AXA Investment Managers ha decidido ampliar su política sobre el aceite de palma teniendo en cuenta la protección de los ecosistemas y la deforestación. Según su procedimiento, aplicado desde 2014, la compañía excluye la inversión en empresas que no hayan conseguido las certificaciones correspondientes de producción de aceite de palma sostenible o que se enfrentaban a conflictos legales sobre los derechos de tierra no resueltos o de tala ilegal.
Tras la ampliación de su política, AXA IM incluirá en estas empresas vetadas a aquellas que se enfrenten a controversias sobre el uso de la tierra o si son responsables de la pérdida de biodiversidad en relación con la soja, el ganado y la madera. La compañía también pretende potenciar las actividades de compromiso activo con empresas identificadas en riesgo según los filtros de deforestación (aceite de palma, soja, madera, ganado) y apoyarlas intensificando sus esfuerzos para preservar la biodiversidad y avanzar hacia prácticas sostenibles.
El trabajo que la compañía realiza con Iceberg Data Lab y I Care & Consult también proporcionará fuentes alternativas de datos sobre las presiones y dependencias de la biodiversidad relacionadas con las industrias/emisores, y ayudará a seguir avanzando en sus prácticas de selección y compromiso.
Además, AXA IM seguirá aprovechando su experiencia de 30 años de inversiones directas en silvicultura a través de su unidad de negocio alternativa AXA IM Alts, comprometida con la gestión sostenible en bosques alineados con sus directrices en países como Francia, Irlanda y Finlandia, representando más de 58.000 hectáreas bajo gestión.
El compromiso de AXA IM abarca la propiedad, la gestión, la producción de madera y el uso social de los bosques en su cartera, incluyendo:
- La preservación de los bosques para el futuro, permitiendo al mismo tiempo la producción de madera, respetando los ecosistemas, manteniendo la biodiversidad, protegiendo los suelos y el agua.
- Certificar las prácticas forestales y de gestión en los dos años siguientes a la adquisición por parte del Forest Stewardship Council (FSC) y/o en países con menor riesgo, el Programa para el Certificación Forestal (PEFC).
- Promover el uso de la madera como material que ofrece una capacidad real de reducción de emisiones como alternativa a los materiales de altas emisiones como el hormigón o el acero.
- Fomentar la regeneración del hábitat natural y la integración de mayores niveles de biodiversidad en las prácticas silvícolas
- Utilizar partes de sus bosques para el ocio, la investigación y la educación.
Papel crucial del sector financiero
Por último, el equipo de AXA IM Alts Impact Investing ha invertido y seguirá buscando oportunidades de inversión en empresas y proyectos que conserven el capital natural, mitiguen el cambio climático y creen resiliencia climática.
«La deforestación plantea retos económicos, medioambientales y sociales únicos, como la pérdida de biodiversidad, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso insostenible de la tierra y los problemas laborales. A través de nuestras prácticas de inversión, tenemos un papel que desempeñar y nos comprometemos a luchar contra la deforestación y la conversión de los ecosistemas naturales, así como a apoyar la restauración de los bosques para garantizar la conservación del hábitat y limitar el calentamiento global. Nuestra nueva política de protección de los ecosistemas y la deforestación tiene por objeto alentar a un mayor número de empresas a adoptar prácticas sostenibles y acompañarlas en su transición. y acompañarlas en su transición», explica Marco Morelli, presidente ejecutivo de AXA IM.
Por su parte, Véronique Andrieux, consejera delegada de WWF Francia, añade que «WWF Francia acoge con satisfacción los compromisos reforzados de AXA IM contra la deforestación y la conversión de los ecosistemas; esto demuestra el papel crucial que el sector financiero debe desempeñar en esta lucha. Mientras la Comisión Europea prepara medidas reglamentarias para la deforestación y la conversión de los ecosistemas, esta política es un paso adelante muy necesario que envía una fuerte señal a los mercados y a los responsables de las políticas públicas. Ya no es posible no integrar las cuestiones relativas a la conversión de los ecosistemas en las políticas de inversión y en la toma de decisiones».