La Comisión Central de Asuntos Económicos y Financieros de China declaró hace poco su intención de lograr la «prosperidad común» mediante un reequilibrio del crecimiento, la corrección de las desigualdades sociales y un reajuste de la regulación. Esto ha preocupado a los mercados, que temen que China no sea tan favorable a las empresas como en el pasado. Sin embargo, Catherine Yeung, directora de inversiones en renta variable de Asia-Pacífico en Fidelity International, cree que la reacción del mercado ha sido exagerada.
Según explica Yeung, China quiere atajar la desigualdad y promover la movilidad social con cinco herramientas -redistribución, bienestar social, impuestos, caridad y educación inclusiva- y un objetivo claro: aumentar la participación del grupo de renta media en la economía.
A su juicio, es necesario tener en cuenta que la intervención reguladora en China no es nueva y que estas acciones no suponen una desviación significativa de su trayectoria histórica. En la última década, China ha avanzado considerablemente en la reforma de sus mercados y en su adaptación a las normas internacionales. El progreso económico ha encabezado su formulación de políticas durante mucho tiempo por lo que nada ha cambiado. De hecho, recientemente el Politburó ha subrayado que China sigue siendo una economía de mercado, prometiendo una comunicación más transparente y apoyar a las pymes.
A continuación, en una detallada entrevista, Yeung expresa sus opiniones sobre sobre los recientes cambios regulatorios en China y las perspectivas para el país.
El marco de estas fuertes medidas regulatorias de los últimos meses ha incluido a muchas compañías tecnológicas, incluidas empresas de enseñanza online. Didi se vio obligada a suspender la oferta de su app a nuevos clientes. Tencent tuvo que interrumpir temporalmente las nuevas suscripciones a WeChat. ¿Por qué están echando el freno las autoridades del ciberespacio chino?
Sectores como los de proveedores de pagos móviles, financiación al consumo y empresas de comercio electrónico han estado en el punto de mira de los cambios normativos, sobre todo de los relativos a temas de seguridad de los datos y competencia.
Existe una sensibilidad particular en cuanto a las salidas a bolsa internacionales de compañías de altos volúmenes de datos, como hemos visto recientemente en el caso de Didi. Y esta situación probablemente hará que muchas más empresas vuelvan a cotizar en China continental y Hong Kong. El enfoque principal de los cambios de regulación en el espacio de Internet se ha situado en la seguridad de los datos y la legislación antimonopolio, políticas que llevan algún tiempo gestándose y que, en muchos sentidos, iban a la zaga de otros países en términos de “infraestructura” básica.
Desde un punto de histórico, no es la primera vez que asistimos a un aumento de la regulación en China. Basta con recordar lo ocurrido en 2018, cuando el Gobierno suspendió la emisión de nuevas licencias de juegos y la cotización de Tencent sufrió una corrección de casi un 50%. A los mercados no les gusta la incertidumbre pero una vez aclaradas las “normas”, las acciones de Tencent registraron un fuerte repunte (90% desde aquellos mínimos hasta finales de julio de 2021).
¿Qué otros sectores podrían ser objeto de regulación?
Aparte de a la seguridad de los datos que acabo de comentar, es previsible que la atención de las políticas se dirija a áreas relacionadas con la competencia justa, es decir, políticas antimonopolio que podrían generar un mayor escrutinio de algunas empresas de comercio electrónico que disfrutan de ventajas competitivas por razón de su escala. La dirección de la política lleva ya algún tiempo inclinándose hacia este tipo de cambios normativos, por lo que muchas de las principales compañías ya cumplen las normas.
A partir de ahora, ¿deberían prestar más atención los inversores en renta variable china a los aspectos políticos?
Aunque no es posible prever detalladamente cada uno de los movimientos de las políticas (como el dirigido recientemente a la enseñanza), es importante tener en cuenta el contexto histórico y los objetivos establecidos a largo plazo. China tiene unas prioridades claras de crecimiento económico que incluyen doblar (una vez más) su PIB per cápita en 2035, y para lograr ese objetivo es esencial contar con un sector privado dinámico y saludable. También es evidente la prioridad asignada a la innovación: muchas de las empresas de los sectores que estamos comentando no solo son grandes empleadores e impulsores de crecimiento, sino también motores de innovación. Por otra parte, China no ha ocultado su propósito de desarrollar sus mercados de capitales e internacionalizar el yuan. Es evidente que la creación y la evolución de un entorno estable de inversión, tanto para inversores nacionales como extranjeros, también tiene un papel que desempeñar. En cualquier caso, los últimos cambios de regulación confirman nuestra visión de que la dirección y puesta en marcha de las políticas deben ser efectivamente objeto de seguimiento cuando se invierte en China.
¿Te preocupa que algunas empresas innovadoras puedan decidir salir de China como consecuencia de esa regulación más estricta?
No. Sería bastante improbable, ya que la innovación es un elemento clave para el Gobierno chino. Ha sido una prioridad clara en muchos sectores y no es previsible que eso vaya a cambiar. En China, el IPP ha aumentado considerablemente (9% en junio, 8,8% en julio).
¿Existe un riesgo de que eso se traslade al IPC, que ha sido muy bajo? En caso afirmativo, ¿afectará al consumo?
La cesta del IPC se compone principalmente de precios de los alimentos, particularmente del cerdo, que no están subiendo. La tasa de ahorro de los hogares aumentó desde algo más del 30% hasta el 37% el año pasado. En un contexto de mercado de empleo relativamente dinámico y una tasa de ahorro tan alta, estamos observando consumo y demanda acumulada.
- Sectores específicos
¿Por qué eres optimista pese a la nueva regulación aplicada a las compañías tecnológicas chinas como Tencent?
