El número de single family offices (SFO) en España ha crecido de manera considerable en los últimos años. Actualmente, es habitual ver constituirse SFO a partir de 100-150 millones en activos gestionados, explica un informe de Credit Suisse sobre las tendencias que viven estas estructuras a nivel global.
En España y en lo que respecta a la asignación de activos, en comparación con SFO de otros países europeos, los SFO en España tienen una importante penetración en las inversiones inmobiliarias (residenciales, terciarias, retail y logísticas), suponiendo más del 50% de la cartera global en muchos casos, explica Pablo Carrasco, Head Family Office and Institutional Private Banking Clients, Europe, en Credit Suisse.
Además, según el estudio, presentan menos exposición a inversiones alternativas, esto es, capital riesgo y fondos de inversión libre, aunque las inversiones en capital riesgo han ido incrementándose gradualmente en los últimos uno a cinco años en función de sus necesidades de optimizar la diversificación de su cartera y encontrar oportunidades de inversión atractivas en el actual entorno de tipos de interés negativos.
Según el estudio, las principales posiciones son directamente en renta variable, renta fija y fondos más que en inversiones en capital riesgo, comenta Carrasco.
El estudio también concluye que los SFO en España cuentan con un mayor enfoque en empresas europeas, seguidas de las estadounidenses y con una ponderación muy modesta en los mercados asiáticos o emergentes.
Profesionalización y evaluación
Según el estudio, el nivel de profesionalidad es muy elevado y sigue evolucionando conforme a los estándares institucionales. En un gran número de casos, los SFO cuentan con asesores externos/independientes en sus comités ejecutivos.
«Además, han establecido sistemas de evaluación para evaluar el rendimiento y la contribución del family office, basándose principalmente en los resultados financieros, si bien otros elementos relacionados con la cohesión familiar y el nivel de satisfacción general de los miembros de la familia con el resto de los servicios prestados van adquiriendo poco a poco una mayor importancia», explica Carrasco.
Un enfoque conservador y filantrópico
Otra conclusión es que los SFO en España presentan un enfoque más conservador que en otros mercados, así como un sólido compromiso con actividades filantrópicas y proyectos de desarrollo en sus respectivas comunidades: «En concreto, su principal objetivo es preservar su patrimonio y garantizar la transición a la siguiente generación, en lugar del crecimiento o la multiplicación de su fortuna de forma exponencial», explica el experto de Credit Suisse.
Además, muchos SFO cuentan dentro de su organización con una fundación que se dedica a las actividades filantrópicas. «Su verdadero compromiso con la filantropía queda de manifiesto en el papel que desempeñan los miembros de la familia en la gestión de sus fundaciones», añade Carrasco.