de interés también debería acelerar este efecto de recuperación y limitar la rentabilidad de los segmentos muy sensibles a los tipos de interés.
Otro ámbito en el que la gestora se ha reforzado en el último año, tanto en términos de nuevas contrataciones como de lanzamientos de fondos, es el de la inversión temática (concretamente en renta variable). ¿Por qué se centra la gestora en esto? ¿Qué papel está desempeñando la inversión temática y qué papel puede desempeñar en las carteras de los inversores?
La crisis de la COVID-19 ha acelerado las tendencias existentes en la tecnología, la sanidad y la ecología. Se trata de unas temáticas que darán forma a la economía durante la próxima década, por ejemplo, a través de la digitalización, la transición ecológica y los cambios demográficos. Aunque algunas acciones de estos sectores parecen estar muy valoradas, estamos convencidos de que las perspectivas a largo plazo para ellos permanecen intactas. Para detectar a tiempo los valores más prometedores de estas temáticas, puede ser útil el uso de la inteligencia artificial y el procesamiento del lenguaje natural (en lugar de sólo el análisis fundamental tradicional). Estas herramientas nos permiten cribar los datos no estructurados en busca de pistas sobre los futuros ganadores de las tendencias de crecimiento a largo plazo. Los clientes pueden utilizar estos fondos temáticos como enfoque transversal para diversificar las inversiones en sus carteras.
A principios de año, en su presentación de estrategia, habló de los posibles escenarios para la renta fija, del impacto de los bajos tipos en los activos y del telón de fondo de la recuperación post-pandémica: ¿siguen siendo éstas las principales áreas de preocupación? ¿Han cambiado sus escenarios centrales?
En el caso de la renta fija, sólo hay unos pocos sectores, como el high yield y la deuda subordinada, en los que todavía se pueden obtener rentabilidades. En este sentido, los riesgos son manejables mientras el BCE controle los diferenciales. Sin embargo, la adaptación de los mercados a la finalización del programa de compra de bonos PEPP (que recientemente se redujo un poco como primer paso prudente hacia una salida) podría pesar sobre los bonos periféricos.
En particular, ahora que la Fed parece estar preparándose para el tapering en noviembre, ¿cómo se están preparando las carteras para un entorno de «normalización» lenta y gradual y subidas de tipos de cara a 2022?
La Fed ha empezado a preparar a los mercados para la lenta retirada del QE (tapering). Pero la situación sanitaria en Asia, con una tasa muy baja de población vacunada (alrededor del 10%) y una actuación frente al virus que consiste en limitar los viajes, repercute en las cadenas de suministro globales, los precios de los transportes y la inflación. Esto crea incertidumbre sobre el aspecto transitorio de la inflación, lo que complica la labor de los bancos centrales. Una subida de los tipos de interés (como ya se ha visto este año) también podría pesar en los mercados a corto plazo. La experiencia demuestra, sin embargo, que los efectos del tapering sólo se notarán a posteriori. Pero, en las carteras habrá que ser flexibles, ya que la transición de una política acomodaticia a otra más restrictiva dará paso a una fase de mayor volatilidad.
En este sentido, ¿qué estrategias cree que deberían añadirse a las carteras?
La crisis energética plantea el riesgo de una ralentización de la economía, el aumento de la inflación y los crecientes riesgos políticos. Las empresas que puedan trasladar el aumento de los precios de los productos, especialmente de las materias primas, a sus precios de venta deberían poder seguir aumentando sus beneficios. Las revisiones de los analistas del margen EBIT (beneficios antes de intereses e impuestos) a 12 meses muestran un cambio a favor de las empresas con un sólido poder de fijación de precios. En este contexto, nuestra preferencia son los bancos, las farmacéuticas, las empresas automovilísticas y -para los que se centran menos en los criterios ESG (a diferencia de nosotros)- la energía. Por otro lado, evitamos los sectores más regulados, como las empresas de servicios públicos, así como los bienes de lujo y la tecnología, todos ellos demasiado expuestos a China y a la subida de los tipos de interés. Dada la mayor volatilidad de los mercados de renta variable, los activos privados también ofrecen un atractivo perfil de riesgo/rentabilidad.
La renta fija está siendo un gran reto para gestores e inversores, ¿dónde ve usted oportunidades y qué tipo de estrategias pueden utilizarse para captarlas?
El actual entorno de mercado requiere soluciones de inversión flexibles en todo el espectro de la renta fija. La mayor volatilidad del mercado ofrecerá oportunidades para las estrategias con una gestión activa de la asignación y la duración.
¿Qué activos considera que están sobrevalorados en estos momentos?
Somos más cautelosos ahora con respecto a los activos estadounidenses. Los recientes beneficios récord hablarían a favor de EE.UU. Sin embargo, a pesar de las numerosas sorpresas en materia de beneficios, los inversores se muestran reticentes ante las elevadas valoraciones. Además, es el mercado más expuesto al nuevo aumento sistémico del tapering excesivo. Los mercados emergentes con deuda en divisas fuertes se enfrentan al mismo riesgo. Si los tipos reales vuelven a subir (son fuertemente negativos), los argumentos para mantener el oro pierden fuerza.