Como he comentado, la regulación gubernamental es una constante en China; cualquier inversor debe aceptarlo e incorporarlo en su marco de riesgo/recompensa. Muchas iniciativas políticas siguen evolucionando y, desde luego, pueden generar incertidumbre. Por eso, para Fidelity es crucial integrar ese factor en nuestra evaluación de las perspectivas de negocio de una empresa a largo plazo, igual que lo es observar cómo el equipo directivo y el modelo de negocio de la empresa están posicionados para manejar esos cambios de política.
Por otra parte, Tencent es «la» red social en China. Ha cuidado y mejorado la experiencia del usuario, con el consiguiente crecimiento del número de usuarios y del tiempo de uso. Aunque en China está ralentizándose el crecimiento del número de usuarios de Internet, la envidiable base de usuarios de Tencent provee un colchón muy amplio para la empresa. Además, la monetización sigue siendo un tema clave del sector de Internet en China dada la desaceleración del crecimiento del número de usuarios. En nuestra opinión, Tencent sigue estando muy bien posicionada en cuanto a potencial de monetización gracias a su base de usuarios fieles y su ecosistema sólido.
Con todo, es cierto que los riesgos de regulación aún no han tocado techo en el espacio de Internet y hay que estar atentos a aspectos tales como la legislación sobre seguridad de los datos, las investigaciones relacionadas con la competencia, las prestaciones de empleo y la regulación de contenidos. Además, si bien las valoraciones se han vuelto muy atractivas en el caso de algunas empresas, también hay que tener en cuenta que la confianza de los inversores probablemente permanezca en niveles bajos de corto a medio plazo. En la primavera de 2021, el Gobierno introdujo el 14º plan quinquenal. La atención se centra en hacer avanzar el sector tecnológico de China y el consumo nacional.
¿Crea esto nuevas oportunidades para vuestros fondos chinos? Si es así, ¿dónde?
El enfoque del Gobierno en la innovación y una economía interior robusta, impulsada por el consumo de productos y servicios, sigue siendo uno de los temas clave de nuestra estrategia. Pero este enfoque no es nuevo, sino una continuación de lo que llevamos muchos años observando. Un buen número de acciones de esos segmentos (empresas de biotecnología, comercio electrónico, etc.) gozó del favor de los inversores el año pasado e incluso en 2019. Sin embargo, con la corrección de este año, muchas de esas empresas ahora están cotizando con múltiplos mucho más atractivos. De hecho, en términos de valoración, en este momento estamos viendo a muchas compañías del espacio tecnológico cotizar en niveles históricamente bajos y con descuentos significativos respecto a sus homólogos de otros países. Reconocemos que existe potencial de cambio de modelos de negocio, por lo que estamos ajustando nuestras expectativas a la baja en torno a la monetización de algunas compañías. Aun así, en la inversión siempre se trata de riesgo/recompensa, y en el caso de muchas empresas, esa relación parece favorable después de los últimos movimientos.
Vuestros fondos de inversión chinos también invierten en el sector de consumo. ¿Qué perspectivas manejáis para el mismo?
Las empresas de consumo no solo cuentan con unos fundamentales favorables, sino que también están recibiendo el respaldo de la dirección de las políticas gubernamentales y de los cambios y la evolución del consumidor chino. Ahora ya no se trata únicamente de lo que compra dicho consumidor, sino también de por qué y cómo compra sus productos y servicios. No solo observamos una tendencia continuada hacia las compras en línea sino que además, debido a la urbanización y el aumento de los ingresos, estamos asistiendo a una “premiumización” paralela a un incremento de la cuota de mercado de marcas locales.
¿Qué puedes decirnos del sector sanitario y su sobreponderación en algunos de vuestros fondos?
En China, la innovación y las mejoras en el ámbito sanitario van a disfrutar de enormes oportunidades. En el lado de la demanda, existe un mercado interno de grandes dimensiones y con amplio margen de crecimiento; en su condición de segundo mercado mundial por tamaño, China no puede ignorarse. La estructura del mercado está pasando de los medicamentos genéricos a fármacos innovadores y de los dispositivos médicos de gama baja a dispositivos de alta gama, lo que brinda un increíble potencial comercial a productos sanitarios innovadores. Sus principales determinantes son el envejecimiento de la población, el aumento de los ingresos disponibles y un enorme número de necesidades médicas no atendidas.
Dado que la economía china sigue creciendo y que la población adulta continúa aspirando a una mejor calidad de vida, creemos que estamos al inicio de una edad dorada de la inversión en mejoras de las necesidades médicas en China, una tendencia a largo plazo. En cuanto a la oferta, China está dirigiéndose al mercado global en general. El país está emergiendo como gran centro de innovación mundial. El número ingente de empresas de biotecnología de China le permitirá ascender velozmente en la cadena de suministro y acercarse con mucha rapidez a sus homólogos mundiales en términos de nueva tecnología y nuevos objetivos. Los determinantes en este caso incluyen un amplio apoyo de capital, suficiente respaldo del Gobierno, un gran pool de talento (repatriados), ventaja en cuanto a costes y mayor productividad, etc. En nuestra opinión, estas premisas van a mantenerse. Estamos al inicio de una era dorada para aprovechar la oleada de innovación del espacio sanitario en China.
¿En qué sectores ves menos valor, y por qué?
Esta es la temporada de resultados en China, así que estamos buscando oportunidades donde las valoraciones parecen atractivas. Dado nuestro enfoque en temas de crecimiento a largo plazo, como la innovación y el auge del consumo chino, identificamos menos oportunidades en los segmentos tradicionales de China, donde la generación de alfa presenta menos atractivo.
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