El Comité de Coordinación Macroeconómica (CCM) del Banco Central de Uruguay (BCU) analizó el pasado jueves en Montevideo el contexto internacional y regional, así como el desempeño de la economía uruguaya, concluyendo desincentivar el ingreso de capitales especulativos.
En un contexto global donde se han implementado políticas monetarias que el BCU considera “inusualmente expansivas con bajísimos niveles de tasas de interés en los países desarrollados, lo que ha generado un fuerte flujo de capitales hacia los mercados emergentes”, como Uruguay, el organismo destacó que los flujos de capitales destinados a inversiones de portafolio en el país -que recuperó el Investment Grade en abril de 2012- han provocado “distorsiones en los mercados cambiario y monetario, así como un mayor costo fiscal asociado al mantenimiento de la estabilidad en los referidos mercados”.
Buscando permitir “lograr los objetivos de estabilidad económica y financiera en un marco de crecimiento y equidad de manera más eficaz y con menores costos para la sociedad”, el CCM decidió mantener su objetivo para la tasa de inflación en el 5% anual, al tiempo que se aumenta el margen de tolerancia a un 2%, moviendo el rango objetivo del 3% al 7% a partir del mes de julio de 2014, a la vez que se amplía a 24 meses el horizonte de Política Monetaria para la evaluación de la efectividad de la misma.
En ese contexto, el Banco Central del Uruguay informó que reemplazará la tasa de interés como instrumento de referencia de la política monetaria por una trayectoria indicativa de los medios de pago a partir del mes de julio de 2013.
Mientras que, buscando “mitigar los efectos distorsivos mencionados precedentemente” decidieron incrementar de un 40 a un 50% el régimen de Fondos Inmovilizados a la tenencia de sus títulos emitidos localmente por agentes no residentes. Acción que busca desincentivar el ingreso de capitales especulativos, luego que la tenencia de títulos locales en manos de no residentes fuera de un 2% en 2011 a un 50% en mayo de este año.