El presidente Biden, con el objetivo de recuperar el liderazgo mundial en la lucha contra el calentamiento global, dio a conocer el objetivo de Estados Unidos de reducir para 2050 las emisiones un 50% con respecto a los niveles de 2005. El primer ministro Yoshihide Suga elevó el objetivo de Japón de reducir las emisiones al 46% para 2030, frente al 26%, mientras que el primer ministro Justin Trudeau incrementó la meta de Canadá de lograr una reducción de entre el 40% y el 45% para 2030 por debajo de los niveles de 2005, frente al 30% anterior. La Ley del Clima de la Unión Europea (UE), acordada recientemente, tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono de la UE al menos un 55% para 2030 con respecto a los niveles de 1990.
La decisión de Biden llega después del objetivo de emisiones del presidente Xi Jinping fijado el pasado septiembre, que tiene como fin que China logre unas emisiones netas cero para 2060. Existe la esperanza de que esta decisión empuje a los siguientes mayores emisores (India y Rusia) hacia compromisos más ambiciosos en la COP26, la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que se celebrará en noviembre de este año. En clave más nacional, Morgan Stanley se ha comprometido (1) a movilizar 1 billón de dólares en soluciones sostenibles a escala global orientadas, entre otros fines, a evitar y mitigar el cambio climático.
En el seno de las carteras de nuestro equipo, nuestras compañías también se han dedicado activamente a alentar a los consumidores —sus clientes— a vivir de una forma más sostenible. Se está generalizando la creencia de que las emisiones de alcance 1 (directas o controladas) y de alcance 2 (emisiones indirectas derivadas de la compra de energía) de las compañías son tan solo los primeros pasos hacia una solución para el cambio climático. Se ha empezado a abrir paso en la conciencia de los CEO, pero también en sus campañas publicitarias, un mayor enfoque hacia las emisiones de alcance 3 (es decir, todas las emisiones que trascienden los alcances 1 y 2, incluida la energía que los clientes consumen al utilizar un producto).
Las compañías de artículos para el hogar perciben una oportunidad de obtener ingresos en la identificación, para los consumidores, de los pequeños cambios en el hogar que pueden propiciar grandes cambios para el planeta. Las consultoras sostienen que la pandemia ha intensificado el interés en el «consumo responsable». Una multinacional estadounidense de bienes de consumo estima que las emisiones evitadas gracias a los ciclos de lavado con bajo consumo energético desde 2015 equivalen a 15 millones de toneladas de CO2 o, lo que es lo mismo, 3 millones de vehículos menos en circulación. Sirva de contexto el siguiente dato: en 2020, las emisiones de alcances 1 y 2 de esta compañía fueron de 2,6 millones de toneladas.
Las compañías de cuidado personal ofrecen en la actualidad programas integrales de sostenibilidad. Con la meta de acelerar sus avances, ya constantes, en lo referente a su huella de carbono, la compañía de cosméticos más grande del mundo tiene como objetivo reducir su huella de carbono un 50%, asegurar que el 95% de sus ingredientes procedan del abastecimiento circular e invertir 100 millones de euros en la regeneración de los ecosistemas. Una compañía alemana de productos químicos y bienes de consumo ha lanzado una calculadora de la huella de carbono para ayudar a los consumidores a conocer su huella de CO2 personal y contribuir a la sostenibilidad a través de las elecciones que cada persona toma sobre su estilo de vida.
La magnitud del reto que suponen las emisiones de alcance 3 sugiere que queda trabajo por hacer, con el objetivo de ahorrarles a sus consumidores, sus clientes y sus proveedores 100 millones de toneladas de CO2, en términos acumulativos, entre 2016 y 2025. Hasta la fecha, se han ahorrado 50 millones de toneladas. En 2020, las emisiones de alcances 1 y 2 fueron de 535.000 toneladas.
Una de las mayores compañías de software del mundo se lleva el premio a la ambición, pues se ha comprometido a lograr ser negativa en carbono para 2030 y a retirar, para 2050, todo el carbono que ha emitido desde su fundación en 1975. Una compañía de pagos global ha anunciado su compromiso de lograr unas emisiones de carbono netas cero para 2040 y celebró la neutralidad en carbono de sus operaciones en 2020. Que esta compañía se haya incorporado a Climate Pledge y Climate Business Network es otro ejemplo de que las empresas reconocen la importancia no solo de resolver, sino también de que se las perciba como parte de la solución del cambio climático.
Algunas compañías, incluida una líder en software y soluciones corporativas, aspiran a encabezar el paso hacia una economía circular y un futuro con bajas emisiones de carbono con tecnologías que faciliten un diseño, un abastecimiento, una producción, un consumo, una recuperación y una reutilización responsables. Los consultores, que ya forman parte de compañías de todo el mundo, desempeñarán una función clave a la hora de capacitar a otras compañías en la transición hacia unas emisiones de carbono bajas y en la transición energética.
Una consultora predice (en “The Green Behind the Cloud”) que las migraciones a la nube pública pueden reducir las emisiones globales de carbono hasta en 59 millones de toneladas de CO2 al año. Los anuncios realizados el Día de la Tierra indicaron un número mayor de consultoras y compañías de TI que buscan participar en la innovación y en el desarrollo de soluciones para una producción y un diseño responsables, hacer posible que las compañías descarbonicen su cadena de suministro e implicarse cada vez más en la economía circular.
Esta evolución llega después de las alianzas forjadas por consultoras y compañías de TI similares el pasado año, incorporándose al Pacto Mundial de la ONU, para lanzar la Guía de Ambición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un mecanismo que tiene como objetivo acelerar la consecución de estos objetivos.
En el equipo International Equity aplaudimos estas metas y actuaciones, reconociendo al mismo tiempo los obstáculos que existen para lograrlas; creemos que sería de utilidad articular algunas de las medidas que estamos aplicando en nuestro equipo para acelerar un cambio positivo.
- Recientemente, mejoramos los criterios de idoneidad para nuestra estrategia Global Sustain. La cartera tratará de obtener rentabilidades atractivas con unas emisiones de carbono significativamente más bajas que las del universo de inversión. Estamos trabajando con nuestros clientes para que se unan a nosotros en este objetivo, en los casos en que lo consideren oportuno.
- A fin de lograr este objetivo para nuestra estrategia Global Sustain, hemos introducido un cribado de carbono explícito para identificar y filtrar los mayores emisores de carbono del universo de inversión.
- Por último, hemos introducido un programa de implicación sistemática, que ya lleva unos meses en funcionamiento, destinado a preguntar a las compañías en que invertimos por sus iniciativas de sostenibilidad y cómo prevén lograr los objetivos que fijan.
Los clientes de nuestras otras estrategias también se benefician de esta mayor implicación con las compañías en que invertimos dada la sustancial coincidencia de posiciones en nuestras diferentes estrategias. Estas conversaciones también ofrecen información sobre la calidad de la gestión, la agilidad corporativa y la asignación de capital ante nuevos riesgos.
La integración de factores ESG en la actualidad exige destreza no solo en el precio y en la calidad, sino también en la tercera dimensión de la sostenibilidad. Somos conscientes de que siempre hay más que aprender, pero consideramos que nuestro acceso y nuestra experiencia nos brindan una ventaja a la hora de animar a los equipos directivos de las compañías para que avancen hacia un futuro de bajas emisiones de carbono. En este sentido, como en todo lo que hacemos, seguimos siendo ambiciosos.
Columna de William Lock, portfolio manager y jefe del equipo de International Equity de Morgan Stanley Investment Management, y Laura Bottega, especialista de carteras y miembro del equipo International Equity.
Anotaciones:
1 Véase: www.morganstanley.com/ideas/low-carbon-finance-1-trillion-dollar-pledge
Para alcanzar el objetivo de 1 billón de dólares, Morgan Stanley trabajará con corporaciones, gobiernos y personas físicas para brindar financiación dirigida a tecnologías limpias y energías renovables, ofrecer bonos verdes y posibilitar otras operaciones.
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